“Tesoros”, la película mexicana que te recordará tu voluntad de ser feliz

"Tesoros"

"Tesoros"

Para François Truffaut, una película podía resumirse en un solo sustantivo y, en ese sentido, Tesoros (María Novaro, 2017) se puede resumir en el siguiente: felicidad. Lo más relevante de este trabajo es que se hizo pensando en los niños mexicanos y que no descansa en los lineamientos típicos del cine infantil, pues juega con el género documental y con la ficción. Es un ejemplo perfecto de que el cine para niños puede hacerse de una manera diferente, que se puede ir a contracorriente y, aun así, obtener algo bastante bien logrado. Tesoros es una película muy realista con el fin de brindar un sentimiento de felicidad a los niños, pero también llega a tocar las fibras de los adultos.

Se trata, pues, de un relato optimista sobre la niñez en México. Se desarrolla en Barra de Potosí, en la Costa Grande de Guerrero. No es casualidad que la directora haya elegido filmar en aquella región del país, una en las que más se padecen los problemas que azotan a México. La violencia y la pobreza parecen ser la constante en esa región del Pacífico mexicano; sin embargo, este trabajo es una respuesta ante esa pena. Así, la formación de socióloga de María Novaro se deja ver en su intención narrativa a lo largo del filme.

Los niños viven sus vidas, sus aventuras y sus fantasías de una manera genuinamente feliz y eso nos invita a pensar que existe un futuro posible para ellos en este país, más allá del escenario que parecería muy complicado de revertir. Tesoros, en ese sentido, podría ser un llamado a recordar que en México se tiene una muy enraizada voluntad de ser felices, y que esa es una característica particular de su gente. Y para quienes han tenido la oportunidad de visitar las magníficas costas del Pacífico, ya sea Oaxaca, Chiapas o Guerrero, notará que eso es verdad y que la gente, a pesar de los problemas existentes, tiene un férreo deseo de ser feliz.

Sin guiones, sin memorización, sin ensayos y con cinco semanas de rodaje, María Novaro consigue en esta producción su propósito y logra provocar algo diferente en la audiencia, que en este caso son los niños. A partir de la espontaneidad, improvisación y autenticidad de los niños que viven una historia, podría señalarse que la directora desafía las convenciones del cine infantil y no subestima la capacidad de apreciación de los pequeños espectadores, con lo que obtiene un gran trabajo hecho por niños y para niños.

Cabe tener presente que María Novaro decidió convertir en protagonistas de esta película a sus nietos (no actores), quienes la inspiraron para hacerla. Justamente la idea nació cuando ella comenzaba la etapa de ser abuela. Fue un proceso de creación de varios años (2014-2017), pues ella misma escribió el guión y fue la editora, por lo que el espectador se encontrará ante un trabajo cinematográfico casi artesanal. La premier de Tesoros tuvo lugar en el Festival Internacional de Cine de Berlín, Berlinale, en la Sección Generation para público infantil y juvenil. En México, su estreno fue en el marco del 8° Festival Internacional de Cine de la UNAM.

Escrito por Noé Ramírez Montaño

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La vida no es un jardín de rosas. Existen situaciones terribles, abatimientos insostenibles, tormentas emocionales que arrasan con todo lo que traen a su paso. Todo eso es verdad. Pero, ¿qué le vamos a hacer? El cine nos alecciona sobre ello; toma pedazos de la realidad y con eso, hace una especie de catarsis para liberarnos del sinsentido que la existencia representa cuando la miramos sin filtros.

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