La guerra más estremecedora del siglo XX no se disputó en una serie de confrontamientos bélicos que devastaron sociedades enteras como durante el Holocausto; sin embargo, la cantidad de afectados a causa de tal disputa ideológica es incalculable: la segunda mitad del siglo XX estuvo sujeta a lucha por el dominio del mundo entre el régimen comunista y el frente occidental.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la carrera por el desarrollo tecnológico se inició como una competencia entre las potencias que se disputaron el botín. La URSS, por su parte, intentaba establecer las bases de una sociedad apegada a los principios de la filosofía marxista-leninista; el otro bando estaba liderado por los Estados Unidos de Norteamérica y la filosofía mercantil de Milton Friedman, con respecto a la injerencia del estado en los asuntos económicos y la libre circulación del comercio; la línea discursiva de ambos bandos giraba en torno al establecimiento de un modo de producción dominante.
El roce más cercano pero espeluznante se dio en el año de 1962 con la llamada Crisis de los Misiles, la cual estuvo a punto de hacer colapsar al mundo entero. Los dos frentes se vieron cara a cara después de que los departamentos de espionaje de cada bando detectaran rampas de misiles camufladas en Cuba y Turquía —hay que recordar que para entonces el Gobierno de Fidel Castro ya había roto todo vínculo con EE UU y mantenía relación activa con la URSS—. El gobierno estadounidense reaccionó inmediatamente desplegando una “cuarentena defensiva”, y rodeó a la isla de unidades militares. Nikita Kruschev y J. F. Kennedy negociaron la remoción urgente de la plataforma de misiles en Cuba, así como la base de misiles nucleares norteamericana ubicada en Turquía.
Del 14 al 26 de octubre de 1962, el mundo como lo conocemos estuvo a punto de ser devastado por una guerra nuclear; para bien de la humanidad, se resolvió a tiempo el conflicto y permitió la “coexistencia pacífica”, ya que luego de este hecho histórico, el desarrollo armamentista y la expansión ideológica se intensificaron.
Los medios para aventajar dicha contienda fueron distintos. En el cine podemos ubicar simbolismos que hacen referencia a esta disputa ideológica. Por ejemplo, ¿te has preguntado por qué en las películas hollywoodenses el villano que porta el color rojo es ruso o trabaja para países que pertenecieron a la URSS? o ¿por qué los villanos en las películas de superhéroes defienden una ideología de corte socialista o comunista? Esto en realidad no es ninguna coincidencia.
Durante este periodo el desarrollo tecnológico se disparó, pero como en toda contienda siempre habrá un vencedor, Occidente comenzó a tomar ventaja con una artimaña muy sucia; Naomi Klein, autora de “La doctrina del shock”, teoriza el método utilizado para el derrocamiento de gobiernos de izquierda en distintos puntos geográficos del mundo. Las dictaduras más rígidas de Latinoamérica fueron prácticamente implementadas por la punta de la lanza de Occidente: Estados Unidos y la aparición de los neoliberales, los gobiernos de izquierda propiciaron el desarrollo de “la guerra sucia”, una artimaña que dejó miles de desaparecidos en México, Argentina, Bolivia y Chile principalmente, y mostró así el lado más inhumano del modo de producción vigente hasta ahora.
Pocos proyectos se han enfocado en utilizar al medio cinematográfico como una vía para divulgar una serie de ideas, en la que inciten a la reflexión o motiven el desarrollo intelectual. Si hacemos a un lado ese cuento trillado que nos dice que los villanos son rusos, visten de rojo o leen a Marx, existe otro tipo de historias que nos muestran múltiples realidades en una especie de comparación. Quizá no son producciones ‘taquilleras’ que no ofrecen 120 minutos de disparos y explosiones, pero contribuyen a nutrir la perspectiva histórica mundial. Además, siempre existen dos versiones de la historia.
Es probable que Lukas Modysson sea el director que más se haya acercado al planteamiento de una realidad dividida por la ideología, utilizando como vehículo al núcleo familiar en una nación que vivió la división de la Guerra Fría. Así que déjate envolver por historias que tuvieron gran trascendencia y te ayuden a comprender los momentos clave de la humanidad, a través de esta recopilación de películas que están asociadas con el tema:
“Tillsamans” (Suecia, 2000) — Lukas Modysson
Lukas Moddysson hace una excelente exposición de lo que solían ser los valores culturales de una sociedad fragmentada por los dos frentes ideológicos.
“Into the Wild” (Estados Unidos, 2007) — Sean Penn
Cansado de la decadencia material de la sociedad moderna de Occidente, Christopher Mcandless decide exiliarse de esto para volverse autosuficiente y exponerse a la supervivencia del mundo natural.
“Adiós a Lenin” (Alemania, 2003) — Wolfgang Becker
https://www.youtube.com/watch?v=ZH8o68Yrwbc
Wolfgang Becker nos cuenta una cara de la moneda distinta: Alex es un joven que vivió la división de Alemania y a pesar de que su familia es de tradición política comunista, su inclinación por la vida occidental es inocultable. Una historia que narra la caída del régimen comunista y la liberación de las fronteras económicas.
“Cuando el destino nos alcance” (Estados Unidos, 1973) — Richard Fleischer
Una nueva crisis en 2020 tiene sometidos a millones de habitantes alojados en la ciudad de Nueva York a condiciones de vida realmente deplorables, provocadas por el estilo de vida occidental. Thorn y Roth indagan en los ingredientes de un nuevo tipo de producto al cual le atribuyen la parálisis de una rebelión.
“Good Morning, Vietnam” (Estados Unidos, 1987) — Barry Levinson
La guerra por la dominación del mundo tuvo un episodio que estremeció las entrañas del frente occidenta. La guerra de Vietnam activó diversas organizaciones civiles que defendían causas como los derechos humanos, y movimientos en contra del racismo y la corrupción. Conoce la realidad de la única guerra que perdió Estados Unidos y que ha sido difuminada por los aparatos ideológicos, haciéndole creer al mundo que en verdad ganaron. “Good Morning, Vietnam” es una revelación de cómo se manejó la censura de un país en guerra para evitar mostrar las consecuencias de los actos de su gobierno a los ciudadanos.
“V de Vendetta” (Estados Unidos, 2005) — James McTeigue
Un maestro de la conspiración (John Hurt) emprende un plan para castigar a los líderes políticos y derrocar a un régimen totalitario, y con un extraordinario plan que lleva a cabo con su recién conocida Evey (Natalie Portman), tiene el único objetivo de devolverle al pueblo su libertad y a la vez conseguir su venganza en contra del estado.
“La noche de los lápices” (Argentina, 1986) — Héctor Olivera
Un grupo de estudiantes es secuestrado por el régimen de Videla en Argentina, acusados de comunistas por pertenecer a la rama juvenil del peronismo revolucionario. El énfasis real de esta película es mostrar los métodos de control de un presidente que protegía los intereses del frente occidental por encima de los de su nación. Videla fue uno de los neoliberales que contribuyeron a la colonización económica de Latinoamérica.
“Rumores de guerra” (Estados Unidos, 2003) — Errol Morris
Robert McNamara, secretario de Estado de los gobiernos de Kennedy y Johnson, revela en este documental algunos puntos con respecto a la Guerra de Vietnam, la crisis de los misiles y el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki, entre otros temas.
“Trece días” (Estados Unidos, 2000) — David Self
Una película que muestra el proceder de J. F. Kennedy ante el conflicto con la URSS, y enfatiza el estado de crisis y de alerta que se vivía ante una posible guerra nuclear.
“Borrar de la memoria” (México, 2010) — Alfredo Gurrola
Alfredo Gurrola canaliza el fenómeno del 2 de octubre de 1968, uno de los movimientos más influyentes en la historia de la juventud mexicana, que hizo retumbar las calles de la capital por primera vez en la historia. Independientemente de la trama de amor que aparece como entremés, la película nos sumerge en un México intolerante, en el que pensar diferente te costaba la vida. A este fenómeno se le conoce como la guerra sucia, uno de los métodos más extremistas del bando occidental para erradicar a la ideología izquierdista.
“Cementerio de papel” (México, 2007) — Mario Hernández
Mario Hernández y Alberto Estrella son los artífices de esta gran producción. “Cementerio de papel” es una película que adentra al espectador en el fenómeno histórico de la guerra sucia en territorio mexicano, ya que los años 70 fueron una etapa muy oscura para la libre expresión.
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Los métodos extremistas y el pretexto de la guerra han sido la artimaña más sucia de grandes potencias como Estados Unidos. Hoy más que nunca tenemos que recurrir a la memoria colectiva para aprender del pasado y crear consciencia para el futuro, por eso estas 7 películas históricas que puedes ver en Netflix te ayudarán a conocer más de los hechos que han marcado al mundo.