No te preocupes, hay millones de olas ahí afuera.
Tómate tu tiempo y tu ola llegará.
–Duke Kahanamoku
Duke Kahanamoku, inventor del surf moderno en Hawái
Al filo de una ola –poderosa, constante y larga– sólo los más valientes logran detener todos sus pensamientos para no perder el equilibrio y volverse uno solo con el mar. Únicamente aquellos de mente clara y alma honesta son los que logran deslizarse sobre una tabla que –junto con el agua salada– se lleva sus preocupaciones, dudas y angustia al fondo del océano. Por ello el surf, quienes lo practican y todo lo que se relaciona con este deporte, es parte de un estilo de vida que hace fluir el tiempo, la mente y la vida misma con total paz.
Esta filosofía no sólo es la identidad de algunos lugares en los que las playas se pintan con tablas y trucos de surf, música y risas, y mucha armonía. También es parte de un movimiento que –desde su aparición– se trataba de disfrutar y compartir un sinfín de experiencias que enriquecen al ser humano y que llenan cualquier vacío dentro de él. Gracias a la fusión que esta actividad ha fomentado y logrado con el arte, la música, gastronomía y muchas otras ramas, se han concretado múltiples proyectos que –directa o inconscientemente– han impactado de manera positiva a regiones completas. Por ejemplo Zihuatanejo, sede del MexiLogFest 2017 en La Saladita, uno de los concursos de long board más importantes a nivel internacional.
Mexi Log Fest 2017 en La Saladita, Zihuatanejo
El espíritu del surf –sobre todo el long board– se conforma de mucha disciplina, entrega y valentía, pero también demanda y provoca una paz que para muchos parece inalcanzable. El contacto con la naturaleza, la simpleza de la vida frente a la puesta del sol, la solidaridad entre la comunidad de surfistas y el arte de bailar sobre las olas, es una de las “terapias” más poderosas que existen hoy. ¿Qué pasaría si todo lo que representa este deporte transmutara en algo más?, en arte, letras, música, diseño o arquitectura por ejemplo.
Andrés Saavedra –diseñador, amante del surf y el arte– no sólo tiene la respuesta a esa pregunta, también posee los bocetos de cada uno de los espacios a los que trasladó el alma de este estilo de vida. Para el experto en interiores plasmar la paz y felicidad que se respira al momento de formar parte de una ola es, además de un proyecto de vida, parte de su profesión. Para llevar a cabo cada uno de sus diseños el artista mexicano creó Loot, un proyecto que reside en Zihuatanejo y fusiona arte, arquitectura, surf, música, cultura y un sentido humanitario inmenso.
Andrés Saavedra, diseñador e interiorista fundador de Loot
Los conjuntos habitacionales o centros de hospedaje que Saavedra ha creado, las intervenciones en distintos restaurantes, las colaboraciones en proyectos sociales y los detalles en cada uno de estos, han convertido al diseñador en una esperanza prometedora para la arquitectura y el diseño mexicano. Pero también le ha devuelto la belleza a un lugar que, como muchos otros en México, había quedado olvidado. Sin saberlo, este genio del interiorismo ha sido el autor de diversas ideas que, sin duda alguna, podrían regresarnos la paz que tanto necesitamos y, por lo tanto, la felicidad que todos anhelamos.
En conjunto con otros artistas, proyectos y despachos, Saavedra creó diversos espacios para satisfacer todo los sentidos de quien tenga la suerte de conocerlos. Vivir la experiencia de pasar una tarde, o bien, hospedarse dentro de estos lugares es tan inspirador como reconfortante. La Casa MX, proyecto que Loot desarrolló en conjunto con el estudio de diseño Howl, es un espacio que se fusiona con la naturaleza salvaje de Zihuatanejo, la liviandad de su aire y la calidez de su gente. Esta casa de huéspedes con vista a la playa La Ropa, demuestra que la arquitectura y el lujo pueden combinarse sin convertirse en espacios excluyentes, plásticos o fríos.
La CasaMX en La Ropa, Zihuatanejo
Con el afán de hacernos sentir en un sueño donde no existe la premura ni la pesadumbre, este mismo arquitecto diseñó dos conjuntos habitacionales. Ensueño 10 es el nombre de uno de estos proyectos que no buscan más que unificar cada una de las funciones de un hogar con el exterior y el residente. Al igual que la distribución de los seis departamentos que forman parte de esta maravilla arquitectónica están pensados para brindar serenidad y confort a sus habitantes, la decoración dentro y fuera de ellos es perfecta, pues le suma encanto a cada habitación sin restarle esplendor al paisaje. El segundo de estos edificios es Nao, un majestuoso espacio de puertas y ventanales inmensos que demuestran la importancia de utilizar la materia prima con consciencia y responsabilidad, además de mucho estilo.
Ensueño 10 en La Ropa, Zihuatanejo
Andrés Saavedra es un hombre preocupado por las condiciones ambientales y el uso y desuso que le damos a todos los recursos naturales. Por ello se encarga de emplear todo lo que la mayoría de los arquitectos consideran inservible y lo que los diseñadores creen imposible, con el fin de ahorrar energía, material y contaminar menos. Desde la construcción de una puerta de madera, hasta el proceso de clarificación de una alberca, es elaborado de la manera menos nociva posible en cada una de las creaciones del diseñador mexicano.
Ensueño 10 en La Ropa, Zihuatanejo
Lo Sereno –una casa de playa a los pies de Los Troncones– y Sixtinos –uno de los mejores restaurantes de mariscos de la Costa Grande– son otros proyectos en los que el ojo de Andrés colaboró para que hospedarse o comer ahí sea una experiencia que dilata los sentidos. El sonido del oleaje en combinación con las texturas de todos los materiales que usa el diseñador para sus acabados, vuelven cada lugar una vivencia diferente que equilibra el interior.
Lo Sereno Casa de Playa en Los Troncones, Zihuatanejo
Los espacios que crea Saavedra se centran en la estética boutique para siempre ofrecer calidez; desde la carpintería hasta los textiles utilizados son creados artesanalmente en Zhuihuatanjeo –lo cual vuelve más especial cada proyecto–. El tamaño y la distribución de pasillos, baños, áreas verdes, etcétera, vuelve cada lugar una utopía de colores tropicales que se balancean con el café de las maderas, el verde de la vegetación y el azul del cielo reflejándose en el mar. Usar materiales de la región y mezclarlos con modernidad, sofisticación y armonía, es una de las especialidades del interiorista; además de optimizar cada espacio para aprovechar hasta el rincón más oculto y siempre empapar paredes, techos, esquinas y jardines de arte.
Loot Store en La Ropa, Zihuatanejo
Loot Store –concept store que reúne gastronomía guerrerense, diseño local, moda sustentable, arte internacional, surf y una barbería– es otro de los proyectos con los que Saavedra ha jugado para mezclar su curiosidad de explorar la estética con su pasión por el surf. La arquitectura está basada en la estética y Loot es 100 % diseño, estética, sabores, todo lo que es bonito, sexy (…), menciona Andrés en entrevista.
Loot Store en La Ropa, Zihuatanejo
Para el diseñador lo más complicado ha sido que la mayoría comprenda un concepto tan amplio y hermoso como Loot y, en general, tan completo como todo lo que hace. Estos espacios mezclan lo mejor de Zihuatanejo, paraíso natural, con la intención de provocar que los turistas y residentes del lugar se envuelvan en un halo de paz que despierte y, a la vez, temple sus sentidos y pensamientos. Saavedra y el equipo de Loot descubrieron múltiples formas de hacer que lo que nos rodea nos lleve a un estado de serenidad mental inconcebible; sus colaboraciones han dejado huella en toda la región del pueblo de Zihuatanejo y su talento ha evolucionado junto con el desarrollo de todas las actividades que ahora se realizan dentro del puerto mexicano. De hecho, esta empresa pretende convertirse un pilar de estabilidad, educación y difusión del arte para la ciudad guerrerense, siempre basándose en la conexión que el ser humano tiene con su alrededor.
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Referencias
Entrevista a Andrés Saavedra
Loot