La sensibilidad es una forma del arte. Para algunas personas, sólo debes seguir al pie de la letra 5 pasos para excitarte y volver a la vida por medio del arte. La visión del artista, claro está, priva sobre la dimensión de esa idea como un tema general. La obra del pintor irlandés Francis Bacon, con su experimento de la deformidad, es un buen ejemplo. El filme Love Is The Devil (John Maybury, 1998), en tan sólo noventa y un minutos y medio, recrea su fascinante historia.
Bacon, apasionado por mostrar el lado oscuro de la humanidad, en el cual se guardan los preceptos más retorcidos y extraños del alma de cada ser humano, presenta una notable fascinación en sus pinturas por los rostros, cuerpos y figuras desmembradas, mutiladas y expuestas desde distintos ángulos. Se caracterizó entonces por el empleo de la deformación pictórica y por la creación de trípticos, que son pinturas, grabados o relieves realizados sobre tres tablillas articuladas, de manera que las dos laterales se pudieran doblar sobre la del centro.
A diferencia de los tradicionales, los trípticos elaborados por Bacon no manifiestan un objetivo narrativo, sino que son a veces variaciones de la misma figura mediante distintas vistas, gracias a diferentes ángulos empleados, o resultan ser partes independientes contenidas dentro de la misma obra.
John Maybury, con Love Is The Devil, hizo posible para las personas entrar y ser partícipes del embeleso que envuelve a cada una de las obras de Bacon, de acuerdo con ciertas características formales empleadas en la cinta. Su particularidad reside en un aspecto esencial: aunque no muestre específicamente ni siquiera una de las obras ni las técnicas usadas por el artista, de igual forma permite reconocerlas por medio de ciertos elementos formales de la composición cinematográfica, que dotan de significado a la imagen, mediante una propuesta narrativa muy precisa. Estos elementos se refieren entonces a los encuadres (planos), ángulos, movimientos de cámara, leyes de la percepción visual (leyes de Gestalt) y ciertas formas que crean un núcleo en algunas imágenes dispuestas en cada escena.
Para comenzar, hay que tener en cuenta que Maybury dirigió y produjo esta película bajo el concepto de recrear la visión y técnica artística de Bacon. He aquí la razón de algunas escenas, como la de los amigos del artista durante una tertulia en el bar vistos a través de un cristal, el rostro de George Dyer (Daniel Craig) reflejado en el agua de la tina u otras que se muestran desenfocadas y distorsionadas por la relación que hay entre ellas y las pinturas del artista. También, a lo largo de esta composición cinematográfica se muestran escenas contenidas por tres o dos espejos seguidos que indican la disposición de un mismo objeto orientado por diferentes ángulos, u objetos compuestos por tres laterales, con el fin de recrear los trípticos que solían componer las principales obras del artista.
La primera escena de la película se componen de un plano general, el cual permite crear un contexto y descripción del escenario y de la ambientación —en este caso una habitación. También se evidencia un movimiento de cámara que va desde un ángulo que orbita 180° con respecto al personaje registrado, hasta llegar a un ángulo contrapicado. Enseguida se muestra a Dyer mientras intenta robar el estudio de Bacon y éste lo descubre, lo que se expone con primeros planos y planos medios cortos, con el fin de fijar la atención en los personajes, lo que los descontextualiza un poco de su entorno.
En la escena en la que Bacon y su amante, Dyer, tienen sexo, la imagen se presenta con un movimiento panorámico horizontal de relación, en el que se nota una asociación de los personajes, lo que lo hace descriptivo y con el cual se ven ciertos detalles de los personajes y la acción realizada.
La mayoría de las escenas en las que Dyer y Bacon se encuentran juntos se muestran bajo un plano conjunto para expresar la complicidad y el vínculo entre ambos personajes. Al hablar Bacon sobre el sometimiento al que se encuentra con su amante, éste se presenta en un plano entero, poniéndolo en centralidad y mostrándolo como un ser insensible y afligido ante la sumisión. En otra escena el artista contempla una muestra de arte en un museo mientras habla sobre la ordinariez de sus obras. El travelling empleado evidencia un seguimiento a la escultura de la pared, en combinación con un plano entero de la obra. También, al presenciar Bacon las escenas de boxeo y cine, se generan primeros planos hacia el rostro del artista y planos generales subjetivos de lo que él observa para generar empatía y fascinación por lo visto. Todo parte de los principios estéticos del lenguaje cinematográfico en sintonía con la obra de Bacon.
Cuando Bacon medita sentado en el baño se puede percibir un flip over, movimiento de cámara que da una sensación aberrante hasta llegar a un ángulo contrapicado. En la mayoría de las escenas que se exponen con este tipo de ángulo se puede percibir una composición vertical en la cual se denota una conexión entre la mirada de los personajes, lo que aporta una dinámica visual entre ellos y presenta un diálogo en el que alguna de las partes puede presentarse como una figura dominante y otra como una figura subordinada.
A partir de lo expuesto anteriormente, se puede evidenciar que Love Is The Devil es una composición cinematográfica dispuesta a partir de ciertos elementos formales que ayudan a dar sentido y significado a lo sucedido con respecto a la imagen visual que le envuelve.
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Si te interesa la figura de Francis Bacon y su historia, seguramente encontrarás fascinante al ladrón que se convirtió en su amante y su grotesca inspiración.