Dejar ir es un don que pocos tienen. Por lo menos, yo no.
Soy de esas personas que en lo más cotidiano y estúpido, como el olor de una vieja lapicera escolar o el frío que cala los huesos al salir por la mañana, recuerda con nostalgia cosas que indiscutiblemente debían terminar. Los “amigos” hallados en medio de un salón de clases o la despreocupación estudiantil que nos gobernaba en los años de preparatoria, por ejemplo.
Soy un hombre despreciable porque un hueco en el estómago me arruina la vida entera si extravío objetos insulsos; como aquel sacapuntas que tanto me gustó en el supermercado, esa envoltura de chicles que compartí con alguien especial o la nota de un libro que regalé y hubiera preferido comprar para mí. Seguramente estoy enfermo porque a todo le doy una carga emocional o le genero un vínculo personal que no debería. No lo sé.
Cuando pequeño esto era más problemático aún. Recuerdo que guardaba planillas de stickers completas, nuevas, relucientes y sin usar, porque prefería la idea de mantenerlas intactas y dispuestas para mi placer visual que usarlas como adorno en libretas, estuches o libros. Mi familia nunca me reprendió por perder nada, pero ese horrible pesar al extraviar un libro o un color incluso significaba tardes de infierno para mí; no porque esto conllevara un grito o un golpe, sino porque mi caja de 72 lápices ahora sólo tendría 71. ¿En dónde carajos iba a conseguir ese maravilloso Azul Copenhague después?
Sí. Tengo una enfermedad. Quizá se llame obsesión o tan sólo sea una necesidad de hacerlo todo personal, probablemente se esconda detrás un deseo malsano de llamar mío a cuanto se me ponga enfrente. No lo sé.
Hoy me pasa con Netflix, por seguir con la lista de numeradas angustias. Odio la idea de que una película o serie que nunca antes me había interesado volverla a ver o percatado de su existencia, ya no se encuentre más y me esté perdiendo de algo en extremo importante. ¿Está mal que las quiera allí, en el catálogo, simplemente para sentirme un poquito más a gusto? Te maldigo, Netflix por renovar tus ofertas.
Pero, bueno. Así las cosas deben ser; ha llegado mayo y es momento de decir adiós a unos cuantos títulos. Para dicha despedida, si es que eres un psicópata como yo, una persona de sentimientos bien externados, he preparado una suerte de calendario para que no nos alcance junio y resulte que alguna producción se nos fue de las manos. Pon atención y saca tu agenda, que esto lo vamos a hacer juntos, muy a prisa y casi de la mano, poniendo especial énfasis en aquellas propuestas que valen la pena y no favores como quitar “Unas rubias muy legales” (2009).
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Prioridades
Antes de mediados de mayo ya no habrán muchos títulos, así que estos son los que tienes que ver sí o sí en los primeros 5 o 10 días del mes. No digas que no te lo advertimos.
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“Buena Vista Social Club” (1999)
Wim Wenders
¡¿En serio, Netflix?!
“Diana Vreeland: La mirada educada” (2011)
Vreeland, Perlmutt & Toheng
¡¿En serio, Netflix?!
“El ciego” (2002)
Woody Allen
“La carta” (2012)
Jay Anania
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Relevantes
Buenas producciones con buenos actores o ideas y buenas tramas, ¿por qué Netflix nos quita esto y nos deja la saga “Sharknado”? No contesten.
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“Maten al mensajero” (2014)
Michael Cuesta
“Life in a Day” (2011)
Kevin Macdonald
“Mugabe and the White African” (2009)
Bailey & Thompson
https://www.youtube.com/watch?v=bNpBM1APaL0
“Wah-wah” (2005)
Richard E. Grant
“El último rey de Escocia” (2006)
Kevin Macdonald
“El gran rescate” (2005)
John Dahl
“Invictos” (2011)
Lindsay & Martin
¡¿En serio, Netflix?!
https://www.youtube.com/watch?v=ckku5qEt-vA
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Tesoros a extrañar
Clásicos que pocas veces revisábamos en los listados, pero que confortaba el simple hecho de tenerlos cerca.
“Beethoven: Ser inmortal” (1994)
Bernard Rose
https://www.youtube.com/watch?v=vwEwAKfkWe8
“Malena” (2000)
Giuseppe Tornatore
“África mía” (1985)
Sydney Pollack
https://www.youtube.com/watch?v=Zj5MxKyKpQU
“Tenemos que hablar de Kevin” (2011)
Lynne Ramsay
¡¿En serio, Netflix?!
Saga “Ringu” (1998-2000)
Nakata & Tsuruta
https://www.youtube.com/watch?v=F22YJZtVGm4
“Tess” (1979)
Roman Polanski
¡¿En serio, Netflix?!
https://www.youtube.com/watch?v=WF77gX8rjV0
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A discreción
Películas que bien podrías no ver, pero hay algo en ellas que seguro te dejarán un último buen sabor de boca.
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“Battle for Haditha” (2007)
Nick Broomfield
“Sleepwalk with Me” (2012)
Mike Birbiglia
“The Devil and Daniel Johnston” (2005)
Jeff Feuerzeig
¡¿En serio, Netflix?!
“Joe Strummer: The Future is Unwritten” (2007)
Julien Temple
https://www.youtube.com/watch?v=ZGjKXkiruII
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Y, en cambio, hay grandes aciertos de reciclaje como “Legalmente Rubias”, “Una esposa de mentira” –Adam Sandler, deja de hacer porquerías ya, por favor–, “Dorian Gray”, “El maestro de la Kung-fu-sión” –gracias por tanto, doblaje latinoamericano–, “Max y yo”, “Piraña 3DD” y otras abominaciones entre las que se encuentran ciertas series. Ninguna importante, por fortuna.
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“12 Years Promise” (2014)
“El barco” (2011)
“El internado” (2007)
“Camelot” (2011)
“The Pillars of the Earth” (2010)
Y un experimento Netflix que nunca quedó claro si fue un pasajero éxito o un rotundo fracaso:
“Arrested Development” (2003)
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No sé si la vida nos dé suficiente tiempo este mes como para ver tantas cosas que quedaron pendientes. Lo que me queda claro es que, si no lo logro, mi pecho se estrujará, tendré que prepararme más de una taza de café y muy seguramente iré a una tienda de discos para comprar los títulos que más me hayan pesado. Eso o confortarme con los 20 estrenos de mayo en Netflix y otros 10 documentales que seguirán por algún tiempo.