Después de cocinar a su mascota y destrozar la posesión mas preciada de su exnovio, un Audi del año al que le restregó los restos de tripas y sangre del pobre animal, decidió que era buena idea enviar copias de las fotografías que comprobaban la infidelidad de su ex a todos los empleados de la empresa donde ambos trabajaban. Por último, ella se dedicó a calcular la mitad exacta de todos los bienes materiales que él había comprado para su nuevo departamento. Cuando terminó de trazar con un gis blanco la línea que dividía cada objeto por la mitad, cortó con una sierra eléctrica toda los muebles, electrodomésticos y aparatos que le pertenecían a él.
Este relato no es ninguna ficción, se trata de una lista de venganzas reunidas por “El Confidencial” con las que algunas mujeres planearon cobrarse todo el daño que sus exparejas les hicieron. El despecho, la mentira y el abandono son algunas de las motivaciones que una mujer tiene para convertirse en un ser frío, calculador y vengativo. La realidad es que sea cual sea la razón debemos aceptarlo: el género femenino es el más noble, abnegado y entregado, pero también es el que puede llegar más lejos al buscar justicia por sus propias manos.
De hecho, las anécdotas reales de muchas mujeres de todas las edades han inspirado diversas series, grandes libros e impactantes cintas. La determinación con la que una mujer lastimada y fúrica actúa es tan sorprendente como inexplicable, por ello el séptimo arte ha explotado este recurso múltiples veces. Más allá de una historia sobre mujeres asesinas, este tipo de películas nos ayudan a recordar que los seres más fríos, calculadora y vengativos de este mundo somos nosotras.
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“Terapia de riesgo” (2013) – Steven Soderbergh
La motivación: el cúmulo de años separada del amor de su vida.
El cálculo: dejar sin nada a la persona que primero amó y que después la dejó completamente sola.
La venganza: fingir que aún siente algo por él para tenderle una trampa que lo arruinará el resto de sus días.
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“Infidelidad” (2002) – Adrian Lyne
La motivación: la frustración de una vida perfecta y vacía.
El cálculo: una doble vida en la que juegan un matrimonio impecable y un secreto imperdonable.
La venganza: una infidelidad sin culpas ni remordimientos.
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“La chica del dragón tatuado” (2011) – David Fincher
La motivación: años de abuso y tortura por parte del sexo opuesto.
El cálculo: un plan infalible que arruinaría a todos los que le han hecho daño.
La venganza: asesinar, herir y desfalcar a todos los que le quitaron lo que le pertenecía.
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“Herida” (1992) – Louis Malle
La motivación: conquistar a todos sus caprichos sin importar cuánta destrucción traiga consigo esa decisión.
El cálculo: estar de lado de sus aliados, pero aún más cerca de sus enemigos.
La venganza: jugar con los sentimientos de quien ella considera sólo un juego.
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“Emilie” (2016) – Michael Thelin
La motivación: un evento desafortunado que la ha perseguido toda su vida.
El cálculo: pretender ser alguien con las mejores intenciones.
La venganza: hacerle daño a quien no se lo merece sólo para curar sus propias heridas.
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“Justicia personal” (2015) – Fouad Mikati
La motivación: una agresión por parte de un completo extraño.
El cálculo: averiguar todo de él para saber cómo destruirlo.
La venganza: ganarse su confianza para asegurar una revancha invicta.
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“Hermanas perfectas” (2014) – Stanley M. Brooks
La motivación: una vida problemática a causa de los errores de su madre.
El cálculo: aniquilar el problema desde la raíz sin importar las consecuencias.
La venganza: desprenderse de cualquier lazo que las ate a su agresora para poder acabar con ella sin ningún remordimiento.
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“Detrás del poder” (2013) – Javier Colinas
La motivación: un ambición de éxito y poder incomparable.
El cálculo: manejar a todos a su alrededor sin involucrar el corazón.
La venganza: llevar a alguien más al poder para después hacerlo caer desde lo más alto.
Este compilado de filmes se encuentra en Netflix; cada una de estas historias te harán repensar sobre esas veces que imaginaste la peor venganza contra aquél que te rompió el corazón o contra la que te quitó lo que era tuyo. ¿En verdad sabes hasta dónde eres capaz de llegar? Recuerda que la furia y el dolor son la peor combinación para decidir qué hacer cuando no hay otra salida más que el cálculo de una fría y súbita venganza.