Bridget Jones se convirtió en una de las películas que mejor comprendían el mundo femenino, con altas y bajas y sobre todo, con el miedo a morir solas y acostarnos con cientos de patanes antes de conocer al indicado. La película se convirtió en una gran referencia cultural con la que muchísimas mujeres lograban identificarse y, al mismo tiempo, comprender que el cuerpo no importa. Todas, con defectos y virtudes, podemos conquistar a los hombres más atractivos.
Las reglas femeninas, la edad en la que los estereotipos de solteronas comienzan a dibujarse en nosotras, la familia que siempre nos avergüenza e intenta cambiarnos, las atrevidas cosas de las que somos capaces con tal de conquistar a un amor que probablemente no tiene futuro… Bridget Jones se basó en todos esos pequeños detalles que siempre complican el mundo femenino para demostrarnos que no somos parte del cliché, pero muchas mujeres sufrimos los mismos males.
Y sobre todo, Bridget Jones nos demostró que siempre hay un hombre perfecto, diseñado a la medida para nosotras sin necesidad de mendigar amor ni pedir algo que les es imposible. Ante toda circunstancia, es ley que al que buscamos no será el indicado pero, dejando de lado el pensamiento femenino, lo más sano es dejarlo ir para que uno nuevo llegue a nuestros brazos y comprendamos lo que realmente es el amor.
“Sigues sin novio, ¿no? Te conozco”.
“Puede que sea mi media naranja misteriosa, la que llevo esperando toda la vida”.
“Ojalá pudiera hundir la cabeza en el retrete como la gente normal. Un objetivo para el Año Nuevo: beber menos y dejar de fumar. Y cumplir los objetivos para el Año Nuevo. Y dejar de decir bobadas ante desconocidos. De hecho, no hablar más, punto”.
“No quería acabar al año siguiente hecha una mierda escuchando canciones tristes por la radio, de esas facilonas para los treintañeros”.
“Encontrar un novio sensato con quien salir y no seguir teniendo relaciones románticas con cualquiera de los siguientes: alcohólicos, adictos al trabajo, anticompromiso, voyeurs, megalómanos, tarados mentales o pervertidos”.
“Ése fue el momento. De golpe me di cuenta de que si algo no cambiaba muy pronto, iba a vivir una vida en la que mi relación más seria sería con una botella de vino, que moriría gorda y sola y que me encontrarían tres semanas más tarde devorada por los alsacianos. O que me iba a convertir en Glenn Close en ‘Atracción Fatal'”.
“Empiezo mal el año. Me he dejado seducir por la informalidad de los mensajes y he flirteado con el sinvergüenza de la oficina. Seguiré con mi intención de encontrar a un hombre atractivo y sensato. Pondré fin al flirteo. Será lo primero que haré mañana”.
“Estoy mortificado por haberte ofendido. Evitaré cualquier salida de tono en el futuro. Lo siento profundamente…
Posdata, me gustan tus tetas en este top”.
“Si por una tremenda casualidad acabamos en un acto flagrante, seguro que éstas serían más atractivas en el momento crucial. Sin embargo, las oportunidades de llegar al momento crucial aumentan poniéndome estas bragas horribles en las que te entra la barriga, muy populares entre las abuelas de todo el mundo”.
“Es una realidad como un templo que en el momento en que una parte de tu vida empieza a ir bien, otra se hace añicos”.
“Sinceramente, tener hijos no es tan interesante como lo pintan. Si pudiera volver a elegir, no creo que tendría ninguno. Ahora que estoy en la tercera edad, no tengo nada propio. No tengo poder, no tengo carrera ni vida sexual. No tengo vida. Como la cigarra que cantaba todo el verano”.
“En momentos como éste, seguir con la vida de uno parece imposible y comerse todo el contenido de la nevera parece inevitable. Tengo dos opciones: rendirme y aceptar un estado permanente de soltería y que al final me coman los alsacianos, o no, y esta vez elijo que no. Un mal hombre y un insecto palo americano no podrán conmigo”.
“Excelente. Soy el hazmerreír nacional. Tengo un culo del tamaño de Brasil, provengo de una familia desestructurada, todo me sale espantoso y… Por Dios, encima tengo cena con Magda y Jeremy. Lo único peor que una pareja casada y engreída son muchas parejas casadas y engreídas”.
“Parece que te estás esforzando en hacerme sentir como una perfecta idiota cada vez que nos vemos. De verdad, no te molestes. Ya me siento como una idiota la mayoría del tiempo”.
“Eres la única que puede salvarme. Te necesito. Sin ti, dentro de 20 años estaré en un bar de mala muerte con una rubia indeseable”.
“Se ha terminado. Se ha ido todo al demonio. Me ha dejado. Me dejó cuando se dio cuenta de que no te había olvidado. Sé que piensas que sólo es algo sexual, pero te prometo que cuando veo esa minifalda en la tele, cierro los ojos y escucho todas las cosas inteligentes que dices. Me he emocionado cuando he visto la liberación del kurdo”.
“Quiero decirte una cosa. Una vez me dijiste que te gustaba tal como era y a mí me pasa igual contigo. Te pones ropa estúpida que te compra tu madre, como el clásico de esta noche. Eres altivo, nunca dices algo apropiado. Creo firmemente que tendrías que acortarte las patillas, pero eres muy lindo y me gustas. Si quisieras salir algún día, estaría bien. Más que bien”.
“Si en la celebración familiar no se lanzó a tus brazos, peor para él”.
“Espera, los chicos buenos no besan así”.
“No puedes estar con una chica que sólo sea piel y hueso. Me gusta una mujer con un trasero donde se aparque una bici”.
“Genial. Llevaba puesta una alfombra por vestido”.
“Los amigos se pasan años buscándote un novio, pero cuando tienes uno, te aconsejan dejarlo”.
“—Me estoy vistiendo. No quiero que veas mis flojedades…
No es necesario porque ya las conozco muy bien”.
“¿Y tú? ¿Todavía te acuestas con todo lo que se mueve?”.
“En un momento tienes la mayor intimidad del mundo con alguien y al siguiente ya no lo ves más”.
“Leí que nunca debes salir con alguien si se te ocurren 3 razones”.
“Mi madre. Extraño ser de un universo donde el pepinillo es la cumbre de la sofisticación”.
“No eres perfecto, miras con desprecio a todos y eres incapaz de hacer algo espontáneo o que pueda ser afectuoso. Es como si estuvieras esperando conocer a alguien en la sala VIP que es tan fantástica tal como es, que no necesitas cambiarla”.
“Nunca puedes juntar fuerza para pelear por mí”.
“Como pueden ver, al fin encontré un final feliz y verdaderamente creo que la felicidad es posible. Aún teniendo 33 años y con un trasero del tamaño de dos bolas de boliche”.
Así como esta cinta, existen otras películas sobre corazones rotos y desamor que también nos hacen pensar que el amor no existe.
***
Te puede interesar:
Frases de 500 días con ella para darte cuenta de que no es amor
Frases de Eterno resplandor de una mente sin recuerdos para recordar un amor