Adaptar reconocidas obras literarias al lenguaje del séptimo arte se ha convertido en una actividad frecuente en el vasto universo cinematográfico. En Cultura Colectiva nos dimos la labor de recopilar la lista de notables expertos en la materia de las que son, a su punto de vista, las mejores películas basadas en un material previo.
Es importante mencionar que se contemplaron novelas, cuentos, sagas literarias, cómics y obras de teatro para elaborar las siguientes listas. No se tomaron en cuenta películas basadas en videojuegos o remakes.
La séptima entrega corresponde a Edui Tijerina Chapa, guionista de filmes como Cantinflas: La Película y Ghost In The Ring. Coordinador de contenidos de RIED (OEA) y tallerista de guion por más de 15 años.
Ran, de Akira Kurosawa (Basada en Leyendas de Mori Motonari y en la tragedia de El Rey Lear de William Shakespeare).
Este filme de mitad de los 80, con un presupuesto de alrededor de los 12 millones de dólares, se constituyó como la película japonesa más cara hasta entonces pero, sobre todo, en la última producción del Maestro. Aunque ya había explorado los terrenos shakespearianos (Una versión de Macbeth referida como Trono de sangre), el particular manejo de la fotografía, la progresión dramática y la profundidad psicológica y dinámica conductual de los personajes, dieron a Ran un nivel superior.
Orgullo y prejuicio, de Joe Wright
Con un guion de Deborah Moggach, basado en la novela homónima de Jane Austen, la que se publicó en enero de 1813 como un texto anónimo. Aunque la adaptación elimina un buen número de personajes y abrevia ciertas situaciones, procura el apego al perfil integral de los caracteres centrales y atiende la progresión dramática propuesta por la autora de la novela.
La Historia Sin Fin, de Wolfgang Petersen
Basada en la novela homónima de Michael Ende. Aun cuando esta historia ha sido tomada como base para dos secuelas cinematográficas, una serie animada y una de “acción viva”, nadie puede negar que fue la primera, de 1984, la que marcó (y sigue marcando) a generaciones de espectadores.
A pesar de que esa entrega no consideró la trama completa, es destacable el respeto a la red de personajes, los antecedentes de cada uno y el mantenimiento del “suspense” conforme progresa la línea narrativa.
Un tranvía llamado deseo, de Elia Kazan
https://www.youtube.com/watch?v=bmQcX8hE33w
Basada en una de las obras maestras del teatro del Siglo XX, surgida de la inspiración de Tennessee Williams. Esta producción de 1951 con Vivien Leigh y Marlon Brando, representó un gran reto de adaptación para Kazan, quien tiempo después declaró que sufrió el proceso aunque las satisfacciones que abrir los abanicos descriptivos de personajes, ambientes y procesos emocionales bien valieron la pena.
1984 (Diferentes versiones)
https://www.youtube.com/watch?v=7NEt0IUW180
Ha sido considerada una “novela cumbre” de la ciencia ficción distópica del Siglo XX (Junto con Farenheit 451, de Bradbury, y Un mundo Feliz de Huxley) ha tenido diferentes adaptaciones al cine. Los conceptos de “Big Brother” y “Policías del Pensamiento”, entre otros, han sido tratados y retratados en versiones directas (Destacando la de 1984, de Michael Radford con John Hurt y Richard Burton) y libres (Como Brazil, de 1985, con Jonathan Pryce y Robert De Niro, bajo la dirección de Terry Gilliam).
El séptimo sello, de Ingmar Bergman
Basada en la pieza teatral Pintura sobre tabla (del propio Bergman quien, por cierto, primero se leyó para un programa de radio y luego se montó para representación sobre escenario) en la que explora referencias apocalípticas. Esta cinta es considerada como una de las grandes obras del director que consiguió traducir la esencia teatral al lenguaje cinematográfico.
El Resplandor, de Stanley Kubrick
Basada en la novela de terror psicológico de Stephen King. Pese a que el autor de la historia expresó no haber quedado contento con la adaptación de Kubrick y Diane Johnson, analistas han insistido en que el trabajo de ajuste y “adecuación” de motivos de personajes y bits de tensión contribuyeron a que la anécdota de Jack Torrance pasara de un cuento de terror al status de “pieza maestra”, al grado –incluso- de que a partir de ello se desglosó y estableció lo que circula en redes como “la fórmula para una película de terror/horror perfecta”.
Macbeth, de Roman Polanski
Basada la obra de William Shakespeare. Esta adaptación de principios de los 70 se caracteriza por una severa y peculiar orientación a la violencia (por encima de la establecida en el texto original), explicada por muchos refiriendo la necesidad de desahogo del director tras la trágica muerte de su esposa.
El Gran Hotel Budapest, de Wes Anderson
Inspirada por los relatos de Stefan Zweig. Este caso en particular (premiada en categoría de “Guion Original”) no es estrictamente una adaptación, pero el haber tomado el universo, progresión, dinámica, perfiles de personajes y ritmo narrativo del austriaco, bien podría considerarse.
El niño con el pijama de rayas, de Mark Herman
Basada en la novela homónima de John Boyne. Para muchos, la adaptación –a cargo del autor y del director- superó por mucho al libro y la colaboración que incorporó la visión cinematográfica contribuyó a que la trama “creciera” como tal, aportando, incluso un final más conmovedor y con mayor peso en el mensaje.
Primera parte
Segunda parte
Tercera parte
Cuarta parte
Quinta parte
Sexta parte
Séptima parte