El gran Rock Hudson no sólo fue uno de los galanes más aclamados por la crítica, sino que marcó un precedente histórico ante el mundo, que en la década de los 50 y 60 no se atrevía a hablar en público de homosexualidad y mucho menos de sida. Sus 1.96 metros de estatura, una sonrisa encantadora, un físico capaz de enamorar a cualquiera, y su gran talento, fueron algunas de sus características que catapultaron a Hudson al estrellato. Entre sus películas destacan cintas como “Sublime obsesión”, “Love come back”, y “Gigante”, ésta última la cual le valdría una nominación al Oscar.
Roy Harold Scherer Jr., nació el 17 de noviembre de 1925, y antes de convertirse en una estrella del cine, trabajó como cartero, y taxista, hasta que al finalizar la década de los 40, consiguió pequeños papeles que pronto lo llevarían hasta la cima. Pero no fue sino hasta 10 años más tarde que logró colocarse como todo un galán de la pantalla grande, al lado de grandes personalidades como James Dean, Doris Day, Julie Andrew, y Elizabeth Taylor. Su porte masculino acaparó la atención de su público femenino, quien suspiraba cada que veían la figura de Hudson.
La vida de Hudson no fue del todo bella, pues detrás de su personalidad rompecorazones, se encontraba un secreto que pronto saldría a la luz para revolucionar al mundo: su tendencia sexual. Hudson trato de ocultar su homosexualidad ante las cámaras -aunque todos sabían que era gay-, y contrajo matrimonio con una de sus secretarias, el cual terminaría tres años después.
Ya entrada la época de los 70, Rock Hudson protagonizó series de televisión que lo siguieron consolidando como un gran actor. A principios de los 80, los rumores que aseguraban que Hudson padecía sida, se esparcieron causando una gran controversia, pues apenas se había descubierto dicha enfermedad, la cual fue bautizada como “la peste rosa”, que era atribuida a la comunidad gay de San Francisco. El agente del actor tuvo que negar dichos rumores, aunque no sería por mucho tiempo.
“Tengo sida. Sal y tiraselo a los perros”, fueron las palabras con las que Rock Hudson, pidió que se notificara a la prensa que padecía de VIH -contraída por una transfusión de sangre-, un par de días antes de fallecer. Tras su muerte, ocurrida el 2 de octubre de 1985, el mundo del cine se estremeció, pues fue el primer actor en aceptar de forma pública que padecía sida, y el primer famoso en morir a causa de ella. Sin embargo, el caso de Hudson ayudó a crear conciencia sobre la enfermedad, movilizando a sus co-estrellas como Elizabeth Taylor, a recaudar fondos para iniciar una intensa lucha en contra el VIH.
TAMBIÉN TE PODRÍA INTERESAR:
James Dean, el rebelde sin causa que transformó a una generación
Brie Larson, la actriz detrás de la súper poderosa Capitan Marvel