¿Cuántas veces no entramos a Zona Maco y al pasar las primeras grandes galerías deseamos que esas incomprensibles obras de arte estuvieran en la sala de nuestro hogar? Está bien, tal vez no todas las obras contemporáneas son algo que desearíamos exponer orgullosamente, pues muchas de ellas no son necesariamente bellas, pero hay ciertas tendencias que el arte ha marcado en los últimos años, como el diseño, y que definitivamente le darían un estilo único a nuestro hogar, el cual estaría más cercano a ser un museo de arte contemporáneo que un lugar en el que vive alguien común y corriente.
Contemporáneo y moderno. Dos palabras que han definido lo que se exhibe en los mejores museos del mundo actualmente. Si el arte traduce las grandes ideas de la humanidad a su más intensa expresión, ser capaces de recrear eso en la sala, comedor, cocina o recámara debería ser algo que cualquier amante del arte haría inmediatamente. Por esa razón te presentamos algunas ideas para que decores tu casa y la conviertas en tu museo de arte contemporáneo personal.
La obra de Keith Haring es una de las más aclamadas a nivel mundial, cualquiera se fascinará de ver tu buen gusto reflejado en una pared.
La fotografía pertenece a una obra de Yayoi Kusama, pero con un poco de pintura puedes hacer de tu cocina un espacio artístico y lleno de color.
Si Yayoi es demasiado invasiva, un tributo a Warhol puede ser lo que necesitas.
Tal vez no puedas comprar un Rothko original, pero basta con tomar un color para crear un expresivo aunque invasivo patrón.
El arte táctil también puede ser una gran forma otro tipo de vida a un espacio.
Puedes abusar de la libertad del arte contemporáneo y darle un sentido a cada uno de los hilos que uses para formar un corazón o cualquier otra figura que se te ocurra.
No puedes conseguir un tiburón como lo hizo Damien Hirst, pero puedes hacer que tus hijos hagan una obra parecida a su “Pyronin Y” que le fue robada hace tres años.
Pero sin hijos la diversión puede ser tuya.
Incluso lo puedes hacer en tu oficina o escritorio. Los polka dots siempre se verán bien.
No importa la imagen, sino el discurso. Crear un lienzo con una sola palabra puede ser tu acción revolucionaria mientras sepas llenarla de poder.
El soporte se convierte en la obra la hacer un lienzo a partir de pedazos de madera. Puntos extra si cada pedazo está emocionalmente ligado a tu vida personal.
Hay una pequeña pero importante diferencia entre hacer que tu casa parezca el departamento de la película “Big Daddy” y una obra de Bruce Nauman o Dan Flavin.
No necesitas más que unos palos para hacer de tu pared una obra de Op Art.
El registro es parte importante del arte contemporáneo. Fotocopia las páginas de tus libros favoritos y crea una pared que exprese todo lo que eres. Si tienes el valor, arranca las hojas directamente de un libro y la pared tendrá mucha más emoción.
Una forma más estética es hacerlo con la portada de los libros, siempre y cuando sean de una sola editorial para darle coherencia.
Compra una pintura barata y abusa de la “apropiación del arte”. No necesitas más que pintura y una brocha para darle nueva intención a una pintura aburrida.
La memoria es otro de los grandes discursos contemporáneos. Enmarca la nostalgia a través de las llaves de viejos e importantes lugares, lo agradecerás en muchos años.
Aunque si todo lo anterior no es de tu agrado, siempre puedes copiar una verdadera obra de arte contemporáneo como la pieza “Pelota Ponchada” del mexicano Gabriel Orozco.
No estamos diciendo que cualquier cosa pueda ser arte, pero si tú le das una intención, puedes mostrar lo que quieras con el orgullo de un artista y curador. Claro, si ese no es tu estilo, siempre puedes optar por ideas para decorar tu casa sin gastar o para darle un estilo original a tus paredes.
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Fuente: Brit