La necesidad humana de trazar sobre el cuerpo no tiene su origen en una moda contemporánea o en la proliferación de la contracultura hippie, ni siquiera en el redescubrimiento Occidental de esta costumbre que de la mano del explorador Thomas Hook, llegó a popularizarse entre la clase baja y marineros. Para conocer los motivos que dieron origen al tatuaje, hace falta remontarse miles de años atrás en los albores de la humanidad.
Antes de la invención de la escritura, los primeros humanos acostumbraban plasmar en grandes rocas y cuevas a modo de lienzos, representaciones gráficas de todo cuanto formaba parte de su entorno diario. De la misma forma que un grupo de selfies da cuenta de todo lo que una persona hizo durante un año (especialmente de las ocasiones más especiales), los petroglifos de la antigüedad eran la mejor forma de guardar recuerdos, inmortalizándolos alrededor de una connotación ritual.
Tatuajes tribales
Lo anterior explica la inherente necesidad humana de expresar gráficamente el acontecer de su vida, pero ¿en qué momento se produce el salto del lienzo de roca hacia el propio cuerpo? En realidad, su origen también tiene una fuerte connotación mágica, de identidad y status social.
Mientras en África la técnica de tatuar la piel de forma permanente era bien conocida entre los artistas de entonces, la práctica se reservaba únicamente para sacerdotisas. A través de líneas que bordeaban las muñecas o los tobillos y un grupo de puntos alrededor de la región púbica, las encargadas de conectar a las deidades con la vida terrenal en el Antiguo Egipto llevaban estas señales corporales para mostrar sus poderes al resto.
Tatuajes tribales
En las culturas mesoamericanas, los tatuajes junto con la pintura corporal eran señales de distintas acciones y rangos en la escala social, siempre con una connotación positiva: un logro importante era una estupenda razón para añadir un elemento gráfico a la piel, como también la valentía de un guerrero en batalla o formar parte de la casta sacerdotal.
Tatuajes tribales
El tatuaje se convirtió en un símbolo que no sólo otorgaba identidad y definía la cohesión social, también expresaba toda la carga cultural y la visión del mundo de los pueblos prehispánicos. Aquellos que no reconocían los glifos, grecas, puntos y diseños que alguien portaba orgulloso en su piel, eran individuos ajenos al grupo, la tribu, o una cultura determinada.
Tatuajes tribales
La técnica tribal consiste en el uso de rayas, grecas y otros símbolos para conseguir un efecto similar al que utilizaban las personas en la antigüedad. Los diseños suelen ser en tinta negra y hay desde pequeñas pulseras que rodean a la muñeca, hasta grecas que adornan el brazo en su totalidad. Los motivos africanos y prehispánicos son algunos de los más populares en los estudios de arte corporal de renombre.
Si optas por este tipo de tatuajes, estarás acudiendo a una práctica milenaria que aún hoy se conserva como signo de admiración, respecto y sobre todo, una identidad cultural propia. Al mismo tiempo, es una sutil forma de volver a la esencia de los tatuajes, el acto ritual y la historia que cada línea plasmada sobre el cuerpo tiene qué contar.
Tatuajes tribales
Si buscas más inspiración para tu próxima intervención y quieres dotarla de un sentido especial para dejar atrás el pasado y comenzar a vivir el presente después de una relación, no dudes en conocer los “Tatuajes que sólo se les verán bien a las personas que han superado una ruptura amorosa”. ¿Alguna vez has querido imitar ese diseño que se ve tan bien en el cuerpo de tu rockstar preferido? Conoce a los artistas y estudios que están detrás de cada tatuaje de tus ídolos luego de leer:”Los 5 tatuadores de tus músicos favoritos”.