Está en nuestra naturaleza juzgar sin conocer. Tal vez hace algunas décadas o siglos no era así, pero la conectividad contemporánea nos ha dado acceso a tal cantidad de información que si escuchamos un término un día, al siguiente damos por sentado que somos capaces de emitir criterios que pueden afectar el juicio de alguien más, ese es uno de los grandes peligros actuales, la falta de información y cómo ésta pasa de boca en boca. La ignorancia es un arma poderosa y si la combinamos con la educación alimenticia, podemos terminar consumiendo comida por razones totalmente erróneas, o peor, dejar de comer alimentos saludables por un miedo infundado.
Las dietas son un ejemplo perfecto. Hay quienes confían ciegamente en ellas y no saben que gran parte del resultado que desean proviene de la actividad física. También están quienes leen un artículo que dice “Estudio revela que las dietas son malas para la salud” y juran nunca volver a llevar una dieta que promete ayudar. Al carecer de información o estar saturados de la misma, podemos entender lo contrario de lo que deberíamos saber, por esa razón te presentamos la verdad acerca de algunos mitos alimenticios modernos.
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Los huevos son malos para el corazón
Sí, el huevo es una gran fuente de colesterol, pero eso no implica que al ingerirlo, a largo plazo nuestro corazón tendrá un repentino infarto. Aunque un huevo contenga cerca de 221 miligramos de colesterol, no se convierte en una amenaza inmediata, incluso se sabe que una persona puede consumir un huevo al día sin sufrir ningún problema. A pesar de eso hay que tener en cuenta las recomendaciones profesionales y no consumir más de 300 miligramos de colesterol al día.
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La comida hoy no es tan nutritiva como antes
Se cree que por la forma en la que la comida se produce hoy, la calidad del alimento ha caído, pero la verdad es que los fertilizantes de antes dejaban mucho más que desear a comparación de los que hoy nos dan gran cantidad de alimentos. Cada año las pruebas de calidad mejoran y son mucho más exigentes al decidir qué es lo que ingeriremos después.
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El café causa cáncer
Las papas fritas, el huevo (de nuevo), el chocolate… parece que hoy todo es sinónimo de cáncer, pero la bebida favorita de millones de personas es una de las que más preocupa, pues su consumo muchas veces es incluso adictivo. El mito viene de resultados de laboratorio de los años 80, pero en la actualidad esto ha sido desmentido, incluso se ha demostrado que dar sorbos a una taza de café al día ayuda a prevenir el Parkinson y la diabetes tipo 2.
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Los alimentos genéticamente modificados son malos
Los organismos genéticamente modificados llegan a ser cuestionados por su artificialidad o el proceso que existe entre el cultivo y el momento en que llegan a nuestra mesa, pero sin duda no se debe satanizar como si se tratara de los alimentos del fin del mundo. Los GM’s son alimentos modificados desde su ADN, muchas veces con el de otros seres orgánicos para alterar sus funciones básicas. Así es como hay tomates con genes de algunos pescados que resisten las bajas temperaturas o manzanas modificadas para tener una madurez más rápida, dejando fuera los agentes cancerígenos.
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Estamos comiendo alimentos manipulados genénicamente sin saberlo
Muchos países han prohibido este tipo de alimentos, pero esto, en lugar de permitir su cultivo en otros lugares, ha obligado a los laboratorios a mejorar los estándares de calidad. Con el paso de los años la reputación de este tipo de alimentos ha cambiado, pues aunque eran considerados un gran mal, hoy se pueden observar los cambios que la industria ha tenido, y con medidas de seguridad y un impulso estratégico, estos alimentos pueden ser la comida del futuro.
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La hambruna en nuestro país es más importante que la de cualquier otro lugar
Muchas veces optamos por no mirar a otros países y sus crisis alimenticias debido a que consideramos que nuestro país es el que necesita la atención inmediata. Puede ser por pensar que los que tienen hambre a nivel mundial son pocos y que muchos de ellos están en nuestro territorio. Debemos comprender que una de cada siete personas en el mundo vive hambrienta, por lo que esta pandemia no es específica de lo que conocemos, y no deberíamos hacer distinción por zonas geográficas.
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La comida orgánica es mejor
Natural, saludable y radiante; la comida orgánica se ha puesto de moda y eso no es algo malo, pero satanizar al resto de la comida por eso puede ser bastante dañino para muchos. No todos tienen acceso a esos alimentos y no deberían sentir que están dañando su cuerpo por no ingerirlos. Además, aunque los alimentos orgánicos no tengan tantos pesticidas o herbicidas, eso no demuestra que los otros alimentos pueden ser dañinos, especialmente los que fueron tratados con glisofato. Algo que todos deben hacer, independientemente de qué clase de alimentos compren, es lavarlos antes de consumirlos.
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Los alimentos derivados de plantas genéticamente modificadas están llenos de pesticidas
Este tipo de alimentos es modificado para resistir plagas, por lo que en lugar de usar más pesticidas, se usan menos, exponiendo de forma mucho menor nuestros alimentos a agentes dañinos para la salud. Los GM’s han ayudado a que las cosechas sean más fuertes y fértiles, por lo que su modificación genética ha resultado en algo benéfico para la mayoría de las personas.
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Aún quedan muchos problemas por resolver. Las conclusiones no pueden ser precipitadas y los estudios deben demostrar que lo que ingerimos es completamente sano. Sin embargo, mirar atrás es descubrir que nuestra alimentación ha cambiado radicalmente, y siempre debemos cuidar qué ingerimos, cómo lo cultivamos y qué beneficio puede traernos.
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Fuentes:
Connect US
Eating Well
