Cierta ocasión le preguntaron a Charles Chaplin cómo hacía para que sus películas tuvieran un mensaje político y social y que no terminara siendo una burla mal realizada. Él dijo que bastaba con plasmar su propia opinión sin contaminarse de aquellas que únicamente le traían descontento o le causaban algún tipo de escozor. Enseguida le cuestionaron sobre la crítica que llegaba a tener por sus imponentes y muy propias opiniones a lo que el mimo, sin inmutarse, respondió: «no esperes a que te toque el turno de hablar, escucha de verdad y serás diferente». Refiriéndose al hecho de que se nutría con todas las críticas que le llegaban, ya fueran buenas o malas.
Ser diferente a los demás se logra escuchando y tomando de todos un poquito para formar una opinión y carácter que nos hacen únicos en el mundo. Chaplin sabía que la originalidad determinaba su trabajo que en parte era ser irrepetible y logró crear un estilo que nadie pudo igualar. Eso significa ser diferente: no es hacer cosas distintas a los demás, sino tener un estilo propio en el que hayan participado muchos otros. Tomar influencias y volverlas una sola, es ahí donde recae la originalidad.
Bicem Sinik es una tatuadora cuyas obras se desarrollan a base de trazos simples, delgados y perfectas líneas que en conjunto crean figuras geométricas, que integran diseños como animales, mandalas, ojos y figuras básicas.
Dentro del arte del tatuaje, ser original es un gran desafío que a decir verdad, pocos logran superar. Hombres, mujeres, todos los asiduos a la tinta en la piel, buscan llevar algo realmente bello, que vaya con su personalidad y en algunos casos signifique algo.
Defiende la estética tabú de los pueblos de su país. Sus tatuajes le han dado fama mundial con representaciones místicas y otras figuras psicodélicas.
Entre diseños divertidos, trazos característicos y colores específicos, los tatuajes hacen de una persona un ser distinto. Sí, sabemos que en la actualidad muchas personas tienen tatuajes, pero veámoslo de esta manera: Chaplin actuaba en una época en la que Buster Keaton y “El Gordo y El Flaco” eran su competencia más directa, pero Chaplin siempre fue diferente, su humor se basaba un poco en el drama y en la conciencia social que en aquel tiempo pocos tenían. Sucede los mismo con los tatuajes, pueden ser llevados de manera diferente. Los diseños varían y es justo ahí que se marca la diferencia. ¿Por qué llevar un signo de infinito cuando puedes marcar lo atemporal con figuras geométricas mejor definidas o con animales que representen la libertad eterna?
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Mentat Gamze aprendió a tatuar en una etapa muy triste y dolorosa de su vida, por lo que siempre pasmas en sus diseños un punto rojo que simboliza el dolor por el que pasó.
El uso de la geometría va más allá de un ave de papel, bien pueden marcarse líneas que formen una nueva figura que deje ver un paisaje, una flor o un animal; todo de manera minimalista, incluido el color. Aplicar la filosofía de “menos es más” podría resultar en un acierto. Quitarle protagonismo al diseño en sí sólo deriva en la cotidianidad.
Los tatuajes, como la vida misma le dan a cada individuo una distinción entre los otros. Tus diseños deben ser enmarcados por tu personalidad, pero también por tus gustos. Que sea algo bonito, no significa que debe ser como los que todo el mundo posee. Un ejemplo es Charles Chaplin. El cómico parodió personajes de la vida diaria como “Charlot el vago”, su personaje más icónico, casi como cualquiera, pero no lo hizo alcohólico o ladrón como sus colegas, sino un ser humilde que recorría el mundo viviendo peripecias y aventuras. Esa es la diferencia entre el vago de Chaplin y el vago común y corriente.
Llevar un tatuaje que represente lo que eres en un trazo delicado puede resultar un gran reto, pero sin duda será mejor que tener en la piel un dibujo que representa a un grupo de personas. No está mal llevar una mariposa que signifique la libertad, una llave que invite a cerrar ciclos o una figura de origami que represente los deseos y la felicidad. Pero, llevar una mariposa hecha con trazos negros, una llave que cierre el ciclo desde el Universo mismo o una figura de origami que cuelgue de un móvil, podían hacer hacerlas diferentes, originales y propio.
La diferencia entre ser original y seguir tendencias está quizá en la manera que las usamos. Los tatuajes pueden ser equivalentes a la obra y personalidad a Charles Chaplin. Aprópiate de la tinta, lucela a tu forma, con tus ideas y tu filosofía marcada en ellas; justo como lo haría el cómico, él dejó fluir sus ideas en sus filmes, textos y composiciones. Deja que tus tatuajes representen el orgullo propio y que mejor que sea tan tuyos que se conviertan en enigmáticos, al grado de ser entendidos únicamente por ti.
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Referencia
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