El alcohol y los tatuajes no se llevan. No sólo porque está contraindicado médicamente, sino porque hace que tomemos malas decisiones. Un 10 % de las personas que se hace un diseño permanente, lo decide en estado de ebriedad. Estas personas deben buscar a tatuadores de dudosa reputación para que acepten trabajar en tales condiciones.
Esto, naturalmente, se vuelve la peor elección: mal juicio = buscar a alguien inexperto = mal resultado del que puedes arrepentirte de por vida.
Para elegir un tatuaje hiperrealista no es necesario estar alcoholizado, pero puede ser una opción que sólo pocas personas tomen. Estas son las razones:
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Puede no salir como esperas
Para hacer este tipo de tatuajes, es necesario asistir con una persona sumamente especializada para ello. Debido a la cantidad de detalles, necesitarás tener un diseño amplio que permita que todos y cada uno de los elementos sean visibles. Si dejas tu piel en manos de alguien inexperto, el resultado puede salir terriblemente mal.
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Es mucho más caro
Los tatuadores no cobran tanto por tatuar, sino por el nivel de complejidad de cada diseño. Un tatuaje hiperrealista —y mucho más si lleva varios tonos de tinta— puede triplicar el costo de un tatuaje normal del mismo tamaño. Aunque eso puede no ser un problema para ti, sí es un factor que debes tomar en cuenta.
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Duele demasiado
La aguja trabaja todo el tiempo en el mismo espacio de piel, por lo que el dolor es mucho más severo. Deberás armarte de paciencia porque también implica un tiempo considerable. En algunos casos, el proceso de sanación es más tardado y los cuidados deben duplicarse, pues la piel está especialmente sensible.
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No deja lugar para la imaginación
Uno de los factores fundamentales en los tatuajes, son su carácter simbólico. Un detalle hiperrealista, deja fuera cualquier espacio para la imaginación y el significado que está más allá de la tinta. Quizá puedas considerar que la misma imagen que quieres llevar contigo, puede lograrse de una manera más simple.
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No siempre lucen bien
Con sus respectivas excepciones, un tatuaje de este estilo no siempre queda bien a todos. Para empezar, debe estar en un lugar visible para que valga la pena todo el esfuerzo que ha hecho tu tatuador; además, por lo general se precisa de un espacio grande de piel —para que todos los detalles puedan ser visibles— piensa en ello antes de decidirte por uno.
Nadie está para juzgar tus decisiones, eso es claro. Si tienes una firme convicción, tu deber es seguirla. Finalmente, son pocos quienes se atreven a hacerse este tipo de diseños justo por las consideraciones expuestas.
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