Estamos viviendo una era distinta en el cine de terror. Desde hace un par de años, el género ha tenido un resurgimiento de forma internacional, regresando a sus raíces, entregando producciones que profundizan en los peores miedos humanos para hablar sobre temáticas políticas y sociales, elemento que se había perdido por cintas llenas de jumpscares, demonios predecibles y violencia sin control ni sentido claro. Lo interesante es que muchos de estos productos no son producciones originales, sino secuelas o remakes directos de obras que alguna vez fueron revolucionarias. Suspiria, de Luca Guadanigno es una de ellas, y el trabajo ha resultado tan impactante y brutal, que podría estar generando su propia influencia en el cine, independientemente de la cinta en que está inspirada.
La historia
La Suspiria original sigue a una mujer que es aceptada en una prestigiosa academia de baile en Berlín, pero después de que el lugar se ve envuelto en una serie de asesinatos, ella descubre que nada es tan simple y que podría haber alguna fuerza sobrenatural involucrada con la institución. Guadanigno no se arriesga y sigue la misma historia, incluso en el año que se lleva a cabo la original. Dakota Johnson da su mejor actuación como la protagonista, y retrata absolutamente su descenso hacia la locura y el éxtasis de sus enseñanzas.
Un remake improbable
Luca Guadanigno comenzó a trabajar en Suspiria poco después de terminar con todo el ruido de Call Me By Your Name, y sorprendió a los críticos con una elección tan extraña. Suspiria de 1977, dirigida por el genio Dario Argento, parecía una cinta perfecta que no podía ser replicada, pero justo esa fue la meta de Guadanigno. El resultado es más un homenaje a la película original, integrando todos sus elementos, pero con una narración distinta, mucho más oscura. A diferencia de Argento, Guadanigno no explotó el uso del color y dejó que las expresiones y las secuencias de baile hablaran por sí mismas. La crítica la ha aclamado en todos sus aspectos y la considera una digna par para la obra de Argento.
Al fondo de la mente humana
Aunque existen elementos sobrenaturales en la cinta que no revelaremos para que no haya spoilers, la cinta en realidad muestra diferentes lados de la psique humana, mostrando en el personaje el derrumbe emocional y físico frente a la desesperación. Es un ratón encerrado en un laberinto lleno de misterios y extraños ritos. Algunos han argumentado que es una metáfora del arte en sí mismo y de las comunidades que se crean y moldean la ideología de una persona “virgen”. Al mismo tiempo muestra la lucha, y la confusión de no saber qué es el arte y qué es la muerte. De igual forma, aborda como tema central la dinámica del matriarcado y de la maternidad, además de que se pueden leer críticas políticas entre las secuencias, como el abuso de poder y la “culpa nacional” de la que sufre Estados Unidos.
Tilda Swinton
Siguiendo una tradición antigua que cada vez es menos común, Tilda Swinton interpreta a tres personajes diferentes, y es tan camaleónica que es imposible identificar a uno de ellos. Explotando su maestría en la actuación, Swinton sirve como la sombra perfecta para el personaje de Dakota Johnson y resulta oscura hasta el final. De hecho, se ha dicho que uno de esos personajes podría tener su propia película, ya que es necesario adentrarse en su mentalidad y en el papel que tiene en esta misma cinta.
Música, coreografía, fotografía
Toda la película es una pesadilla desde el inicio. La música de Thom Yorke, mezclada con las complejas secuencias de baile que se convierten en rituales atormentadores, más la decisión de Guadanigno de no utilizar en ningún momento colores primarios, crea un aura de peligro, desesperación y oscuridad. Desde el inicio se nos absorbe para mirar los ojos de Dakota Johnson y seguirla en su deconstrucción como mujer, y persona, hasta convertirse en una marioneta. Es una voz perturbadora que incluso hace que nos cuestionemos nuestras decisiones, los círculos a los que pertenecemos y las personalidades que hemos inventado.
Suspiria fue considerada una de las mejores cintas de 2018, lamentablemente hasta ahora está llegando a México, pero al menos podremos disfrutarla en el cine donde debe experimentarse para entrar por completo en el mundo de los suspiros y perder la memoria sobre todo lo que nos define y lo que nos hace seres individuales.
