¿Qué es el espacio si no brinda la existencia a un lugar? La consolidación y construcción de un espacio-lugar se conforma por elementos arquitectónicos, estructurales, ambientales, económicos, sociales, estéticos, entre otros… Existe un elemento difícil de observar cuando no se tiene el ojo bien abierto, un elemento de tanta importancia que le brindará el tiempo de vida a tal espacio, éste es el imán de la vida en un punto geográfico, es el lenguaje de una idea que habla por sí misma y no requiere de explicaciones, sino de emociones e interpretaciones en el escenario de una mente humana. Hablamos del alma que recibe el recinto a través de la emoción, la pasión, el talento, la consciencia y la fe de quien o quienes lo proyectan.
“Dentro de la arquitectura existe una espiritualidad para la realización de ella misma”.
—José Villagran
Podríamos hablar, entonces, de tiempos de vida que reciben los espacios arquitectónicos, ya que están involucrados directamente a responder a nuestras necesidades como personas; los espacios son, de alguna forma, dependientes de la vida para cumplir su función y para poder verlos de la manera en la que los conocemos hasta hoy, “un lugar habitable-desplazable que brinda y permite la vida como la conocemos”.
Si la vida se ve inmersa en una constante evolución y el espacio se esposa a la vida por lo antes mencionado, ¿cuál es la razón y el origen que provoca el completo abandono de un recinto? Dejemos a un lado el tema económico por el cual se rige el empoderamiento de una propiedad, en la que las ciudades crecen en la periferia mientras se vacían en sus zonas centrales; uno de los orígenes de este comportamiento cae en manos de la simple economía, en la cual el desarrollador busca tierra barata para proveer viviendas a precios que corresponden a la capacidad de compra de las familias mexicanas; sin embargo, basta revisar las estadísticas para descubrir que, a pesar de ser una de las grandes causas, no es la única.
Veamos el aspecto desde su trasfondo para así hallar otra perspectiva en el tema en el que se observe el comportamiento de este fenómeno urbano y social, que provoca el desalojo y el olvido de lo que un día fue, pues a pesar de que aún existe de manera física y material, el lugar ha perdido su alma, y, por lo tanto, es un hueco en la ciudad; una luz apagada en la serie urbana de la ciudad, que se convierte en tierra de nadie, pero en tierra de todos que bajo la percepción de los citadinos puede resultar indiferente, irrelevante, en el mayor de los casos, e irreconocible.
Para un desarrollador esto puede resultar la oportunidad de un factor y beneficio económico; para la ciudad podría resultar en un tema de reactivación, en una mejora en la conformación de la idea principal; incluso para un vagabundo representa la oportunidad de un lugar donde pasar la noche, la semana, el año o la vida. Hablamos de la infinidad de variables y la capacidad de situación que brinda un espacio al desconstituirse de la idea que, originalmente, le dio vida y que al perder el alma queda por completo a la deriva.
“Toda la vida en las sociedades donde rigen las condiciones modernas de producción se manifiesta como una inmensa acumulación de espectáculos. Todo lo que antes se vivía directamente, se aleja ahora en una representación”.
—Teoría de la deriva de Guy Deboard
El azar es un papel importante, esta acción es conservadora por naturaleza y tiende en un nuevo marco a reducir todo a la alternancia de una serie limitada de variantes, así como a la costumbre. Al no ser el progreso más que la ruptura de alguno de los campos, en los que actúa el azar mediante la creación de nuevas condiciones más favorables a un espacio, lugar o recinto. Es en esto, entonces, cuando podemos entender y ver la gran importancia, y la gran responsabilidad que recibe un maestro compositor del espacio, podemos entender el detalle, la finura y la amplia consciencia que requiere intentar devolverle la vida a un recinto, ya que un exceso de confianza con respecto al azar y a su empleo ideológico existe como una reacción a la condena y a un triste fracaso.
El reto nace en la capacidad de direccionar, entender e interpretar el espacio que en su proyección no tuvo un alcance evolutivo ni mucho menos una consciencia de capacidad a la adaptabilidad y a la transformación natural de él mismo.
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Una de las funciones de la arquitectura es mejorar el entorno de las personas, por ello, estos son los 11 artistas y arquitectos que debes conocer para entender las transformaciones del mundo, así como la historia del arquitecto que creyó que era posible dormir en cajas y trabajar si ventanas.