El amor es amor. Pero esto no le resta esa complejidad que surge cuando dos personas deciden estar juntas sin importar su género. La película “Tangerine”, dirigida por Sean Baker, nos adentra en las calles de la ciudad de Los Ángeles para presentarnos a dos prostitutas transgénero: Sin-Dee, interpretada por Kiki Rodríguez, y Alexandra, interpretada por Mya Taylor.
Ambas se encuentran celebrando la salida de prisión de Sin-Dee, quien piensa en rehacer su vida y reencontrarse con Chester, su novio y su proxeneta; Alexandra confiesa, accidentalmente, que Chester ha estado saliendo con una chica, así que Sin-Dee despertará su ira junto con sus celos y recorrerá la ciudad en busca de la mujer que ha estado durmiendo con su hombre durante su ausencia.
“Tangerine” nos introduce tanto en su historia que, por momentos, es difícil creer que esta película fue grabada con iPhones, por lo cual se puede creer que el aspecto visual y la fotografía están descuidados; al contrario, al estar grabada con esta herramienta brinda una cara inusual de Los Ángeles, y la hace lucir como si tuviera un filtro de Instagram, proporciona esa inmediatez que pocas veces se puede apreciar en la pantalla grande. Estos elementos junto con los personajes hacen la mezcla perfecta para que esta historia sea una película hilarante y explosiva.
El trabajo de Kiki Rodríguez como Sin-Dee y de Mya Taylor como Alexandra es digno de reconocimiento, ya que son actrices debutantes con poca experiencia en la actuación, pero ambos papeles provocan que nos adentremos en un mundo sin prejuicios, nos muestra que el motor de los personajes es en realidad el amor y la amistad, y no la traición o la venganza; se trata de personas comunes en situaciones cotidianas, en las que no importa el género, pues al final las emociones y sentimientos son iguales; lo que hace que el espectador se desapegue de los complejos sociales y se involucre de lleno en la historia.
“Tangerine” es una película inteligente, capaz de abordar distintos temas de la cultura LGBTTTI con ligereza, pero nunca con desinterés o falta de compromiso, sino como en realidad son. Deja de lado la postura victimizada de quienes pertenecen a ella, para enfocarse únicamente en que entendamos, y nos hace disfrutar de una buena historia, lo cual es una excelente forma de derribar prejuicios.
Algunos pros
—Es diferente visualmente, ya que está grabada con celulares.
—Rompe con los prejuicios y complejos sociales establecidos.
Algunos contras
—El ritmo es rápido por lo que puedes llegar a confundirte en la historia.
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Aún se tienen muchos prejuicios sobre la comunidad transgénero, ya que el desconocimiento y desinformación provoca ignorancia, así que conoce las fotografías de una pareja transgénero que vivió junta su transformación. Además, descubre cuál es la comunidad transgénero en Indonesia a la que se le negó creer en Dios.