Tanto la industria del cine como la de la música por años se han caracterizado por ser los ambientes de trabajo ideales para el consumo y abuso de todo tipo de sustancias. Si bien esto no quiere decir que automáticamente todos los actores y músicos son consumidores o adictos, sí es una ocurrencia común. Asimismo, es posible ver que los productos que lanzan están inspirados en ese mundo de drogas y el estilo de vida que conlleva. Películas y canciones sobre el consumo las hay de todo tipo, cómo olvidar Blow estelarizada Johnny Depp y Penelope Cruz, o “White Rabbit” de Jefferson Airplane.
En ese sentido, las drogas pueden convertirse en una vía de escape muy seductora para las presiones y problemas que muchas de las celebridades sufren una vez alcanzan el estrellato y la fama. Como en el caso más reciente de Demi Lovato, quien después de varios años de sobriedad aparentemente recayó y fue ingresada al hospital por una sobredosis.
Así como ella, te mostramos a otras 10 cantantes y actrices que en algún punto de su carrera ya no mantuvieron su consumo en secreto:
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Courtney Love
Ella alcanzó la fama como vocalista de la banda Hole, una banda de rock alternativo, sin embargo se ha mantenido en los reflectores gracias a su personalidad controvertida, así como su matrimonio con Kurt Cobain, el vocal de Nirvana. Su historial con las drogas no ha sido secreto, tampoco es algo que la cantante y también actriz no ha procurado ocultar, de hecho en repetidas ocasiones ha hablado públicamente de su lucha contra su adicción.
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Lindsay Lohan
Lindsay Lohan es el ejemplo más recurrente de los tiempos actuales para describir a aquellas actrices que tenían todo para tener el éxito, pero que la fiesta, drogas, el constante acoso de los paparazzis y los problemas con la ley la desviaron del camino. Por años la también actriz sufrió de desordenes alimenticios combinados con el abuso de sustancias como la cocaína o el alcohol.
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Amy Winehouse
¿Qué más podemos decir sobre Amy Winehouse? El documental que lleva su nombre y muchos críticos lo han dicho, Amy tenía una gran voz y un enorme potencial, pero que debido a su inestabilidad emocional, la depresión y su adicción —al crack, la cocaína y el alcohol— como método de escape esta gran cantante se unió al Club de los 27 de forma precipitada.
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Drew Barrymore
La historia de Drew con las drogas y el alcohol comienza desde su infancia, en especial la adolescencia. Fue conocida por enfiestar demasiado y consumir durante sus primeros años y así fue hasta entrada la adultez que vimos un lado mucho más conservador y recatado de la actriz. Por mucho tiempo Drew fue la mejor amiga de Courtney Love.
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Britney Spears
Britney sin duda se encontraba en la cima de su carrera cuando tuvo una crisis por completo, que la llevó a raparse el cabello en el 2007. Como otras artistas, Britney fue víctima de la presión de sus allegados y el ojo público. Tras su episodio fue internada en una clínica de rehabilitación, momento en el cual se supo que por años Britney había abusado de las metanfetaminas. A partir de ese momento su carrera no tuvo el éxito de antes, aunque es imposible negar el impacto cultural que aún tiene.
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Whitney Houston
Si de hablar de voces privilegiadas se trata, Whitney Houston es el ejemplo a seguir. La también actriz cuenta con un sinfín de récords y galardones que hablan de su maestría en el canto y también de cuánto la gente gustaba de su música. Sin embargo, su carrera se vio opacada por la sombra de las drogas, mismas que consumía en compañía de su pareja Bobby Brown. Las sustancias eran variadas, desde mariguana, cocaína y pastillas de prescripción. Asimismo la cantante visitó las clínicas de rehabilitación constantemente durante su vida adulta, hasta que lamentablemente falleció debido a un ahogamiento accidental en su tina, después de una mala combinación entre cocaína, mariguana y Xanax.
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Farrah Fawcett
El caso de Farrah Fawcett es controvertido, esta actriz que alcanzó la fama tras estelarizar Charlie’s Angels tuvo la fama de también ser adicta a las drogas y al alcohol, puesto que su hijo, Redmond sufría un grave problema y existían testimonios que aseguraban que ella consumía. Sin embargo, también hay otros testimonios que indican que ella nunca fue una persona que gustara de las drogas. Lo cierto es que nunca sabremos la verdad.
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Brittany Murphy
Alcanzó la fama con Clueless, y se posicionó como una estrella en ascenso con distintas películas como Girl, Interrupted, 8 Mile o Sin City. Sin embargo, se comenzó a rumorear que su súbita pérdida de peso se debía a una adicción a la cocaína, lo cual ella desmintió. No obstante, tiempo después, en 2009 tras su lamentable fallecimiento, se descubrió que la causa de muerte fue una neumonía así como una mezcla de distintas sustancias, tanto de antigripales como drogas de prescripción y analgésicos mismas de las que se sospecha que era adicta.
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Carrie Fisher
La batalla de Carrie Fisher contra las drogas también fue de toda la vida, la propia actriz declaró que comenzó a consumir mariguana desde los 13 años y que durante la filmación de Star Wars estuvo bajo los efectos de la cocaína. Como otras personalidades de la lista, intentó sin mucho éxito, rehabilitarse varias veces. Al momento de su muerte encontraron cocaína, morfina y éxtasis en su sistema, aunque el diagnóstico oficial es que falleció debido a una apnea de sueño —que es el cese de la respiración—.
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Elizabeth Taylor
Elizabeth Taylor es una leyenda en el mundo de la actuación, su belleza acaparaba toda pantalla en la que estuviera y sin duda su estilo de vida y diversos romances —se casó hasta 8 veces— acaparaban los tabloides. Sin embargo, su adicción a los analgésicos y al alcohol la marcó. Ella también asistió repetidas veces a clínicas de rehabilitación y se dice que incluso convenció a otras amigas suyas, como Liza Minelli de hacer lo mismo. No obstante, se dice que en sus últimos días de vida los analgésicos eran parte de su rutina diaria.
Sin duda muchos de estos casos retratan historias de mujeres que a pesar de ser extremadamente talentosas, partes de sus vidas se vieron afectadas por el uso y abuso de las drogas, y si bien esto no las hace menos merecedoras de halagos o peores en su trabajo, sin duda deja un pequeña duda —en especial en los casos de aquellas que no lograron recuperarse y sufrieron muertes accidentales— de lo que su vida habría sido o qué más habrían aportado de haber consumido de forma responsable o no haberlo hecho en definitiva.