Pregúntate si lo que estás haciendo hoy, te acerca al lugar en el que quieres estar mañana
—Walt Disney
Vivimos en tiempos difíciles que han hecho surgir la preocupación del ser humano por temas que quizá antes pasaban desapercibidos por estar tan cerca y tan lejos simultáneamente: el calentamiento global, la extinción de especies e incluso las lluvias que arrasan con todo a su paso. Imagínate, si eso es hoy, ¿cómo será el futuro?
Seguramente te has dado la oportunidad de escuchar el noticiero matutino –o a cualquier hora del día, desgraciadamente– y siempre hay por lo menos una novedad de interés mundial en donde las tormentas, el ataque a especies o demás problemas ambientales son protagonistas; sin embargo, no basta con preocuparse por estos asuntos, el reto es ocuparse de ellos.
Las consecuencias de este desequilibrio ambiental se presentan incluso hasta nuestros hogares de la manera más directa posible: el alimento, pues las enfermedades y problemas de salud cada vez cobran más popularidad y parecen aumentar a pasos acelerados.
La comida que llega a nuestras manos a veces no tiene los estándares de calidad necesarios y pierden ciertos nutrientes al no contemplar procesos responsables de agricultura, por lo que nos cuestionamos ¿qué estamos comiendo?, pero sobre todo, ¿qué comeremos en el futuro? porque si eso es ahora, tenemos que buscar alternativas positivas que nos den el mejor alimento en los días venideros.
Esta preocupación ha traspasado los límites de nuestra mente y ha inspirado a tomar cartas en el asunto para cuidar el origen de nuestros alimentos y comenzar a actuar por un mejor futuro mediante la implementación de cultivos más amigables en los que se pretende obtener cosechas de la mejor calidad y sin alteraciones innecesarias para que los alimentos conserven sus nutrientes intactos de inicio a fin.
Dichas iniciativas se basan en tener un método de agricultura sustentable para obtener diversos beneficios que vayan desde la tierra pura hasta tu mesa. Esto quiere decir que han renovado la manera de obtener los granos con técnicas de agricultura sustentables para obtener un producto de mejor clase, disminuir el impacto ambiental y a su vez, ayudar a los agricultores participantes a mejorar su calidad de vida, así como la de sus familias. Increíble, ¿no?
¿Cómo se pretende realizar? Logrando satisfacer las necesidades del presente sin afectar las oportunidades de bienestar y calidad de vida de las futuras generaciones, por medio de iniciativas como el Proyecto de arroz en Colombia y la Alianza del maíz en México encabezados por Kellogg’s®.
Actualmente, la empresa mantiene una relación estable y productiva con una veintena de agricultores colombianos que siembran arroz y maíz, trabajando alrededor de 10 mil hectáreas de tierra y así, sumar fuerzas para obtener un producto de verdadera clase. Así que ahora podrás disfrutar de tu cereal favorito con la seguridad de que estás probando algo más allá que el mejor sabor.
El futuro que veíamos tan inalcanzable está llegando y trae consigo consecuencias. El porvenir lo construimos día a día tomando las mejores decisiones y apoyando iniciativas que se preocupan por brindarnos lo mejor, y aunque hay cosas que no es posible mantener bajo control, existen otras que sí y Kellogg’s ha trabajado en ello desde hace 10 años, cuidando el origen de sus alimentos, y actuando por un mejor futuro alimentario.
Cuidar el origen de nuestros alimentos, es actuar por un mejor futuro.