Para comenzar, debemos dejar en claro que asar carne es todo un esfuerzo humano y quizá un arte. Por más sencillo que parezca, no lo es; para empezar porque serás responsable de la alimentación de bastantes personas una vez organizada la parrillada y además, porque no se trata exclusivamente de calentar unas brasas para arrojar trozos de comida sin ton ni son. Un buen amigo que vivió en el norte de México por mucho tiempo, revolucionó por completo esta idea en mí. Todo ese expertise que él adquirió durante dicha etapa de su vida fue gentilmente compartido conmigo para reconocer dos cosas: cuando acuerdas una reunión así, es el pretexto perfecto para reencontrarte con amigos o familia y es la oportunidad exacta para demostrar tus habilidades culinarias.
Antes de pasar a los consejos en concreto que de verdad revelan datos imprescindibles para lograr resultados asombrosos, se deben seguir los siguientes puntos introductorios. Esos detalles que simplificarán cualquier contratiempo o que sentarán las bases para un éxito total durante el asado:
a) Mantén tu parrilla siempre limpia. Limpia las rejillas con una cebolla o un limón (por la mitad).
b) Precalienta el carbón o la leña y espera a que se convierta en brasas; no utilices estos cuando tengan fuego todavía ni pongas la carne demasiado cerca de ellos. Debe existir una distancia considerable entre ambos.
c) Pon hierbas de olor o sal sobre las brasas. Prueba con un poco de tomillo y romero.
d) No des más de una vuelta al corte de carne, no la pinches y no intentes acelerar ningún proceso.
Ahora sí. Con todo esto listo, estás a dos segundos de comenzar tu asado y sorprender a todos tus invitados con la destreza magistral que guardan las recomendaciones a continuación.
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Limpia la carne
Quita todos los tendones, grasas, cartílagos, sobrantes de piel y similares que sean inservibles para prepararla. Puedes marinarla si así deseas; una mezcla de jugo de limón y romero fresco funciona a la perfección.
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Calcula porciones
Considera minuciosamente cuántas personas asistirán y calcula una media de 400 g de carne por persona.
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Ten paciencia
Y no sólo eso; también necesitas distancia y tiempo. Que nadie te presione. Esto se trata de disfrutar en todos los sentidos.
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Elemento para calentar
Vigila muy de cerca el cabrón o la leña que hayas utilizado desde un principio y alimenta el fuego constantemente de ser necesario. Ten en cuenta que el carbón es más fácil de mantener.
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Material adecuado
Necesitas pinzas, nunca trinches ni tenedores. Debes contar con guantes, vaporizadores, mandil, gorra y demás. No te expongas.
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Condiciones de la carne
Debe estar a temperatura ambiente por lo menos una hora antes de asarla; esto sin omitir su aromatización y jugar con la variedad de cortes en el mercado para que no sea una parrillada aburrida o monótona.
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Orden
Recuerda asar primero el chorizo, el tocino y todo lo que se puede quemar fácilmente para tener mayor control sobre eso. Después van las alitas, muslos y demás carnes que siguen siendo un poco blandas. Hasta el final, pon las piezas que requieren más tiempo: cortes o hamburguesas.
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Sal
Nunca añadas sal antes de poner a asar, así la carne no pierde su jugo.
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Marinado
No hagas caso a ese mito de que un corte debe marinarse durante toda la noche anterior. Basta con unas horas para que no pierda su firmeza.
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No sólo te enfoques en la carne
También puedes asar algún tipo de vegetal para hacer compañía a la carne; esto brinda demasiado sabor. Tampoco pierdas de vista una buena salsa o un pan delicioso para que todo se complemente exquisitamente en el paladar de los invitados.
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Con estos datos gastronómicos, no hay margen de error. Un asado no puede fallar, así como si se siguen al pie de la letra estos consejos infalibles del buen comer. Recalquemos sobre todo que más allá de la comida, esto se trata de reunirse con las personas y aprovechar el largo y aromático proceso de cocción para compartir anécdotas, recuerdos y risas.
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