Entender nuestra fascinación por los vampiros no es complicado, pues los enamorados del amor sabemos que no hay nada más idóneo que perpetuar el lazo con esa persona que nos hace desear la inmortalidad para vivirla junto a él o ella. Pasar los días sin preocuparnos por las pocas horas que dura el día cuando nos recostamos en el regazo de la persona que amamos, entender la vida a su lado, tener más encuentros inolvidables, llenar el mundo con millones de recuerdos juntos y enamorarse de la misma persona cada día es parte de lo que vuelve tan exquisita a la inmortalidad de un monstruo que ama como ningún ser humano ha logrado: los vampiros.
Siempre fiel, incondicional y presente es como el amor entre estas criaturas de pieles pálidas y colmillos afilados nace y renace todos los días de sus vidas. En la eternidad, una pareja de amantes oscuros se prometen jamás abandonarse, siempre protegerse y nunca permitir sentirse solos; los míticos seres que han aterrado al ser humano desde la antigüedad son los mismos que nos hacen soñar con el utópico amor eterno, con la idílica pasión interminable y con la inmortalidad del deseo entre dos que jamás se dejarán de pertenecer el uno al otro.
Los bebedores de sangre son las mismas criaturas a las que el hombre ha envidiado toda su vida, pues además de su perfección física, su fortaleza bestial y su inmortalidad irremediable, son los amantes perfectos, los únicos que trascienden en el tiempo, que perduran aun en la adversidad y que se unen más en medio del caos. Estas míticas deidades son las únicas que han podido demostrar que el amor todo lo puede y que en este mundo sólo los amantes sobreviven.
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*La película que nos recuerda que decir “Te amo” no es la única manera de mostrar lo que sientes
“Sólo los amantes sobreviven”, además de una metáfora, es una película en la que precisamente una pareja de vampiros siente perecer en un mundo que a lo largo de cientos de años de vida los ha desilusionado una y otra vez. Y aunque Eva, la pareja de Adam, es más optimista sobre este caótico declive, también se siente consternada debido a que la sangre de los humanos ahora está contaminada, por lo que deberán encontrar una forma de alimentarse para sobrevivir.
A pesar de la situación, Eva y Adam, la pareja de vampiros que protagoniza esta película, parecen ser la única prueba ferviente sobre la Tierra de que el amor aún existe en su forma más sincera y salvaje. Sin importar los 3 mil años de Eva y los 500 de Adam, ellos aún sienten que les arde la piel cada vez que se acercan y sin importar qué tan distintas sean sus concepciones sobre este mundo, lo que más disfrutan hacer es contemplar su alrededor para juntos descifrar la razón por la que el hombre se empeña en destruir el mundo.
Cuando todo parecía, más que tranquilidad, resignación para Eva y Adam, su indestructible relación se ve alterada por la hermana de Eva, una vampira más joven que aún parece no encontrar su lugar y que se comporta como una criatura salvaje. Toda esta situación agrava la depresión de Adam, la cual comenzó desde que se dio cuenta de que su inmortalidad, increíblemente, se veía amenazada. Pero a pesar de la tristeza, el caos y la adversidad, ellos son capaces de encontrar la belleza en lo poco que les queda gracias a la compañía que uno significa para el otro.
“Cuando separas una partícula entrelazada y ambas partes se alejan la una de la otra, inclusive en lados opuestos del Universo, si alteras o afectas
a una la otra será afectada o alterada de manera idéntica”.
Así es como ellos viven su relación, la sobrevivencia de uno implica la eternidad del otro, por lo tanto, jamás se abandonarán. Trascender en el tiempo no tendría ningún sentido si no lo hicieran juntos, a pesar de tratarse de un enamorado suicida y de una agotada vampira, ellos harán todo por ver otro anochecer tomados de la mano, por hacerse todo tipo de preguntas desnudos sobre la alfombra y por bailar una canción más mientras detrás de sus cortinas negras se pone el sol.
*La película que nos enseña que la locura es un don y no una enfermedad
Tom Hiddleston y Tilda Swinton son los actores que interpretan a estos contempladores, pues más que una historia de vampiros, se trata del recorrido de la pareja por un mundo que inevitablemente se dirige hacia el fracaso. Así que el único ánimo que encuentran para no dejarse desvanecer es el amor que los une, el cual también parece matarlos cada vez que se separan por alguna razón.
Jim Jarmusch es el director de esta cinta dramática y romántica, la cual fue nominada para la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 2013. Él se empeñó en convertir a estos dos personajes en el medio con el cual el espectador logra identificarse con esa irremediable necesidad de sentirse amado y necesitado. “Sólo los amantes sobreviven” es el título perfecto para resumir el éxtasis que les provoca a ambos personajes conversar sobre la posibilidad de conseguir la eternidad juntos, de trascender en el tiempo y de vivir más vidas alimentándose el uno al otro de un poco de sangre limpia y mucho amor.
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Al igual que el romance y las historias de amor pueden convertirse en una salvación, existe otra parte de éste que nos puede llevar al borde de la locura y hay otras teorías que el cine también nos explica cómo el amor es más bien un gran rencor escondido.