Aunque parezca contradictorio, es real. ¿Recuerdas tu primer amor? ¿No era fascinante, mágico, lleno de ilusión, cálido, bello, clandestino? Puedes ponerle mil adjetivos y ni así lograrías describir al 100 % lo grandioso que fue, sólo tienes la certeza de que viviste la más grande experiencia de cariño que alguna vez pudiste sentir. No obstante, cuando se terminó, creíste que el mundo se caía, pero en realidad sólo te estabas preparando para la siguiente ronda, misma que te aterraba tanto que soltaste un grito en medio de tus pesadillas.
Así es el amor: te hace creer que jamás volverás a encontrarlo o que nunca más encontrarás a alguien que te haga sentir de la misma manera otra vez y, en efecto, no volverá a pasar, a menos que te sueltes y te dejes llevar. En la vida, una mujer se enamora sólo tres veces, pero la más intensa es —sin duda— la segunda.
Tu mente y corazón intentarán persuadirte hasta que elijas a un ganador. La razón te dirá que no tienes por qué sufrir, mientras que el corazón te dirá que “el que no arriesga no gana”. Pero te vas a enamorar te guste o no. Entonces sabrás que ha llegado esa segunda vez porque las piernas te van a temblar, las manos sudarán y no podrás emitir palabra alguna frente a él. Pero al mismo tiempo te va a llegar un chispazo de emoción.
Pensarás que tal vez es sólo atracción física y que no es nada que un acostón no solucione; no obstante, tal vez no sea sólo eso. Quizás el plano sexual pase a segundo término y te darás cuenta cuando no te importe realmente cómo va vestido, cómo se mueve o la forma en que habla. Te gusta por lo que es y no hay más.
Entonces, llegará ese momento de encierro y negación. Mismo que funge como un freno para no sentir más, para no enamorarte y decepcionarte como ya te ocurrió con anterioridad. Haces lo mismo que las mujeres que dibuja Elliana Esquivel, una ilustradora originaria de Chile que también teme enamorarse y entiende a la perfección lo duro que es vivir prendada de alguien que no sabes si te corresponde o te ve como una amiga más.
Líneas sencillas, escaso color y un corazón roto son las claves de su arte. De este modo describe todo lo que siente cuando ve a ese chico pasar. Él se ha colado en su mente y aunque se mantenga ocupada no deja de pensarle y de demostrarse a sí misma lo mucho que le quiere.
Pero la entiendes y ella te entiende a ti. Él vive en tu mente, en tu corazón y en tus sueños, pero no quieres tenerlo ya que sabes que te abandonará pronto; tampoco quieres idealizarlo en tu vida porque es probable que nunca suceda algo más, pero es también una manera de demostrar tu calidad como persona. Es decir, estás dispuesta a brindarle tu espacio a un ser que tal vez no te corresponda y aun con ello no te intimidas y lo das todo… hasta que lo aceptas.
¡Te enamoraste!
De igual manera, Esquivel no tiene más remedio que plasmar su sentimiento y el de todas nosotras a través de lo que mejor sabe hacer: dibujando.
Con sus dibujos, ella explica cómo es que una simple palabra, un gesto o una acción por parte de la persona que amas es suficiente para llenarte de por vida, de darte todo lo que requieres, de hacerte sonreír por horas y de llenar tu vacío existencial.
Así que no tienes por qué avergonzarte si es que te entregas a alguien nuevamente.
Ve el lado positivo de las cosas: tu mente está ocupada pensando en él, pero al menos tienes más energía, sonríes, ves la vida desde otra perspectiva y tienes ganas de salir y bailar por ahí. ¡Hazlo! ¿Qué importa si dura mucho o poco? Disfruta del amor que sientes por alguien.
Tal vez piensas que en algún momento vas a terminar con él o que el amor que le tienes se va a acabar. Esquivel lo retrata a la perfección en sus viñetas, pero también tienen como mensaje el riesgo que debes correr para ser feliz. Nadie sabe lo que pasará.
Ella no tiene las palabras perfectas, pero sí sabe emitir mensajes muy concretos gracias a sus imágenes, las cuales pueden ser tú, puedo ser yo, tu mejor amiga, tu hermana o la compañera de trabajo.
Así que si crees estar enamorada por segunda ocasión, no temas y deja que todo fluya. Recuerda que una mujer se enamora tres veces en su vida y suele ser la segunda vez, la más intensa y la más fuerte respecto a todas las demás experiencias, pero es también de las más divertidas, atrevidas, arriesgadas y emotivas. Es un mar de emociones que puedes ver en la cuenta de Instagram de Elliana Esquivel y así pensar en todo y nada al mismo tiempo.