El ser humano, en su afán por controlar todo lo que existe en este planeta, se ha olvidado de que alrededor de él existen otras formas de vida a quienes ha tratado como simples mercancías para su consumo; ya sea por sus pieles, su carne o sus huesos, estas criaturas sufren al verse sometidas a la eterna ambición del hombre y su avidez de controlarlo todo sin miedo a las consecuencias de sus acciones.
Muy pocos individuos han reflexionado en torno a lo que le estamos haciendo al planeta y a todos los organismos que en él existen; uno de ellos fue Curt Johnson, quien en 2003 se dio a la tarea de realizar un documental acerca del movimiento de liberación animal y de cómo sus miembros luchan por que la gente haga conciencia del daño que le ocasionamos al planeta asesinando sin escrúpulos a todo ser que tenga el infortunio de cruzarse en nuestro camino.
La película recibe su nombre de un cómic producido por PETA llamado “Your Mommy Kills Animals” y se centra en los diferentes conflictos que los activistas han tenido con las corporaciones que utilizan animales para realizar alimentos o probar cosméticos; de hecho, debido a sus propuestas, los defensores de los animales ocupan el primer lugar en el ranking de terrorismo doméstico realizado por el FBI.
Es preciso preguntarnos cuáles son los motivos por los que el MLA se considera un grupo terrorista cuando lejos de atentar contra la vida se preocupa por preservarla. Posiblemente esa incógnita puede resolverse desde el punto de vista de quienes tienen interés en que las empresas productoras de alimentos de origen animal continúen funcionando; en efecto, todo se trata de dinero. Si estas compañías cedieran ante la presión de grupos animalistas, muchos políticos y hombres de negocios verían perdido gran parte de su capital, es por ello que no se puede permitir el avance de los grupos activistas bajo ninguna circunstancia.
Pero, ¿qué pasaría si el cazador se volviera la presa o si, en lugar de maquillar cerdos, ellos fuesen los que probaran cosméticos irritantes en la piel desnuda de los seres humanos? Esto es algo sobre lo que Barbara Daniels reflexiona a través de las ilustraciones que conforman su serie “Why it sucks to be human!” donde los animales toman el papel de los hombres y se dedican a torturarles de la misma manera en que cualquier persona lo haría con ellos.
(Puedes ver la serie completa en el sitio web de Barbara Daniels)
A primera vista, el trabajo de Daniels puede tener la gastada temática de ponerse en el lugar del otro, no obstante, al mirar detenidamente sus ilustraciones, el espectador puede percatarse de que no sólo se trata de asumirse en una posición ajena; también es cuestión de sentir el mismo miedo y dolor al que muchos animales son sometidos sólo para cumplir los caprichos de un ser que se siente superior.
Desde la industria alimenticia hasta la misma lucha a favor de los derechos de los animales, las ilustraciones de esta artista nos enfrentan con nosotros mismos al mostrarnos nuestro el lado más salvaje y oscuro en el que, insaciables, tratamos de obtener hasta el beneficio más pequeño de todo lo que asumimos como nuestra propiedad o bien, de cualquier cosa que se nos ponga enfrente.
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Justo el día que nos asumamos como parte de un problema que debe ser erradicado de una vez por todas, podremos decir que estamos totalmente en paz con nuestro entorno; mientras eso no pase, seguiremos hundidos en el falso pensamiento de que somos los dueños absolutos de todo lo que existe en el mundo y, peor aún, continuaremos dañando el lugar en el que vivimos.