Lo primero que pensamos cuando escuchamos la palabra “Ecatepec” es miedo, inseguridad y feminicidios; aunque el verdadero significado proviene del náhuatl y es “en el cerro del aire”. Esta ciudad se encuentra al norte del Valle, y pertenece al Estado de México. Sí, habría que sentir miedo, porque es considerado uno de los municipios más violentos y peligrosos del país. Sí, habría que sentir impotencia, porque desde 2015 mantiene una alerta de violencia de género, todos los días matan a mujeres y nadie hace nada. Sí, habría que sentir inseguridad, porque en esta entidad hay robos, secuestros y homicidios.
Pero, ¿qué hay de sus habitantes? Todos ellos viven en una alerta constante, ya que crecen y se desarrollan en un ambiente de hostilidad en el que no puedes confiar en quienes te rodean ni en las autoridades, más que en tu familia, algunos vecinos y amigos. Tienen que tomar medidas seguridad a la hora de salir, como no tomar cualquier taxi, no caminar a cierta hora de la noche, evitar algunos bares y barrios de la ciudad.
A pesar de que este municipio es uno de los lugares donde provienen muchos de los diputados y políticos corruptos del país, también existe una escena artística y cultural en pleno crecimiento, como raperos, pintores, artistas urbanos, diseñadores e ilustradores. Es de este sitio donde nació Nada De Nada — también conocido como Perro—, uno de los ilustradores mexicanos emergentes a los que hay que comenzar a seguirle la pista, ya que sus dibujos son una crítica a la cotidianidad y las situaciones a las que se ha tenido que enfrentar.
Recientemente ha publicado su primer libro ECATEPEC, bajo el sello de Ediciones Hungría, y se trata de un libro para colorear en el que los dibujos son escenas de la violencia diaria que se vive en esta ciudad.
Desde policías corruptos, ladrones que escapan, conductores de taxis que asaltan, pandillas que grafitean en las paredes, fuegos cruzados, feminicidios, y hasta personas que intentan vivir en medio del caos.
“Ecatepec es el municipio donde nací y viví 28 años, donde vi cosas bonitas y feas, donde me enamoré, donde me asaltaron, y donde, en realidad, sobreviví. Hay un cerro gordo que tiene un hoyo lleno de basura, está la central de Abastos que huele a todas las frutas, y hay migrantes que cuelgan del tren de la bestia. Vi el rescate fallido de una niña secuestrada que escapó por su cuenta, el saqueo de tiendas cuando volvió a ganar el PRI y toda la avenida central grafiteada. A lado hay un canal de aguas negras, mi papá dice que antes era un río y se podía nadar, hoy lleva mucha basura y muerte, pero tú no tuviste la culpa de nada, niña bonita, de nacer aquí donde arrancan las plantitas antes de florecer”.
El dibujo más impactante se encuentra en el centro del libro: una mujer yace golpeada en el suelo. El artista Nada De Nada cuenta que cuando tenía 14 años fue testigo de cómo un hombre violaba y torturaba a una joven de 17 años, mientras intentaba buscar a policías que detuvieran el acto, se sintió impotente de no poder hacer mucho. El hombre huyó y la dejó en el suelo, como si se tratara de un desecho y no de una mujer agonizando con su interior desgarrado. Sobrevivió, pero con una herida que la marcó para siempre, así como marcó a Nada De Nada.
La violencia de género y los feminicidios en nuestro país son un problema aún sin solución; en la mayoría de los casos no se condena a los culpables; no hay justicia todavía para todas las mujeres que han sido asesinadas. En México, todos los días se asesina a 7 mujeres y distintos estados del país tienen una alerta de género permanente.
ECATEPEC es sólo una muestra de qué tan grande es la impunidad en nuestro país; una muestra a blanco y negro en el que podemos rellenar el interior de la violencia con los colores más tristes; una muestra de que a pesar de la decadencia en la que se vive, aún se tiene la esperanza de un mejor futuro.
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Recuerda que contra la violencia de género, nuestra voz es un arma.
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Ediciones Hungría