Ya tembló y Cerati no despertó. Su muerte dejó un vacío en los corazones de sus fans y en la historia del rock en español. Nunca se olvidará su grandeza en la guitarra y su ingenio para componer canciones exquisitas, tan bellas y certeras como poemas. Por todas las virtudes artísticas y personales, recordaremos con nostalgia el sueño estero que inició en la década de los 80 y terminó en 2014, tras pasar cuatro años en coma por un accidente cerebrovascular.
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Después de presentar su espectáculo en Caracas el 15 de mayo de 2010, Cerati entró a su camerino para cenar y tomar aire de lo que fue un gran concierto. Adrián Taverna, ingeniero de sonido y amigo íntimo del músico argentino, contó la sucesión de hechos. Al terminar de comer, Gustavo se encontró con su staff para tomarse la típica foto de recuerdo. Hasta ese momento no había ningún indicio extraño en él. Cuando la imagen se capturó, de manera instantánea, el semblante del músico cambió.
Adrián comentó que Cerati quedó inmóvil. Cuando le preguntó si estaba bien, no contestó. Lo único que hizo fue regresar a su camerino. Minutos después un grupo de paramédicos corrían a brindarle primeros auxilios. Estaba consciente pero presentaba dificultadas para respirar y sostenerse en pie. Al principio se pensó que su presión arterial había bajado de manera drástica, pero tras hacer un rápido chequeo se descubrió que se trataba de un problema más grave.
En ese momento fue trasladado al hospital más cercano. Durante el camino Cerati se mantuvo despierto con dificultades para respirar. Fue internado y estabilizado. Al siguiente día, Adrián estuvo presente para sus estudios y durante todo ese tiempo Gustavo no habló pero su semblante era de desconcierto y enojo. Llegó la noche y Taverna lo dejó descansar. Cuando volvió ya lo encontró en estado de coma.
Cerati entró en un estado vegetativo debido a que su cerebro comenzó a hincharse por un accidente cerebrovascular. Al chocar con el cráneo, diversos tejidos cerebrales comenzaron a morir por lo que perdió el control de estar despierto o dormido. Así estuvo durante cuatro años, hasta que el 4 de septiembre por fin murió.
Así culmina la historia de un héroe de la música. La de un poeta que dejó cientos de enseñanzas para los corazones tristes, románticos y heridos de dudas. Sus verdaderos fans querrán llevarlo en la piel durante toda su existencia porque con sus letras aprendieron más de la vida que con las enseñanzas que vienen en un libro.
Las letras de Cerati son tan valiosas porque concentran, en unas cuantas palabras, una gran enseñanza. Se le pueden comparar con un epigrama, composición poética breve que, con agudeza, expresa un un pensamiento profundo, complejo y rico en significado. Todas las canciones de Gustavo son una estocada lírica que deben llevarse grabadas en la piel.
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Llevar una frase de Cerati en el cuerpo es una gran insignia de inteligencia, sensibilidad y delicadeza, porque así era su estilo lírico. Su legado perdurará a través de los años y nunca se olvidará su nombre. Su música, cálida y perfecta, seguirá sumando seguidores y en una década habrá un mundo entero que se identifique con la frase que llevas en la piel.
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