Hoteles de paso, alcohol, dinero, libertad y prostitución son sólo algunas de las características que Andrea Arnold, directora de American Honey, enfatizó como las principales problemáticas de la juventud estadounidense; en un formato que intriga por su manera de combinar el documental al estilo de una road movie y con una fascínate dirección de cámara, en esta película se interpreta la realidad de un sector que no precisamente describe al sueño americano.
La directora, además de apostar por un casting joven y poco experimentado, también se arriesga a narrar una historia cruda y delicada de amores confusos. Una relación complicada entre Jake (Shia Lebouf) y Star (Sasha Lane) se desencadena cuando por casualidad se encuentran en un supermercado, él la convence, con la promesa de llevar un vida llena de viajes, amigos, diversión, dinero, mariguana y mucho alcohol, de trabajar con un grupo que se dedica a cruzar el país vendiendo revistas door to door. Star, una chica sin nada que perder y mucho por aprender, decide hacerlo, tomando la oportunidad a una nueva vida. La libertad y el deseo por la independencia hacen de estos jóvenes un nuevo paradigma social.
Diferentes realidades, mismos problemas. Casas pobres donde la crianza se vuelve la irresponsabilidad de padres en busca de metanfetamina, casas donde la opulencia toma el lugar de la educación moral.
Sin importar cuál de las vidas le tocara a los jóvenes que vemos en pantalla, todos han tomado ese camino con el mismo afán: la autosuficiencia y la madurez afectada por las impertinencias de la vida.
La nostalgia y la angustia de no pertenecer a ningún lugar, la desdicha de ser mujer en un mundo superficial, donde el cuerpo femenino es el recurso que determina ser buen o mal vendedor; la dicha de encontrar el amor en lugares inesperados, la esperanza que se crea entre la música y los atardeceres de largos trayectos en carretera, son algunos de los aspectos que podemos observar en este filme, y que nos lleva, junto a los protagonistas, por un viaje hacia el interior, a pesar de no querer hacerlo.
Arnold apuesta por mostrar el lado oscuro de una juventud abandonada, cobijada por la sociedad actual de cualquier dudoso suburbio. American Honey es una película que definitivamente se tiene que tomar en cuenta (lejos de su reconocimiento en Cannes) por la manera y la madurez en que esta directora británica analiza una parte fracturada de la sociedad, llevándola a la pantalla a través de un gran manejo de tomas e imágenes magistrales, respaldadas por un soundtrack que no deja perder el hilo de la historia. Esta película, recién estrenada en muchos países de Latinoamérica, merece una oportunidad de ser observada por todos.
Andre Arnold Para tiene en su filmografía dos series de tv: Transparent (2015-1026) y Coming Up (2003), así como los cortometrajes Wasp (2003), Dog (2001) y Milk (1998); sin embargo, son sus películas las que siguen una línea narrativa y visual que define el sello de la inglesa. A continuación te presentamos tres películas que te darán una mayor idea de la trayectoria de Andrea Arnold:
Wuthering Heights (2011)
La película basada en la novela de Emily Brönte, nos atrapa —más allá de la trama conocida por muchos— por su estética y el manejo de cámara; además, los colores que utiliza te hace sentir dentro de las páginas amarillentas de un libro valioso custodiado en una gran biblioteca. Mostrar la esencia humana es una de las preocupaciones más recurrentes, y Andre tomó una de las novelas más aclamadas de la literatura para ayudarse en la tarea.
https://www.youtube.com/watch?v=kUWOCd894-Q
Fish Tank (2009)
Mía es una joven de 15 años que encuentra cada vez menos motivos para vivir: tiene mala suerte en el colegio, casi no frecuenta a sus amigas y vive una relación disfuncional en casa. Arnold, junto con un reparto de calidad, nos sumergen en la vida de todos los personajes, mostrando los detalles de cada uno, intentando que no nos quedemos con una visión particular, sino una que abarque otros puntos de vista. Una muestra de los aspectos decadentes que todos los seres humanos tenemos como parte de nuestra personalidad.
Red Road (2006)
Siendo fiel a su paleta de colores, podemos encontrar tomas en sepias y calidez abundante, sin dejar de lado las atmósferas de tensión que crea, apoyándose en la música y en los planos que causan un poco de ansiedad. Red road, al igual que sus otros largometrajes, muestra aquello que los seres humanos escondemos detrás de una careta de cotidianidad. Este thriller nos cuenta la historia de Jackie, una mujer que trabaja observando cámaras de seguridad, intentando proteger a quienes están a muchos kilómetros de distancia con sus ojos; pero un día, un sujeto que no creía, ni quería volver a ver, se hace presente. Es entonces cuando se da cuenta que necesita enfrentarlo de una vez por todas.
No hay pretextos para esperar, indaga en el trabajo de esta ganadora del Oscar y encuentra las razones por las que la crítica la aclama tanto, notarás que no exageran cuando dicen que es una de las mejores directora de su generación.
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Hay muchos directores que en los últimos años han ganado fama y reconocimiento por parte de la crítica —igual que abucheos—, para muestra te dejamos Neon Demon y otras películas que debes ver para entender lo más crudo de la condición humana.