Las compañías que más han crecido en los últimos años deben su éxito al proceso creativo y de innovación dentro del diseño del producto y el servicio ofertado.
Desde la Segunda Guerra Mundial, las empresas invertían la mayoría de su presupuesto en sus respectivos departamentos de investigación. Sin embargo, es ahora que las corporaciones notan que al enfocarse exclusivamente en la ciencia y tecnología detrás de sus productos no se logran los mismos resultados que hace unos años (Brown, 2009). En la era digital se busca una experiencia de usuario más sencilla en productos de diseño fáciles de manipular. Las compañías de esta generación necesitan atender en mayor medida la metodología del diseño y alimentar una cultura de innovación enfocada a la parte izquierda del cerebro -el centro de las facultades de expresión- para resolver problemas.
De acuerdo con Adam Leven, Vicepresidente Senior de Monitise Create, agencia estratégica de servicios móviles, la metodología del diseño estudia las necesidades del consumidor. Los directivos deberán generar una empatía con su mercado al entender sus necesidades -lo que hacen, piensan y sienten-, y a cambio les ofrecerá un producto o servicio que con su diseño planea resolver “la friccion dentro de sus vidas” (insights.wired.com).
Las empresas deben adaptarse a las condiciones y cambios dentro del mercado; ser realistas y diseñar nuevos productos generados a partir del pensamiento creativo, para, poco a poco, establecer una experiencia más fuerte con el consumidor quien se identificará con el diseño del producto y estrechará lazos de consumo. De acuerdo con un reporte de iniciativa digital (IDM, por sus siglas en inglés), entre 2003 a 2013 las compañías que daban mayor importancia a sus áreas de diseño crecieron un 299 por ciento, mientras que el resto sólo crecieron un 75 por ciento (Leven,insights.wired.com). La innovación en el diseño es el camino al éxito.
Tim Brown, presidente de la empresa de soluciones innovadoras IDEO, afirma que la dinámica dentro de la metodología del diseño depende de la observación, la forma en la que la gente usa los productos. Gira en torno al “hacer más con menos”; un diseño que se aproxime al sentido humano, y que cree lazos entre el producto y servicio, productor y consumidor. Del mismo modo, los procesos de innovación deben enfocar su diseño en la experiencia emocional del usuario.
Referencias:
Brown, T. (2009) Change By Design. “How Design Thinking Transforms Organizations and Inspires Innovation”.
http://www.huffingtonpost.com/renee-blodgett/the-increasing-importance-of-design_b_4271742.html
http://insights.wired.com/profiles/blogs/why-design-not-technology-inspires-the-future#axzz38z9uSfb8