En un par de días se cierran las votaciones de la Academia y pronto conoceremos la lista de nominados para los premios Oscar 2018. Si bien, muchas de las películas que se especula serán nominadas ya han sido estrenadas en las salas de cine a nivel internacional, otras de las favoritas aún no han tenido su estreno internacional o sólo se proyectan en salas de cine independiente. Pero no te preocupes, aún tienes hasta el 5 de marzo —día de la esperada ceremonia en la ciudad de Los Ángeles— para ponerte al corriente con la lista de favoritas a la estatuilla.
A continuación, te recomendamos 4 películas que no te debes perder este inicio de año. No sólo porque seguro arrasarán en la temporada de premios —como lo demuestra el premio Golden Globe a Mejor Película para una de ellas—, sino porque cuentan historias novedosas; los temas y los protagonistas son representativos de grupos sociales que no estamos acostumbrados a ver en la pantalla grande. Puede que te gusten o que las odies, pero sin duda vale la pena verlas y llegar a tus propias conclusiones, ser el jurado de tus propios premios a lo mejor del cine.
1. I, Tonya, de Craig Gillespie
La reciente creación de Gillespie revive aquel drama noventero de Tonya Harding, considerada en su momento como la mejor patinadora americana, quien se deshizo de su rival más cercana por las malas. Aquel suceso fue un escándalo televisado que terminó por destruir la carrera de Harding, quien pasó de ser un ídolo a convertirse en la villana, y luego a un simple chiste mundial. De esta premisa se sirve su director para construir un filme eficiente. La cinta es transgresora; difícil de guardar en un cajón, se maneja en las mieles del dramedy. Su mayor mérito es el increíble montaje. A pesar de ello, está llena del ”cigarrillo cliché” para hacer interesante a sus personajes. Por otro lado, la mirada directa a la cámara en momentos no parece bien lograda; saca de cancha y te hace perder la fe. Finalmente, el filme es un buen intento para limpiar la imagen de Harding y recargar de culpas al gordo bobato de la historia, que asumo ha de estar revolcándose de histeria.
https://www.youtube.com/watch?v=fqrsjEs3s1o
2. Lady Bird, de Greta Gerwig
Vaya revuelo que ha provocado esta cinta, y se comprende perfectamente. Desde el inicio nos atrapa con un ritmo frenético, y es poco probable que puedas despegarte en el resto. Para entonces los exquisitos diálogos ya te habrán engullido para dominarte hasta el final. Saoirse Ronan —la joven actriz que interpreta a la protagonista— no necesita mucho para brillar, de lejos su mejor exposición hasta ahora; mientras que la directora Greta Gerwig demuestra madurez a la hora de convertir algo modesto en una cinta sumamente ambiciosa. Es la historia mil veces contada del fin de una era adolescente y del colegio, contada casi de manera convencional; pero es en ese ”convencional” que Gerwig logra destacarse como si llevara años dirigiendo.
https://www.youtube.com/watch?v=dDreCk5SMOA
3. Three Billboards Outside Ebbing, Missouri, de Martin McDonagh
Esta cinta fue la ganadora más reciente del Golden Globe a Mejor Película; pero a muchos les parecerá más bien un intento frustrado de forzar excesos para asombrar. Su trama esencial es potente, pero se quedan en la nada por su defectuosa dirección. Es imposible no recordar a Hell Or High Water con una descarada hipérbole a la misma en su final. Los destellos a True Grit tampoco escapan, intenta rememorar la misma simpatía y nostalgia de aquella. La manera de sobremusicalizar momentos irrumpiendo en medio del ritmo pausado muy natural del filme hacen que te encuentres con algo más parecido a un telefilme, quizá con un capítulo decente de serie de tv de viernes en la noche. Con ”decente” es suficiente. Es allí donde McDonagh obliga a la historia a mostrar algo que no es. Afortunadamente, Sam Rockwell, que personifica a Dixon, salva totalmente el metraje con su desborde de talento que ya nos había mostrado en la rareza de Moon. Por otro lado, las referencias a los Cohen están más que dichas. Es un filme de trampas y puede que sea la opción más ”americana” y complaciente.
4. Call Me by Your Name, de Luca Guadagnino
La cinta es un hermoso ejercicio de Guadagnino que a veces destella a la idiosincrasia italiana y griega, al hedonismo y al bello arte del amor simple. Probablemente sea el mejor filme de romance gay desde Brokeback Mountain y Carol, e incluso los supera con mucho mérito. El valor del pequeño gran Timothée consume toda la pantalla; osado, pícaro, melancólico y contrariado, como cualquier adolescente, brinda probablemente la mejor interpretación masculina del año hasta ahora. Hammer también dialoga con talento la clase magistral de su compañero de reparto. Por otro lado, Stuhlbarg es modesto pero lo suficientemente contundente para enamorar; íntimo y nostálgico, rememora lo más preciado y secreto del hogar. Su discurso en la última escena es más que suficiente para llevarlo a un rincón personal de recuerdos cinéfilos. Por su parte, “Mystery of Love” es una gran canción y ha sido reconocida por la crítica; pero es realmente “Visions of Gideon” la que brinda todo el espectáculo catártico en la trama, y es una pequeña creación del músico Sufjan Steven, quien sin duda debería estar en pugna por el Oscar. Este es probablemente el film más completo del año, desafiante y visualmente bello.
**
No podemos negar que los premios Oscar nos llenan de ganas de hacer un maratón de las películas nominadas y sentir que formamos parte del jurado. Si estás listo para convertirte en un experto, te compartimos este artículo sobre las películas más premiadas que puedes ver en Netflix. Además, no te pierdas las 50 mejores películas según el Festival de Cannes.