Pareciera que llevamos toda la vida conociendo esa famosa pirámide nutrimental que divide los alimentos en seis grupos: granos, frutas, verduras, carnes y leguminosas, lácteos y grasas. Cada uno de éstos debe aparecer en nuestra alimentación base: 170 gr. de granos, 2 tazas de fruta, 2 1/2 tazas de vegetales y 3 tazas de lácteos pero la verdad es que no la entendemos o bien, no seguimos las indicaciones porque creemos que la rutina no tiene porqué modificarse hasta que llega ese momento inevitable en la vida en el que tomamos consciencia sobre lo importante que es cuidar lo que comemos, lo que pensamos y lo que sentimos porque, lo que somos por dentro es lo que seremos por fuera. Así que, cuando logramos combinar ejercicio y alimentación saludable, hacemos cosas grandiosas por nuestro cuerpo y tener en el interior el correcto funcionamiento de un hermoso organismo.
La comida es divina, de hecho, muchas culturas tienen esa concepción acerca de ella. En Australia, por ejemplo, los aborígenes utilizaban la comida y el fuego para reunirse entorno a él y platicar, conocer la vida de los demás, o convivir con el universo que los había puesto ahí.
En la India van más lejos, para ellos la comida es divina y existen reglas sumamente importantes alrededor de la alimentación. Suelen comer con las manos y lo hacen porque es necesario disfrutarla a través del gusto, el olfato, la vista y el tacto. Con la mano derecha y nunca la mano izquierda, sin el dedo índice y en ocasiones sin masticar, los indios disfrutan de su comida con muchas especias a diario hasta el fin de sus días.
Otra cultura es la de los musulmanes, quienes aprovechan cualquier oportunidad para ganar un premio y visto bueno de Al-lah. Sin cerdo ni alcohol, como su religión lo indica, comen con tres dedos siguiendo las instrucciones del profeta, comen siempre lo que está más cerca, nunca lo de en medio del plato porque, éste asegura, las bendiciones bajan sobre la comida que está en el centro y debe dejarse para el final.
Cada pueblo y cultura encuentra su equilibrio en la comida y tal vez esta sea la manera más simple de nunca dejar de disfrutar cada alimento, algo que nos haga tan felices, con una conexión tan profunda con lo divino y con nuestro interior que siempre, por mucho o poco que sea lo que comemos, sin importar los condimentos sino más bien el sazón y los platillos típicos, amamos comer como si se tratara de lo último que hiciéramos en nuestra vida. En cada aspecto de nuestra existencia, la comida trae recompensas. Aquí algunas de ellas.
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Con tu pareja
Al menos en México, la tradición de conquistar al amor de nuestras vidas a partir de la comida es algo que parece un ritual que marca generaciones enteras. Decía George Bernard Shaw que “no hay amor más sincero que el amor a la comida” y unir lo que sientes por esa persona con la que has compartido tu vida con los platillos más deliciosos podría convertirse en el secreto ideal para equilibrio con tu pareja.
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Con tu familia
Las comidas familiares de cada domingo se han perdido con el paso de los años y seguramente son muy pocas familias y generaciones las que recuerdan esta traición; pero platicar alrededor de la mesa de todas las preocupaciones y el estrés del trabajo mientras disfrutan de la comida que prepararon entre todos, es una de las sensaciones que son capaces de provocar más felicidad.
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En tu mente
Con siete alimentos podrías aumentar tu concentración e inteligencia. La cúrcuma puede proteger tus neuronas para evitar diferentes trastornos neurológicos, ayuda a inhibir la acumulación de la beta amiloide y ayudar a combatir el Alzheimer, incrementa la memoria y estimula la producción de nuevas células cerebrales. El salmón contiene omega 3 para combatir la inflamación en el cuerpo y ayuda a la memoria. El brócoli y la coliflor son fuentes de vitamina B, la cual ayuda al desarrollo del cerebro y además, ayudan a la desintoxicación de tu cuerpo. Las nueces revierten en envejecimiento de las células cerebrales. El apio calma la inflamación cerebral, lo que a su vez detiene la neurodegeneración y además, ayuda a recordar.
[¿Qué pasaría si comieras todo crudo?]
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En tu cuerpo
Los alimentos son el combustible que nos permite hacer todo lo que queramos a voluntad. Una alimentación balanceada nos permite ser felices, estables y además, vernos bien. Los frutos secos, por ejemplo, ayudan a mantener una piel más tersa y con menos imperfecciones. Frutas como la manzana, naranja y cereza ayudan a erradicar la celulitis y el pimiento rojo, por ejemplo, es antioxidante.
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El mundo
Desde lo más banal como conocer un país a través de sus sabores hasta causas filantrópicas, la comida puede lograr que te sientas mejor contigo mismo y a enriquecer tu relación con los demás.
Después de conocer cada uno de estos puntos, mantén tu cuerpo en balance, pues según Thomas Merton, “la felicidad no es cuestión de intensidad sino de equilibrio y orden, ritmo y armonía”.
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