Con el avance de la tecnología, la apertura del libre mercado y la sobrepoblación de la Tierra se ha proclamado con frecuencia el final del amor. Dicho de otro modo, la misma estructura social que el ser humano ha levantado hasta los cielos, día a día sepulta un metro más la naturaleza del eros.
En la obra “Por qué duele el amor”, la socióloga Eva Illouz describe que una de las causas del enfriamento de la pasión se debe a que los estratos ideológicos y sentimentales que rigen la vida del ser humano han empezado a basarse en una lógica comercial, es decir, en el intercambio de unos bienes por otros. Esta idea ya había sido manejado anteriormente por Erich Fromm, aunque por la lejanía de una posmodernidad, fue menospreciada.
Si sumamos que la tecnología ha destruido los límites de la vida, nos encontramos ante un mundo ilimitado, en el cual tenemos un número casi infinito de elecciones. Si hacemos un puente entre las dos ideas, se encuentra la razón por lo que llegamos al final del amor.
Al ser una maquinaria indivisible el comercio y la tecnología, estamos inmersos una lógica del “todo puedo conseguir”. No importa cuál sea tu más profundo deseo, si tienes el necesario poder adquisitivo o mejor dicho, la cantidad suficiente de dinero, lo tendrás entre tus manos
Este agresivo y fatal pensamiento también transgredió con la verdadera naturaleza del amor. Al haber un número infinito de personas en un mundo donde la tecnología puede ayudarte a entrar en contacto con el mismo número de parejas potenciales, el impulso por conseguir lo mejor nos hace querer abarcar todo y a la vez no tomar nada.
Actualmente, no te enamoras de alguien porque crees que puedes conseguir algo mejor. Sabes que las posibilidades son infinitas y no hay límites que te detengan. Por eso existe una urgencia por preservar el primer amor, aquél que se vivió en el momento más inocente de tu consciencia, cuando aún no te interesaba ser el mejor, teniendo lo mejor.
Quizá el primer amor sea el último que sientas en verdad. Seguramente ya lo viviste y ahora estás sumergido en un mundo de apariencias que te impiden volver a estremecerte ante una simple mirada.
Para recordar el casi extinto sentimiento, aquí te presentamos las mejores películas que han tratado de revivir la experiencia del verdadero amor, ése que te cambia para siempre.
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“Great Expectations” (1998) – Alfonso Cuarón
Inspirada en la novela homónima de Charles Dickens, ésta es la historia de un artista que desde su infancia vivió enamorado de una sola mujer. Ella, con pleno conocimiento de su gran belleza, lo seduce y lo encanta, pero nunca formaliza una relación con él. Así nos internamos en un círculo amoroso que ilusiona y hiere hasta que la vida acomoda todo en su lugar.
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“Jeux d’enfants”
Por debajo de la exitosa cinta “Amélie”, esta película nos muestra, de una manera irreverente, la transformación de unos niños que afirmaron sus lazos con un juego de retos, a adultos, cuando están completamente enamorados el uno del otro.
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“Before Sunrise” (1995) – Richard Linklater
Dos jóvenes se encuentran por casualidad en las calles de París. Él es americano y viajó hasta el otro lado del mundo en la búsqueda de un amor muerto. Ella sólo estaba de paso. Cuentan con escasas horas para conocerse, enamorarse y partir de vuelta a casa. La grandeza de la película se centra en la profundidad de sus diálogos, la reflexión de dos principiantes en el amor.
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“The Graduate” (1967) – Mike Nichols
Tras graduarse de la universidad, un joven es seducido por la mamá de su enamorada. La película nos muestra lo difícil que resulta hacer la mejor elección a tan corta edad. Esta película es un clásico del género, ninguna persona que abogue por la importancia del primer amor debe perdérsela.
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“Christiane F” (1981) – Uli Edel
Christiane es una adolescente de Berlín de apenas 14 años que poco a poco se vuelve adicta a la heroína mientras disfruta de su primer amor y el rock. Si hablamos de que un amor puede cambiar tu vida, éste es el ejemplo perfecto.
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“Lolita” (1997) – Adrian Lyne
https://www.youtube.com/watch?v=gL-pjAKshvY
El símbolo de la joven ninfa seductora surgió de este relato que fue escrito por primera vez por Vladimir Nabokov en 1955. En esta adaptación podremos observar la relación entre un profesor y su estudiante, la cual se consume ante un sinfín de dificultades y prejuicios. La cinta sirve para reflexionar sobre el amor adolescente y contrastar el pensamiento de un ser maduro.
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“Submarine” (2012) – Richard Ayoade
Un niño se enamora perdidamente de una de sus compañeras de clase. En la búsqueda de conseguir su amor y perder su virginidad al llegar su próximo cumpleaños, se encontrará a sí mismo e impedirá que su madre abandone a su padre.
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“El Lado Oscuro del Corazón” (1992) – Eliseo Subiela
https://www.youtube.com/watch?v=p9SUuCyyMcY
Aunque los personajes no cuadran en la línea adolescente, la violencia e intensidad con la que envuelven a los protagonista es igual a la del primer amor. Si hablábamos de un amor natural, verdadero, no hay mejor ejemplo del sentimiento que vivió este poeta.
El primer amor es el más puro, pero inevitablemente llegan a su fin. Es la ley de la vida, pero no significa que desaparecerá para siempre. La vida nos ha mostrado que en la juventud avanzada, aún podemos volver a enamorarnos.
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