Jehová había puesto a Adán a cargo de la vida en el Edén. Todo se mantenía en orden bajo las órdenes del hombre que se suponía daría origen a otras formas de vida, pero – para que eso sucediera– Adán necesitaba una compañera en quien apoyarse y con quien compartir.
Cierta tarde de apacible monotonía, Adán fue sorprendido por Jehová, quién mandó al Paraíso a una de sus más bellas creaciones. Por supuesto, ésta fue del agrado del primer hombre sobre la Tierra; quien al ver su regalo no dudó en entregarse en cuerpo y alma a Lilith, la mujer que Dios creó desde la humedad del suelo y moldeó con el mismo amor que Jehová invirtió en la creación del hombre. Con un magnífico rostro, una cabellera larga, espesa y oscura, curvas ideales y un desenvolvimiento natural, Lilith fue presentada a Adán.
Ambos vivían cómodos, felices y se tenían tanto amor que nadie pudo nunca igualarlos. No, ni siquiera Eva. Pero un día Lilith y Adán tuvieron una pequeña discusión que poco a poco se hizo más grande hasta hacer que Lilith deseara separarse de Adán. La razón por la que ella quería vivir lejos del primer hombre fue sentirse menos querida, menos importante y menos considerada por Dios. Ella pensaba que Adán gozaba de todos los privilegios divinos, mientras que a ella sólo la subestimaban. Entonces, Adán, Jehová y la corte celestial decidió que Lilith era muy irreverente, obstinada y demasiado libre como para formar parte del paraíso.
Finalmente, Lilith decidió irse lejos para vivir libre. Se dice que llegó al infierno o que le dio origen a los primeros vampiros, todo con tal de convertirse en una mujer feliz y vivir según sus reglas.
De la misma manera que Lilith dejó el paraíso para encontrarse consigo misma, Agostina Saló, creó un discurso en el que la fidelidad de una mujer es única y exclusivamente para sí misma. En las ilustraciones de esta artista lo único que importa es levantarse cada mañana con la firme idea de recorrer el mundo, sola o acompañada, pero siempre con la mente y el alma libres. Las mujeres que Saló dibuja no tienen ningún tipo de atadura, pero sí poseen un amor propio inmenso.
Saló es una mujer que va por la vida ilustrando su día a día, el de sus amigas y el de toda mujer que llegue a conocer. Nos guste o no, todas tenemos un poco de Lilith; desafortunadamente, pocas se atreven a mostrarse como esta ilustradora lo ha conseguido a través de sus trazos.
Su alrededor y su imaginario la han llenado de un bagaje cultural en el que descubrió lo valioso que es pertenecer al sexo femenino. Ya no hay más inhibiciones ni tampoco secretos, las chicas irreverentes y seductoras son las que ejercen su libertad sin miedo a ser juzgadas. Al igual que Lilith, las chicas que esta ilustradora crea prefieren desaparecer en lugar de no poder ser ellas mismas. Su bienestar es lo más importante y si éste implica ir contracorriente o maldecir lo establecido, ellas lo harán.
Por medio de dibujos divertidos y llenos de color, Agostina plasma el espíritu de las mujeres que disfrutan de su sexualidad, de la vida libre de prejuicios y de la ropa interior bonita. A ellas les gusta satisfacer a sus parejas, es cierto, pero también son seres independientes y fuertes, que se burlan de esa idea que sugiere que “para ser feliz necesitamos una pareja”. Saló y sus ilustraciones saben que no hay nada más sexy que una mujer amándose a sí misma.
Al igual que la primera mujer sobre la Tierra, estas ilustraciones buscan enaltecer la belleza interna de la mujer. Hablan de el amor amor y la aceptación propia que toda mujer libre tiene. De igual manera, dibuja chicos que demuestran que una chica segura es mucho más atractiva que un par de curvas pronunciadas o un rostro perfecto. Su serie sugiere preocuparse por lo que nos llena de manera interna y no lo que nos “mejora” por fuera.
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En definitiva, ver uno de los dibujos de Saló y no inspirarse es imposible. ¿Quién no quiere ser una mujer deseada que enamore a cada paso y que deje huella por donde sea que camine? Pero no por el físico, sino por su actitud desfachatada, seductora y llena de rebeldía. Al final, las mujeres que se levantan en armas, que le gritan a la vida y que se oponen a ser como el resto, son las más bellas e interesantes, pues son las que realmente se saben libres.
Para conocer más sobre el trabajo de Saló visita su Instagram.
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Si quieres demostrar tu irreverencia sobre la piel, considera llevar alguno de estos tattoos y grítale al mundo de lo que eres capaz siguiendo estos hábitos que te harán una mujer fuerte y segura.