A los 15 años de edad, Elizabeth Báthory se casó con el conde Nadasdy, conocido como el “Héroe negro”, quien se vio obligado a dejarla por un largo tiempo para participar en una batalla. En su ausencia, la condesa desarrolló aún más su atracción por la sangre y la muerte. No sólo se placía beberla a litros, se bañaba en ella con la finalidad de mantener joven y fresca su piel. De este modo, al regresar su esposo, la encontraría tan joven como cuando contrajeron matrimonio. No obstante, al momento de su muerte no se conservaba tan joven ni con la piel tan bella.
Báthory no aceptaba el paso del tiempo. Se aferraba la eterna juventud que no era más que una falacia que ella misma se había inventado. Sin embargo y por desgracia, no hay manera de mantenerse joven por siempre, pero sí hay formas de ayudar a conservar un cuerpo sano. La edad no pasa en vano, pero tampoco debe darnos una golpiza. La mejor manera para nivelar el paso de los años es teniendo una alimentación sana y movilidad física. No obstante, luego de los 30, el cuerpo ya alcanzó su madurez física y cada vez es más difícil mantener una piel y cuerpo totalmente sanos. Por ello, hay algunos hábitos y alimentos que debemos dejar de lado poco a poco con el fin de mejorar la salud.
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Bebidas deportivas
Estas bebidas fueron diseñadas para mejorar el rendimiento atlético. Proporcionan electrolitos post-entrenamiento como sodio y potasio, pero también da al cuerpo una abundante cantidad de azúcares. Conforme envejecemos nos volvemos más sedentarios y la digestión se vuelve más lenta. Por lo tanto, la ingesta de las bebidas rehidratantes es solamente una dosis de azúcar que se apelmaza en el abdomen.
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Frituras
Si eres fanático de los Doritos y toda botana similar, lamentamos informarte que deberías dejarlos periódicamente. Estas papitas esconden un secreto en especial. Tanto la tostada como el polvo que llevan encima tienen exactamente el mismo sabor. Científicamente, cuando no existe un sabor dominante, la persona comerá más y más ya que aparentemente no ve un fin. Una sustancia que tiene ese efecto se llama glutamato monosódico y produce hambre en el organismo. Desafortunadamente, con la madurez debemos comer porciones más equilibradas y las botanas no ayudan mucho.
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Salsa de soya
Hacernos viejos perjudica en todo, lamentablemente. Podemos deshidratarnos con mayor frecuencia con menos productos, así que la salsa de soya es uno de los alimentos con más sodio en el mercado. Comerla constantemente será fuente de deshidratación y de pronto habrá más sed. Sin embargo, por la cantidad de sal en el cuerpo, será muy difícil que el agua perdida se pueda recuperar nuevamente.
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Tocino
Si eres amante del tocino tenemos dos malas noticias. La primera es que como sabemos, contiene grasas saturadas que ayudan al aumento de colesterol en la sangre. La segunda es que acelera el envejecimiento de la piel y la flacidez aparecerá muy rápido. Contiene una sustancia que disminuye el colágeno y la elastina, ambas son primordiales para mantener una piel lisa y firme.
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Margarina
El consumo de este producto es nocivo para las arterias y corazón, lo sabemos. Pero tiene también efectos en la piel. Adelgaza las capas matando el colágeno y la elastina que la conforman, lo que hará que los rayos ultravioleta penetren mucho más fácil acelerando la formación de arrugas, sin contar las pecas, lunares o cáncer de piel que puede ocasionar.
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Snacks libres de azúcar
La industria de la comida nos ha mentido diciendo que cuando un producto está libre de azúcar, es señal de salud. No obstante, proveen toxinas que se van directamente al hígado y no lo dejan trabajar adecuadamente. Esto genera un aumento de peso inesperado. Así que si de pronto tu talla aumenta, es (probablemente) culpa del mal funcionamiento del hígado.
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Pan Blanco
El cuerpo convierte los carbohidratos en azúcar y estos a su vez se convierten (en algunos casos) en grasas que se acumulan en el abdomen y caderas, tanto en hombres como en mujeres. La opción es comer pan con granos naturales. Sin embargo, solamente es engañar al estómago, ya que no ayuda mucho. El pan es un alimento que sube de peso, si lo rellenas con más alimentos altos en grasas, el peso indudablemente aumentará también.
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Alcohol
Lamentablemente, con la edad, dejamos de procesar el alcohol de manera adecuada. Los deseos de comida cuando se está bebiendo y posteriormente el descanso son cada vez más complicados. El alcohol en la sangre, las grasas y azúcares en el cuerpo y el escaso descanso luego de una noche de fiesta, traerá estragos en el peso y apariencia que van mucho más allá de una resaca y un “no lo vuelvo a hacer”.
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Comida enlatada
Al menos 2.3 mg de sal recomendados al día vienen mezclados en la comida enlatada. El sodio abunda en ellos aunque no sea muy perceptible al gusto. Otro punto negativo para las latas y su comida, es que contienen una sustancia llamada BPA que se ha relacionado con el cáncer, la infertilidad y el aumento de peso.
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Yogur saborizado
Volvemos a los azúcares y su afectación en la piel. Cada vez se vuelve más flácida por la pérdida de colágeno y elastina. Pero también las grasas que incluyen el azúcar y el lácteo propio del yogur inflaman el estómago y se acumulan en el abdomen, caderas y muslos.
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Tanto como Báthory, deseamos la juventud eterna. No obstante, sabemos que es imposible. Aún así, retrasar el envejecimiento es posible, gracias a la ingesta sana de alimentos que más que ayudarnos a mantener la piel y cuerpo sanos, nos ayudarán a mantener el equilibrio. También es recomendable moverse, caminar, correr o hacer algún ejercicio específico, no importa cuál.
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Si no te gusta cocinar, pero quieres estar sano, consulta algunas sencillas recetas que te ayudarán, de igual manera consulta qué alimentos debes evitar para tener un abdomen plano.
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Referencias: revistabuenasalud.cl
eatthis.com
informe21.com