Casi todos tenemos miedo al cambio, pero cuando se trata de viajar y pisar un lugar nuevo para conocerlo y divertirnos, se convierte en una aventura. La emoción nos invade desde el momento que los planes surgen, no importa si el objetivo de cada persona es completamente diferente.
Algunos sólo quieren tirarse frente al mar y otros explorar, pero en lo que todos coinciden, incluso celebridades como Quentin Tarantino, Hugh Jackman y hasta el príncipe Carlos de Gales, es que cuando se viaja por México uno debe olvidarse de la dieta y disfrutar las experiencias gastronómicas que ofrece nuestro país.
¿Quién puede juzgarlos por saber lo que es bueno?
No importa el lugar de la república que elijas, siempre te encontrarás con el exquisito sabor de un platillo típico preparado de forma tradicional en un cálido lugar que te invitará a disfrutarlo como si no hubiera un mañana.
Las especias, colores y olores de los diversos platos mexicanos se encargarán de conquistarte al grado de querer repetir cada platillo. Si en estas vacaciones quieres conocer la biodiversidad de la gastronomía mexicana, te compartimos algunos básicos que debes probar porque hay cosas que sólo se aprenden viajando y comer es una de ellas.
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Mole – Oaxaca
Además de extraordinarios paisajes en su ciudad y playas, Oaxaca es uno de los destinos más exóticos de México. Cuenta con 7 variedades de moles para sorprenderte: colorado, manchamanteles, chichilo, verde, amarillo, coloradito y negro, incluso se dice que existe una versión de mole para cada día de la semana. Según la región, suelen prepararlo espeso, líquido o en presentaciones culinarias como los tamales y las empanadas de amarillo.
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Cochinita pibil – Península de Yucatán
Ir a Yucatán es sinónimo de cultura en todos los sentidos, especialmente el gastronómico. Si visitas este lugar tienes que probar platillos como la cochinita pibil preparada con carne de lechón o cerdo, recado rojo, naranja agria, pimienta de tabasco y envuelta en hojas de plátano que se meten directo a un horno bajo tierra que le brinda su peculiar sabor. Es una de las máximas glorias de la región de origen prehispánico, originalmente se hacía con carne de venado (pibil keh), pavo de monte (pibil kuts) y otros animales. Visita Chichén Itzá y a 20 km en Yaxunah, prueba la receta original.
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Barbacoa – Hidalgo
Uno de los platillos más comunes para disfrutar en familia los fines de semana es la barbacoa de Hidalgo, preparada con carne de borrego o chivo envuelta en pencas de maguey y cocida en un pib de origen maya (horno de tierra). Si te gustan los sabores más intensos, prueba las vísceras que se recolectan en el estómago de animal y se preparan con diferentes hierbas, chiles y especias. Puedes comerla en tacos y acompañarla con un rico consomé. Los más pedidos son los campechanos, la espaldilla o costilla.
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Cabrito – Nuevo León
Una de las cosas que no debes hacer en el norte es irte sin probar el cabrito horneado en sus diversas presentaciones: al horno, al pastor, asado, en caldillo, en su sangre, enchilado o guisado. Acompáñalo con tortillas de harina de trigo (típicas de la región), arroz, ensalada y tu bebida favorita. Un manjar que tradicionalmente se prepara en fiestas, ferias patronales y otras ocasiones importantes.
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Chile en nogada – Puebla
En la cocina de Puebla existe un platillo que es considerado como nacional por su historia y colores que aluden a la bandera mexicana: el chile en nogada. Por la cantidad de ingredientes con que se prepara, suele ser el favorito de personas que disfrutan los sabores con tendencia hacia la comida dulce. Con el tiempo se han creado sus diversas recetas, pero inicialmente se utilizaba queso de cabra, pan molido, durazno, perejil, clavo, almendras, acitrón, molida de cerdo, entre otros. Su preparación es bastante laboriosa, disfruta cada bocado.
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Pozole – Guerrero
Si te gustan los platillos caldosos, el pozole, palabra que proviene del náhuatl tlapozonalli que significa hervido o espumoso, es un platillo que debes probar especialmente en Guerrero, el estado que lo consume de forma más peculiar. Preparan el pozole blanco con carne de cerdo y maíz y lo acompañan con cebolla picada, limón, chicharrón en trozos, chile piquín, huevos crudos y hasta trozos de sardina.
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Carnitas – Michoacán
En México casi todo se come en taco, pero nada cae mejor que un par preparados con carnitas, un platillo popular que se disfruta en cortes pequeños de carne de cerdo fritos en la propia manteca del animal. La suavidad y sabor de su carne, acompañada con limón y un poco de salsa, hará que te olvides por completo de la dieta. Si quieres comer como un aficionado, no te pierdas los de buche, nana o cuerito. Michoacán es considerada la tierra donde se inventaron y donde se hacen las mejores carnitas.
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Birria, tortas ahogadas y carne en su jugo – Jalisco
En tierras tapatías existe una gran variedad de exquisita comida, sin embargo, entre los platos que no puedes perderte están la birria, las tortas ahogadas y la carne en su jugo. Recetas que van desde lo más antiguo a lo cotidiano y que puedes encontrar en cada esquina de Jalisco para conocer y disfrutar el sazón que caracteriza a la tierra del tequila.
Si hiciéramos un listado de la infinita variedad de platillos que se pueden probar en México necesitaríamos crear enciclopedias completas por estado, debido a lo vasta que es. Su gastronomía es considerada como una de las más completas a nivel mundial, por lo que cada lugar que visites en México despertará en ti las ganas de viajar y conocer tradiciones y sabores que te dejarán con ganas de regresar por más.
