Desde los años 50 y 60 se ha perseguido a la cultura sueca con el afán de conseguir un poco de su osadía, de su furia pecaminosa o de su moral contestataria, pero ¿por qué? Quizá no exista lugar en la tierra más abierto a la sexualidad y la diversidad de sus prácticas que Suecia. Bueno, tal vez allí está Noruega y su serie Pubertet como bastión de la educación sexual, pero nada como la naturalidad, vinculación y enlace que ha logrado el país escandinavo desde hace décadas.
Desde tiempos que resultan difíciles de registrar, Suecia ha sido una nación abierta y liberal en cuanto a estos temas se refiere; podemos ver dicho avance en sus políticas de tolerancia e inclusión, así como en las producciones artísticas o la construcción de lenguaje con el paso de los siglos.
En contraparte de EU o América por completo, Suecia se ha posicionado siempre a años luz si hablamos de género, multiplicidad de enfoques y temas sexuales, aparte de representaciones variadas en dicho campo. Tenemos a Bergman como uno de los ejemplos más brillantes de estos ejercicios y reconstituciones; también podemos admirar a sus músicos en la historia del espectáculo como paladines de la erotización en un mundo muchas veces conservador y a sus actores como sujetos de deseo encarnado para el deleite del público.
Dicha reputación se mantiene hasta hoy y su cine como una de las alternativas más laxas para el goce de la sexualidad en pantalla, puedes constatarlo en un abrir y cerrar de manos mientras leemos la siguiente lista y nos permitimos ser seducidos por sus historias, actores y guiones. Adulterio, incesto, zoofilia, desnudos explícitos para una época persignada y dolores que provocan placer, son tan sólo unos cuantos de los porqués para ver una cinematografía que impactó al mundo entero y nuestra manera de crear arte visual.
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Un verano con Mónica (1953)
Ingmar Bergman
https://www.youtube.com/watch?v=YJcCLUlr8ec
En un retrato de la armonía y la adolescencia desilusionada ante la incertidumbre del destino, el retraído Harry conoce a la voluptuosa Mónica en un café de Estocolmo. Una mujer que causó revuelo el siglo pasado por desnudarse e interpretar a una mujer adúltera, misma que puso en jaque la moral del mundo todavía poco preparado para protagonistas como ella.
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El silencio (1963)
Ingmar Bergman
https://www.youtube.com/watch?v=V2dMM98pVm8
La historia de Ester y Anna y el conflicto entre juicios morales e instintos son los puntos centrales en este filme para que, poco a poco, los espectadores nos cuestionemos por la dirección de los seres humanos en términos de deseo o razón. Esta película fue censurada en muchos países o incluso prohibida.
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491 (1964)
Vilgot Sjöman
https://www.youtube.com/watch?v=mgVXYg6efr0
Adaptación de la controversial novela de Lars Görling que causó revuelo por su ataque a instituciones gubernamentales, fallas políticas, falta de oportunidades para la juventud, la delincuencia y una ligera pero sugerente aproximación a la homosexualidad y la zoofilia.
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El fuego (1966)
Vilgot Sjöman
Una pieza isabelina de decadencia moral que ubica el tabú del incesto a partir de Jacob, un joven noble que se reencuentra con su hermana Charlotte tras una larga ausencia, y se entera de que está comprometida con un hombre de la corte, experimentando una serie de sentimientos que poco aceptaríamos en un hermano “decente”.
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Adorado John (1964)
Lars-Magnus Lindgren
Ésta es la historia sobre un solitario pescador abandonado por su esposa, el cual conoce y se enamora de una madre soltera; relato visual basado en la soft porn de Olle Länsberg, misma cuyos destellos de ternura y sofisticación narrativa asombraron al público.
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Juegos nocturnos (1966)
Mai Zetterling
https://www.youtube.com/watch?v=SofbfBfAZw4
Jan, quien para averiguar la causa de su impotencia y fracasos de alcoba, visita el castillo donde pasó su niñez. Un festín de imágenes sobre incesto y orgías de su pasado vienen a su mente y dirigen referencias múltiples a la historia del arte; por ejemplo, al Jardín de las Delicias del Bosco.
Suecia encontró en el cine la oportunidad de mostrar sus inquietudes sobre sexualidad, resaltando ciertos rasgos sociales y políticos que aquejaban a la sociedad sueca a mitades del siglo XX y al planeta entero en cuestiones de política, liberación, entendimiento e innovación ideológica. ¿Deberíamos volver la mirada hacia el pasado y recobrar un poco del erotismo olvidado para seguir emancipando a hombres y mujeres por medio del arte? Seguramente, porque a paso lento, pero hemos perdido esa rabia sensual en pantalla.