Algunas mujeres olvidaron quiénes son exactamente por culpa de las palabras con las que algunos las atacaron. A pesar de que están seguras de su nombre y apellido, de repente sienten que el cuerpo en el que están “condenadas a vivir” no es precisamente el suyo. En numerosas ocasiones se sientan para reflexionar acerca de ello, mas no encuentran otra respuesta que no sea el rechazo y la burla de quienes las rodean sólo por cómo se ven en el espejo todos los días. Siguen sin estar seguras de quienes son y cómo se supone que deberían verse, aunque parece que los demás los saben muy bien.
La manera en que la gente te trata dice más cosas de ellos que de ti.
Mi existencia no se basa en cuán deseable me encuentras.
A partir de 2006, con la popularización de las redes sociales y un creciente número de usuarios en plataformas como Blogspot, un par de nombres comenzaron a tomar popularidad entre estas jóvenes que querían parecerse más a una estrella de TV que a ellas mismas. Ana y Mia, un par de personajes a quienes nadie nunca les había visto la cara y que, no obstante, tenían miles de seguidoras alrededor del mundo gracias a que sus “consejos para ser más delgada” parecían tener resultados y éxito casi instantáneos. Lo cierto es que lo que se vendía como una serie de dietas y “ejercicios” eran en realidad conductas propias de la bulimia (Mia) y la anorexia (Ana).
Algunas veces extraño mis problemas alimenticios y eso está bien.
No tienes que celebrar nada si no te sientes segura de ello, cuídate primero.
Pedir ayuda es un signo de fuerza y coraje, no un signo de debilidad.
Poco a poco, las chicas que siguieron los consejos comenzaron a darse cuenta —de la peor manera posible— de que lo único que estaban haciendo al seguir a Ana y Mia era dañar su cuerpo de una forma casi irreversible. Ahora lo único que quedaba por hacer era devolverles esa identidad que habían perdido, ¿y cómo lograrlo? Quizás a través de otros medios menos nocivos que las palabras hirientes o los comentarios malintencionados hacia su figura.
El amor propio es literalmente un trabajo de tiempo completo.
En un mundo en el que puedes ser lo que sea, sé amable.
Perder peso no siempre es saludable.
Si algo tenían Ana y Mia es que las hacían sentir bien con sus decisiones y nunca las juzgaron por seguir ese camino; entonces, lo lógico era pensar que la solución también tendría que apelar de una manera tan positiva a los sentimientos de estas mujeres que lo único que querían era sentirse bien con ellas mismas y con las personas que las rodeaban quienes, al fin de cuentas, fueron las que provocaron toda esta terrible ola de malas decisiones.
PUEDO tener un pastel y comerlo también.
Mereces el amor que intentas darle a cualquier otro.
Sólo tienes que probar un bocado a la vez.
No podemos decir que se trata de una pionera en el tema; sin embargo, el trabajo de la ilustradora Christie Begnell nos hace ver, desde su propia experiencia, que esa manera con la que una mujer ha tratado su cuerpo no puede, por ningún motivo, combatirse con más violencia. Es necesario que cada una de ellas sepa que incluso detrás de una pantalla hay alguien dispuesta a extenderle una mano para ayudarla a salir del terrible infierno que son los trastornos alimenticios.
Está bien amarte y cuidar de ti misma.
No todos los héroes usan capa…
(Jenny acaba de comer su desayuno)
Tu cuerpo no se hizo para ser conquistado.
Sólo así, dejando de sentirse solas en un mundo que parece rechazarlas, estas mujeres podrán reencontrarse con ese yo que alguna vez creyeron perdido a pesar de que siempre estuvo dentro de sí mismas. Al mismo tiempo, es preciso que la gente que no sufre de estos trastornos comprenda, después de ver estas imágenes, que sus comentarios en ocasiones son mucho más graves de lo que piensan.
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Para conocer más acerca del trabajo de Christie Begnell puedes visitarla en su perfil de Instagram. También puedes conocer su proyecto en apoyo a personas con desórdenes alimenticios.