La posmodernidad podría traducirse como el fin de la originalidad en el cine, superhéroes por un lado, antihéroes por otro, sagas infinitas, ventas de franquicias sobre explotables, apocalipsis y post apocalipsis… ¿qué pasaría con el hombre ante un cataclismo que pusiera en riesgo la existencia de la humanidad? Estos serían elementos para configurar el programa perfecto y contar innumerables historias de sobrevivencia y batalla. El post apocalipsis exige discusión; la lucha de algo para sobrevivir también.
En la película “Turbo Kids” se aborda el mismo tema de la enorme “Mad Max: Fury Road”: la lucha por el control de insumos básicos, en este caso, el agua, pero además se debaten otros temas como la humanidad del sujeto, o los límites de la moral.
“Turbo Kid” es una película estrenada en 2015, escrita y dirigida por François Simard, Anouk Whissell y Yoann-Karl Whissell, y a diferencia de las películas futuristas distópicas, ésta es futurista-retro, ambientada en 1997.
Visualmente es una mega obra, el director jugó con el pastiche a su antojo y lo hizo de una forma espectacular, es una obra maestra que expresa increíblemente bien la nostalgia del pasado, y lo llena de tintes futuristas.
Para aquellos que vivieron en los 80 y 90, les traerá recuerdos de los casetes, los sintetizadores y los efectos especiales que eran el auge de aquellos años. En esta cinta la chatarra es fuente de la subsistencia —al igual que se mostró en la última cinta de Star Wars—, y a diferencia de “Mad Max” no existen los combustibles, pues el principal medio de transporte es la bicicleta, algo genial.
Imagina persecuciones entre malosos y los buenos, que con armas mortales y bicicletas tiradas en el piso desatan batallas al estilo gore de los 80, con sangre muy líquida, transparente y que salpica a cinco metros de distancia.
Una película en la que un héroe sufre en un clima ocasionado por robots que intentaron gobernar el mundo —¿te recuerda “The Matrix” de las Wachowski?—, donde así como hay violencia, también hay fantasía y guiños a superhéroes, a juguetes que tuvimos cuando éramos niños, combinado con aventura y drama.
Adecuada para los fanáticos de la ciencia ficción, de las peleas, las exageraciones, las sátiras y las retóricas visuales, “Turbo Kid” debe ser vista por los ojos más curiosos y las percepciones listas para exclamar un ¡wow!
En alguna crítica se mencionaba que esta cinta tiene todo para convertirse en una película de culto, pues es nueva y vieja al mismo tiempo, habrá que esperar a que el tiempo decida si deberíamos recordarla como a “Blade Runner”, “The Clockwork Orange” o “Metrópolis”.
En España se lanzó al mercado una edición especial limitada con 997 unidades numeradas, que incuyen Blu-ray, DVD, un disco compacto con el soundtrack “Chronicles of the Wasteland” de Le Matos y, sí, una versión VHS para el friki que quiera ver o conservar el filme en su versión análoga.
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