“Renunciando a la heroína. – Fase primera: Preparación. Hará falta una habitación que no abandonarás. Música relajante. Sopa de tomate: 10 latas. Sopa de champiñón: 8 latas, para tomar en frío. Helado de vainilla, tamaño familiar. Evacuol: un frasco. Paracetamol, enjuage bucal, vitaminas. Agua mineral, bebida isotónica. Pornografía. Un colchón. Un cubo para la orina, uno para las heces y otro para los vómitos. Una televisión y un bote de Valium (que he obtenido previamente de mi madre, que es también a su modo casero y socialmente aceptable, una drogadicta). Y ahora estoy listo. Sólo necesito una última dosis para aliviar el dolor mientras el Valium hace efecto”.
Renton, Trainspotting
TRAINSPOTTING | Elige quién eres por culturacolectiva
¿Qué es una droga? ¿Cómo se siente sumergirte en ella? La cinta de Danny Boyle que adaptó de la obra de Irvine Welsh retrata de manera cruda la adicción de unos jóvenes de Edimburgo a la heroína, misma que intentan dejar pero vuelven a caer por la deliciosa sensación de la que los hace partícipes.
Su vida carente de aspiraciones, los lleva a buscar más drogas. El trabajo, el dinero, la televisión que todos anhelan, han pasado a segundo plano, porque sin importar a dónde se dirijan, el estigma de la drogadicción los persigue.
Trainspotting fue una de las primeras películas en tocar de esa manera la drogadicción y los problemas que los jóvenes del Reino Unidos vivían. Se convirtió en una cinta de culto.
Después de este filme, las fronteras del cine parecieron menos estrictas, más libres para que los directores crearan cintas referentes a la drogadicción de los jóvenes como Enter the void, Spun, Candy o Requiem for a dream comenzaron a hacerse y tener más importancia en taquillas.
Trainspotting, una cinta cruel y despiadada que da risa y atemoriza al mismo tiempo, tiene frases legendarias que aún nos hacen vislumbrar la posibilidad de probar una de las sustancias más adictivas y peligrosas: la heroína. Te presentamos algunas frases emblemáticas.
“Supositorios de opio, ideales para tus propósitos. Se deshacen lentamente, la bajada es gradual.. ¡Diseñados para tus necesidades!”
“La heroína te estriñe. La heroína de mi última dosis se está desvaneciendo y los supositorios aún no se han derretido. Ya no estoy estreñido. Sueño con unos enormes baños públicos recién estrenados, lustrosos grifos dorados, mármol blanco virgen, una taza tallada en ébano, una cisterna llena de Chanel Nº5 y un lacayo que me pasa hojas de papel higiénico de seda pura. Pero dadas las circunstancias, me apaño con cualquier cosa”.
“A veces pienso que la gente se hace yonqui, solo porque su subconsciente anhela un poco de silencio”.
“La gente se cree que esto no es más que miseria y desesperación y muerte y toda esa mierda que no hay que olvidar, pero lo que olvidan es el placer que supone. De lo contrario no lo haríamos. Después de todo no somos idiotas, maldición. Bueno, al menos no tan idiotas”.
“Piensa en el mejor orgasmo que hayas tenido, multiplícalo por mil y ni siquiera andarás cerca”.
“Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos. Elige la salud, colesterol bajo y seguros dentales. Elige pagar hipotecas a interés fijo. Elige un piso piloto. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego. Elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos. Elige bricolaje y preguntarte quién eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver concursos en televisión que embrutecen la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable, siendo una carga para los niños egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte. Elige tu futuro. Elige la vida… ¿pero por qué iba yo a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida: yo elegí otra cosa. ¿Y las razones? No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?”
“Más o menos por entonces, Spud, Sick Boy y yo tomamos la saludable, documentada y democrática decisión de volver a engancharnos a la heroína lo antes posible”.
“Cuando estás enganchado tienes una única preocupación, drogarte, y cuando te desenganchas de pronto tienes que preocuparte de un montón de otras mierdas. No tengo dinero, no puedo ponerme pedo. Tengo dinero, bebo demasiado. No consigo una mujer, no cojo. Tengo una mujer, demasiado agobio. Tienes que preocuparte de las facturas, de la comida, de algún puto equipo de fútbol que nunca gana. De las relaciones personales, y de todas las cosas que en realidad no importan cuando estás auténtica y sinceramente enganchado a la heroína”.
“Lo malo de desengancharme de esa basura es que sabía que tendría que volver a juntarme con mis amigos otra vez en un estado de conciencia plena. Era horrible”.
“Tomábamos morfina, diamorfina, ciclocina, codeína, temazepán, nitrazepan, fenobarbital, amital sódico, dextropropoxifeno, metadona, nalbufina, petidina, pentazocina, buprenorfina, dextromoramida, clometiazol… las calles rebosan drogas que puedes tomar para combatir la infelicidad… y nosotros las tomábamos todas. ¡Joder, nos habríamos inyectado vitamina C si hubiera sido ilegal!”
“¿Personalidad?, me refiero a que es lo que cuenta, ¿no? Eso es lo que mantiene una relación a través de los años. Como la heroína, la heroína tiene una gran personalidad de mierda”.
“Si no fuera divertido no lo haríamos, ¿no?”
“Las calles rebosan drogas que puedes usar para combatir la infelicidad. Y nosotros las usábamos todas”.
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