Dejé de sufrir cuando descubrí que no había media naranja, que el amor de mi vida era yo misma, que no tenía que complacer a nadie y que estar sola también me hacía feliz.
–Sonia
Ser mujer duele. Duele para quienes permiten que los prejuicios de los demás se inserten en su cabeza y comiencen a germinar culpas, estereotipos que nos rompen el autoestima e ideas que nos hacen avergonzarnos de nosotras mismas.
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Estar hablando con alguien y que no sea capaz de poder sostenerte la mirada…
Porque claro, creen que no es incómodo tener a alguien frente a ti mirándote los senos todo el tiempo.
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Sentirnos juzgadas por no “purificar” y suavizar cada parte de nuestros cuerpos.
Porque tener pelos en cualquier parte del cuerpo, no sólo es considerado “poco femenino”, sino “sucio” e “indeseable”.
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Tener que aguantar la opinión de los demás respecto a lo que creen que debes hacer con tu cuerpo.
Opiniones sobre cómo puedes ocultar que tu ciclo menstrual existe son las que recibimos todo el tiempo de manera masiva.
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Enfrentarte al estigma de que si defiendes la dignidad que te pertenece, eres lesbiana.
Además de “feminazi”, millones de personas –a las que no les alcanza su capacidad intelectual– piensan que la preferencia sexual tiene que ver con la manera en la que luchas por tus derechos.
El hecho de que, a menudo, se piense que el único medio de placer —o el que las mujeres prefieren— es un hombre.
Pues, obviamente, todo el mundo cree que las mujeres no son capaces de estar solas y mucho menos de complacerse ellas mismas.
Sí, nuestra sensibilidad —como la de todos los seres humanos— nos engancha pronto a otras personas. Sin embargo, no todas se aferran a relaciones destructivas ni tampoco aceptan que éstas sean violentas.
Que todo el mundo diga que las mujeres no pueden ser amigas unas de otras, que son las más traicioneras, que “juntas ni difuntas” y que estamos en guerra por la atención masculina también es parte de los estereotipos contra los que peleamos todos los días.
Porque sí, sí nos apoyamos entre nosotras.
Raquel Riba Rossy es la creadora de estas imágenes, las cuales creó después de estudiar en la Universidad de Bellas Artes de Barcelona. Sus ilustraciones están cargadas de humor, sátira y mucho feminismo. Gracias a la simpatía de su personaje, “Lola Vendetta” y su puente de comprensión con otras mujeres ha conseguido más de 150 mil seguidores en Internet. Las mujeres se sienten identificadas con sus dibujos debido a los conflictos femeninos que estos retratan.
¿Por qué crear a este personaje?
En entrevista con La Vanguardia la artista confesó:
«Quería crear un personaje que se quejase por las cosas que a mí me molestaban y que además empoderara a las mujeres. Al principio no lo hice para el público, lo hice para mí porque estaba harta de ciertas cosas que están aceptadas socialmente como “normales” que no lo deberían. Por ejemplo, está “normalizado” que tienes que aguantar ciertos acosos verbales por la calle por el hecho de ser mujer. Yo pensé: “normalizad mis ovarios”. Quería quejarme y no lo iba hacer llorando, sino decapitando al personal».
Ella narró que la idea de crear a este personaje surgió cuando ella trabajaba como azafata; «como tenía mucho tiempo para pensar empecé a reflexionar sobre el porqué había muchos hombres en los eventos de gente intelectual, mientras que las pocas mujeres que había eran las que estaban de pie sobre tacones saludando. Pensé. «No me es cómodo, no me gusta».
Entonces, fingió estar anotando cosas sobre los clientes, pero en realidad estaba haciendo los bocetos de Lola.
Incluso, dijo que la idea de este personaje no surgió como una respuesta concretamente feminista. Es decir, no lo hizo de manera consciente y planeada; sin embargo, Lola es quien expresa las quejas de una mujer frente a las actitudes hostiles de los demás.
Sobre el futuro de Lola, la artista adelantó: «Me gustaría que siguiese evolucionando, pero me cuesta imaginármela en un futuro, porque quiero hacerlo muy bien. Además también quiero darle más peso a otros personajes para hablar no sólo de la dignidad de la mujer sino la dignidad de los seres humanos. Hay un personaje, el hermano pequeño de Lola, que sólo aparece en una viñeta y del que se dice que “nació diferente”. Se trata de un niño con discapacidad y está inspirado en mi hermano Guille». Sigue su trabajo desde su Instagram para que no te pierdas ninguna novedad.
Sin necesidad de situarlas en “ilustraciones feministas”, estas imágenes responden a fenómenos de violencia que las mujeres vivimos todos los días. Éstas expresan desde la manera en la que los demás opinan sobre nuestro cuerpo, hasta el acoso sexual que la sociedad ha normalizado. La serie de Raquel Riba es una valiente manera de responder con ingenio y gran talento a todas las acusaciones y exigencias injustificadas que recibimos; sus ilustraciones gritan que la mujer ya no está dispuesta a seguir moldeándose a una sociedad que le hace daño.
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