Scarlett Johansson y Emily Ratajkowski han sido discriminadas varias veces por ser “demasiado sexys”. Es real… el sueño de cualquier mujer de ser tan perfecta como ellas ha sido –en distintas ocasiones– un estigma que les ha cerrado las puertas de la industria cinematográfica a actrices de tal belleza.
Al parecer, los pechos grandes y los labios voluminosos son un problema cuando se trata de papeles serios que involucran mujeres inteligentes o poderosas. Es decir, Hollywood sólo permite que las mujeres “normales” –aquellas sin atributos exuberantes ni rostros angelicales– interpreten personajes femeninos complejos y alejados del papel de la seductora irresistible.
Sin embargo, puede que los cineastas no estén en contra del sex appeal de estas mujeres, sino de la forma en la que ellas disfrutan de la sensualidad de sus cuerpos. Muchas de las actrices más atractivas son las mismas que se encasillan en papeles basados en su físico, o bien, en personajes que no les exigen mostrar su cuerpo tal cual es. Pero en el caso de estrellas como Scarlett o Emily, está claro que su cuerpo es un simple instrumento con el que trabajan sin pensar en qué tan mucho o poco sexys se ven. Es decir, ninguna de las dos teme mostrar, jugar y vivir a través del erotismo de sus curvas y la lujuria de su piel.
Al igual que ellas, existen muchas mujeres que dejaron atrás las críticas, los juicios y estereotipos para comenzar a vivir con libertad y satisfacción el poder de su silueta. A través de su estilo ellas le demuestran al mundo que no les importa provocar al otro, sino dejar de ocultarse. Los tatuajes, por ejemplo, son una de esas marcas clave con las que una mujer que disfruta de su propia sensualidad se atreve a gritarle al cosmos que la censura no la detendrá.
Los espacios más inesperados son los que ellas adornan con tatuajes que pecan de sensuales. Por lo menos así lo hacen todas las mujeres que Jean André, artista y tatuador, imagina y dibuja. Sus trazos emanan carnalidad y, a la vez, mucha belleza; la forma en la que expone piel, sensualidad y tinta en un mismo cuadro nos convence de que, en realidad, no hay absolutamente nada de malo en disfrutar de la sensualidad de nuestros propios cuerpos. Mucho menos cuando lo hacemos a través de la tinta y las agujas.
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Referencias
SModa
Instagram de Jaean André