Todos lo recordamos, comprar comida durante el recreo era una de esas experiencias que incluso hoy comentamos pues on unos cuantos pesos podíamos comprar unas papas, un refresco y algún sándwich o torta. Ese dinero se transformaba en deliciosos alimentos que hoy recordamos y añoramos, pero que quizá ya no consumiríamos. Vivimos en la era del “gluten free”, los alimentos orgánicos y la comida sin transgénicos, o por lo menos eso pensamos. A pesar de que mucha gente ha entendido la importancia de comer sanamente, la realidad es que la comida chatarra continúa siendo un imperativo entre la mayoría de la población, en especial entre los jóvenes.
El consumo de los alimentos procesados y la comida de grandes marcas cuyos precios son tan bajos como su sabor es sumamente alto, y ello representa un problema de salud y nutrición que azota a muchos países latinoamericanos. México continúa disputando con Estados Unidos el lugar número uno como el país con mayor obesidad infantil y la cifra entre la población parece incrementar año con año.
Los problemas de obesidad obedecen a más que un problema de alimentación pues son el resultado de distintos factores incluida la economía y la sociedad. La comida chatarra es mucho más barata y nos hace sentirnos satisfechos rápidamente, a comparación de las frutas y verduras que suelen venderse a precios por temporada y ser bastante altos.
Por otra parte, la gente no está acostumbrada a tener una cultura alimenticia sana. El sazón mexicano, por ejemplo, es delicioso pero suele estar acompañado de comida nada saludable. Rica en grasas y calorías, nuestra comida puede causar problemas si se come en exceso. También es importante señalar que muchos niños son enviados al escuela con papas fritas, galletas empaquetadas y más cosas antojos, pues en casa no hay nadie que pueda prepararles alimentos sanos y tampoco se les enseña a comer esos alimentos con regularidad. Llevar esa vida de alimentos procesados es lo que hace que México sea un país obeso, pero también que los problemas cardiovasculares, la diabetes e incluso la depresión sean cada vez más comunes.
Ante estass situaciones, la gente está tomando medidas al respecto, y si bien las tiendas continúan vendiendo comida chatarra, las escuelas ya lo tienen prohibido. Entre quienes buscan promover un cambio hay nutriólogos que saben que mucha gente encuentra la información visual mucho más interesante que leer las etiquetas con toda la información nutricional en cada producto. Un ejemplo es la nutrióloga Paulina Blanco, quien ha creado interesantes imágenes en las que compara 200 kilocalorias (Kcal) de comida chatarra con 200 Kcal de ciertas frutas o verduras.
Es interesante ver en términos que todos entendemos la cantidad de alimentos insalubres que consumimos. Mientras 200 kcal no representan un gran problema, se observa que a veces son una cantidad mínima refiriéndonos a los alimentos chatarra, por ejemplo los M&M’s. A la mayoría le gustan esos deliciosos chocolates cubiertos de caramelo, pero nunca nos bastan 38.46 gramos, usualmente nos comemos una bolsa entera o incluso más.
Otro ejemplo es la cantidad de 45.4 gramos que representan dos galletas y un cuarto, en contra de casi medio kilo de zanahoria. Ambos alimentos contienen 200 kcal, pero la cantidad cambia radicalmente gracias a los beneficios nutricionales de un alimento en contra de la producción insalubre del otro.
La nutrióloga también ha generado un cambio al mostrar la cantidad de azúcar promedio que contienen los refrescos que más se consumen. México es el mayor consumidor de Coca-Cola y aunque muchos la encuentran deliciosa, hace que consumirla sea reconsiderado al ver que son casi 13 cucharadas de azúcar refinada las que consumimos en una botella de 600 mililitros.
Es importante entender y analizar la información mostrada, pues los alimentos y bebidas que se exponen muchas veces forman parte de la alimentación diaria de millones de personas que sin saberlo agregan grandes cantidades de grasas y azúcar a su dieta. Puede ser cuestión económica en gran medida, pero siempre hay que pensar en la salud y lo que un consumo desmedido puede causar en nosotros.
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