Seguramente algo que extrañas al ver “El mundo oculto de Sabrina” es el sentido de humor de su guardián, Salem, el gato negro con carácter sarcástico que nos robó el corazón en la versión noventera de la vida de esta bruja adolescente. Aquí te explicamos por qué no habla Salem en la nueva serie de Netflix.
Desde el primer capítulo de la producción de Netflix estrenada el pasado 26 de octubre, vemos al minino como el protector de la joven hechicera e incluso la rescata de un espantapájaros embrujado que quería herirla. Y en esta versión sólo vemos al felino ronronear a lo largo de la primera temporada.
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Esto es muy diferente a lo que vimos en la sitcom protagonizada por Melissa Joan Hart, donde Salem Saberhagen es un hechicero de 500 años que fue condenado a vivir como gato por intentar conquistar el mundo. Hilda, la tía alocada de Sabrina Spellman, es quien lo cuida porque fue su cómplice en sus ideas imperialistas.
Además este cómico felino hablaba, y con su estilo fashionista y su humor irreverente y sarcástico, se convirtió en el mejor consejero de la joven bruja, por lo que ganó de 1998 al 2000 el premio Favorite Animal Star, otorgado por Kid’s Choice Award.
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Y entonces ¿por qué en esta nueva versión de la joven bruja Salem no habla? Te damos tres razones.
1.- La voz en el gato distrae al público
El productor de la serie de Netflix, Roberto Aguirre-Sacada, explica que en esta versión el felino no habla porque la historia de “El Mundo Oculto de Sabrina” es oscura y terrorífica, y tener un gato parlante le hubiera restado sentido y hasta otorgado humor como en la sitcom de los 90.
“Cuando hicimos la serie, el personaje no habla en parte para proyectar el tono de terror”, declaró a Indiwire.
Y explicó que cuando hacía el cómic visualizó a un Salem parlanchín, pero al iniciar el rodaje esta idea se esfumó para volverla más tétrica.
“Era como si el hecho de tener a un gato parlante lo convirtiera en algo divertido y cómico”, agregó.
Aguirre-Sacasa no descarta que en un futuro el gato más famoso del mundo comience a hablar.
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2.- La alergia de la protagonista a los gatos
Antes del estreno de la primera temporada, Kiernan Shipka, estrella de la serie juvenil, declaró que es alérgica a los gatos. Una razón de peso para que la joven actriz no conviva mucho con el felino.
“Salem hace lo que puede, pero mi cara necesita un respiro de vez en cuando. Tenemos tres gatitos, Shaq, Boomer y Edward. Son realmente fantásticos. Sinceramente, son muy profesionales, absolutamente geniales. No tengo nada más que cosas bonitas que decir sobre ellos. Puedo estar en la misma habitación, no es una cosa respiratoria, es cuestión de contacto”, dijo a Bloody Disgusting.
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3.- El primo Ambrose
Ambrose Spellman es el primo mayor de Sabrina y quien en esta versión la aconseja.
Este nigromante fue condenado a vivir 75 años en la Funeraria Spellman, de la que no puede salir por un hechizo vinculante, como castigo por haber intentado incendiar el Vaticano por las ideas revolucionarias de la secta a la que se unió en su juventud.
La historia de este personaje es muy similar a la de Salem Saberhagen de los 90 ¿no crees? Así que podría ser otra razón de que el gato ya no sea el consejero de Sabrina, sino su primo.
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