Formas de cuidar tu piercing según el lugar donde lo tengas

Formas de cuidar tu piercing según el lugar donde lo tengas

Formas de cuidar tu piercing según el lugar donde lo tengas

Pasar de la niñez a la adolescencia y después a la edad adulta es un dolor intolerable para muchos.

En diversas culturas antiguas esta transición se celebraba o, mejor dicho, se representaba por medio de la colocación de lo que hoy se conoce como piercings. En Borneo los miembros de ciertas etnias se colocaban implantes de huesos en los genitales y el glande. De esta manera, el hombre que fuera capaz de soportar el dolor demostraba estar listo para vivir los riesgos e incomodidades de la adultez. En las remotas regiones de Etiopía existen tribus como los Mursi, quienes suelen practicar el arte de expandir sus labios de manera extrema colocando una especie de plato en ellos.

Hoy ocurre más o menos lo mismo: aquél que se somete al ritual de ver una parte de su cuerpo atravesada demuestra tener resistencia física y mental; al mismo tiempo, exhibe que es una persona con la capacidad y valentía de decidir qué hacer con su cuerpo. El piercing, al igual que el tatuaje, es una de las modificaciones corporales más populares entre jóvenes (y también adultos) de todas las condiciones sociales. Su práctica sobrevive hasta nuestros días y por ello es importante que aquellos que están pensando en unirse a la extensa legión de personas con perforaciones corporales sepan los cuidados que una pieza necesita después de haber sido colocada.

Su correcta limpieza y tratamiento evitará la aparición de peligrosas infecciones que no sólo provocan que el piercing luzca mal, sino que ponen en entredicho la salud de la persona… y eso es algo que nadie quiere. Los lugares que requieren mayor atención porque se trata de zonas muy delicadas son la lengua, los pezones y las expansiones en la oreja, por ello haremos hincapié en ellas para asegurarte un buen cuidado.

Para empezar hablemos de los piercings en la lengua: esta parte del cuerpo es una de las que mayor cantidad de microbios y bacterias aloja, por lo que una incorrecta limpieza del piercing puede provocar una infección delicada.

La mejor manera de tratar un piercing en la lengua es evitando el consumo de alcohol y tabaco por lo menos durante unas cuatro o seis semanas después de que se hizo la perforación. También es vital que durante este periodo se limpie de manera exhaustiva la pieza, especialmente después de comer y que se use un enjuague bucal antiséptico. Los alimentos que irriten o que tengan una consistencia pegajosa están estrictamente prohibidos.

La lengua es un órgano muy delicado, recuerda que estás introduciendo en ella un objeto totalmente ajeno y por ello es que es vital un cuidado minucioso que asegure su bienestar. Cuando la herida haya quedado curada (nunca durante el proceso de cicatrización) es importante que en las noches retires tu pieza y limpies el excedente de comida que haya quedado en ella. Esto evitará que haya incómodas infecciones en el futuro. Podríamos decir que el cuidado de un piercing en la lengua es muy similar a la limpieza que se hace de los dientes, pues en ambos quedan restos de comida que pueden ser causantes de problemas para la salud.

Si no se hace una limpieza adecuada, un piercing en la lengua puede ser causa de halitosis, dolor, inflamación, sangrado e infecciones. Los mismos cuidados preventivos se hacen para los piercings en los labios.

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Por otro lado, nos encontramos con los piercing en los pezones, populares tanto en mujeres como en hombres. Al tratarse de otra zona muy delicada del cuerpo, su cuidado debe ser constante y minucioso. Antes de que digas sí a una perforación de este tipo debes tomar en cuenta un aspecto fundamental: tu tipo de pezón, pues dependiendo de ello será la clase de pieza recomendada por el perforador. Hay pezones de gran tamaño que sobresalen de la piel, otros que son muy planos y otros que tienen un aspecto de estar hundidos. Tu perforador tendrá que estar al tanto de esto para elegir la tipología de piercing adecuada.  

Después de haber sido colocado el piercing en el pezón existe el riesgo de que éste te quede adolorido durante varias horas (esto depende del umbral del dolor de cada individuo, así como del tipo de pezón que tengas). Puedes colocar durante dos minutos un poco de hielo en la zona para desinflamarla, repitiendo el proceso cada cuatro horas hasta que comiences a notar que la molestia disminuye considerablemente.

Durante los días que te indique tu perforador, deberás limpiar con agua y jabón neutro la herida usando un hisopo limpio para retirar los residuos de sangre. Mientras limpias tu piercing, mueve suavemente la pieza para que el agua con jabón entre a todos los rincones de la herida. Siempre hazlo con las manos limpias y toallas para secarte que nadie más haya usado. Asegúrate de que no queden residuos de algodón o agua cerca de la herida para que ésta no se infecte. Usa la pomada que tu perforador te recete para que la herida cicatrice más rápido.

Durante las siguientes seis u ocho semanas tu piercing estará cicatrizando. El tiempo de sanación varía de una persona a otra dependiendo del tipo de actividades que haga, el tipo de ropa que use o si de repente sufre algún golpe accidental que comprometa la cicatrización de la herida. Es recomendable que no uses ropa muy ajustada para evitar rozaduras o dolores que te hagan pasar momentos incómodos.  

Dentro de las llamadas modificaciones corporales extremas se encuentran las expansiones, práctica que cada vez va ganando más adeptos. Para practicar este tipo de arte corporal debes estar muy consciente de los riesgos que corres: por desgracia, no en todos los trabajos es bien vista una expansión. Si ya estás muy decidido entonces atiende a las siguientes recomendaciones para asegurarte un cuidado óptimo.

Primero que nada, acude con un profesional que ya lleve años practicando este tipo de modificaciones corporales. Sólo él te dará las piezas adecuadas y las instrucciones más precisas para que tu expansión tenga el aspecto y el tamaño que buscas. Debes ser paciente para que el lóbulo de la oreja se vaya expandiendo sin sufrir infecciones, sangrados o dolores que te hagan arrepentirte. El tiempo depende de los cuidados y de la fisonomía de cada persona.

Cabe destacar que el lóbulo pasa al siguiente nivel de expansión sólo cuando ha cicatrizado correctamente en la fase presente. El área dilatada debe estar constantemente limpia y desinfectada. Para ello se usa un suero fisiológico al menos tres veces al día, una crema regeneradora que ayuda a una correcta cicatrización y jabón neutro. Mientras se halla en el proceso de cicatrización, evita fumar y beber en exceso ya que ambas prácticas harán que la cicatrización sea lenta y a veces dolorosa.

Cuando quieras sustituir tu pieza por otra es recomendable que acudas al estudio donde te hiciste la perforación para que los profesionales lo hagan por ti. Incluso puede que obtengas descuentos al adquirir tu nueva pieza ahí. Siempre atiende los consejos de tu perforador y no hagas nada de lo que no estés seguro. Tu cuerpo es el templo que debes cuidar y vigilar hasta tu muerte, no debes atentar contra él. 

Una correcta limpieza de tu piercing te asegurará los resultados que buscas tanto en estética como en salud. No pierdas de vista los detalles que te hemos ofrecido aquí para que sigas gozando del arte corporal en todo su esplendor. Si te gustan las modificaciones corporales de carácter extremo, como las escarificaciones y otras, debes saber que merecen una atención especial al tratarse de heridas mucho más severas. Jugar con tu piel no es cualquier asunto, recuérdalo.

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