Sucede que estamos encerrados en nuestros propios cuerpos…
Definido por algunos científicos como el estrés de la posmodernidad, eso a lo que muchos se refieren como “vacío existencial” —según lo explica el psiquiatra austriaco Viktor Frankl— no es otra cosa que una enfermedad que no se manifiesta en el plano de lo físico sino que ataca los sentidos y la manera en la que cada quien asume y reacciona a su entorno. Al no encontrarse totalmente satisfechos con la vida, incluso cuando lo tienen absolutamente todo, muchas personas comienzan a guardar dentro de sí una cantidad tremenda de sentimientos negativos; mismos que al no encontrar una salida se van quedando atascados en nuestro interior. Se atoran en nuestros cuerpos justo como aquello que llamamos “nudos en la garganta”.
Sin embargo, el hecho de que se trate de un mal espiritual no quiere decir que no exista una cura para ello; de hecho, la solución que todo mundo busca para estos momentos en los que nada parece tener sentido están a la vista de todos. Para Frankl ese vacío se puede eliminar expresándonos a través de ideas no necesariamente verbales; lo que el psiquiatra propone es desahogar por medio de nuestras habilidades todo aquello que no hemos podido decir.
Mostrar mediante imágenes complejas esos matices de la sensibilidad humana es la idea principal en la propuesta del ilustrador egipcio Ahmed Awad. El artista recurre a técnicas digitales para crear un discurso acerca de los sentimientos que, a falta de palabras para describirlos, se quedaron varados en algún rincón del alma.
Estar frente a las imágenes de Awad es como adentrarse en una mente millennial a la que le resulta imposible despegarse de la estética influenciada por el Internet. Galaxias, colores oscuros y trazos sencillos con un significado complejo, todo lo que vemos en estas ilustraciones es lo que encontramos en nuestros smartphones o computadoras cuando buscamos —con una pantalla de por medio— un poco de contacto humano en este mundo eléctrico e irreal.
Dentro de la gran red el amor, la soledad e incluso el erotismo se configuran de maneras completamente distintas. Más que dibujos, podríamos asumir que las imágenes creadas por este artista son metáforas gráficas de lo que sentimos todos los días y no podemos describir. Ese “te quiero con toda el alma” que nunca pudimos expresar es representado por un esqueleto que abraza dentro de sí una figura femenina, por ejemplo.
Aunque da la impresión de que absolutamente todas las ilustraciones dentro de la obra de Ahmed hablan de amor, en realidad comprenden dentro de sí todos las sensaciones que el humano involucra al tratarse de un ser social. Desde una mirada hasta un encuentro sexual, absolutamente todo puede ser coloreado para formar parte de este Universo; el cual es tan infinito como nuestras emociones.
Lo que crea Awad es un mundo privado que se revela ante los demás para crear imágenes con las que nos podamos identificar. Evidentemente, la obra de Ahmed cumple con su propósito al retratar diferentes y complejos sentimientos a través del arte; pues de otra forma sería imposible plasmarlos como parte de un mensaje. Sin importar cuál sea la forma en la que planteemos lo que sentimos y no podemos decir, nadie debe quedarse callado cuando se trata de expresar amor.
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