El humor no es resignado. Es rebelde. Con él triunfa el principio de placer sobre la crueldad de las contingencias de la realidad. Se dice que nada determina más el carácter de una persona como la broma que la ofende, quizá por esta razón se asegure que humor es una afirmación de dignidad, una declaración de superioridad del ser humano sobre lo que acontece.
La sociedad actual concentra sus esfuerzos en la evitación y supresión del dolor, así como en la disminución del sufrimiento; en muchas ocasiones elude el acercamiento a ambos fenómenos por considerarlo un proceso penoso y duro. Vivimos en una sociedad dinámica que a diferencia de las sociedades primitivas, tiende a la abolición del sufrimiento cuando puede, y a la ocultación del mismo cuando no lo consigue. Cuando no puede plantarle cara desde un punto de vista de manejo y control del mismo, y por tanto no lo puede hacer desaparecer, esta sociedad moderna se queda sin saber que decir.
Trabajos como el de la artista Min Liu toman estas situaciones del día y a día y lo convierten en obras que expresan más que las palabras.
MinLiu es una diseñadora de gráficos en movimiento y animadora taiwanesa. Su estilo es único y con un sentido del humor oscuro. Uno de los proyectos de Min Liu es el “Bloody Dairy Project”, en el que se retó a hacer una animación al día por 100 días. Sus gifs animados combinan un carácter sangriento, lindo y humorístico. La artista ha bautizado su proyecto como Bloody Dairy, quizá por la constante presencia de miembros cercenados moviéndose autónomamente sin necesidad de estar unidos a un cuerpo.
Sus divertidas animaciones siguen una paleta simple de colores: rojo, negro y blanco, y dentro de ellas juega con el espacio negativo consiguiendo unos gifs animados llenos de humor e ironía que se consiguen focalizar en la acción. Los colores y el contenido extraño, con gatos y otros seres, trabajan juntos perfectamente para producir animaciones llenas de humor y giros inesperados en la trama, muchas veces algo absurda y alocada.
En un principio Min Liu pensó que su futuro estaba en la contabilidad, pero gracias a los giros inesperados de la vida encontró que ilustrar era su pasión. Al principio de su carrera se centró solamente en el diseño gráfico, pero más tarde se dio cuenta de que la animación es el medio que mejor le ayuda a contar sus historias. A través de la ilustración, ella se propone crear algo para entretener e inspirar a la gente.
La creación de sus animaciones implica dibujar cuadro por cuadro a mano, como la animación tradicional, para después reproducirlos en secuencia de manera muy rápida. Este tipo de técnica recrea la sensibilidad la animación tradicional, cosa que es difícil obtener de manera digital.
A pesar de tener temas muy variados dentro de sus animaciones, el sentido del humor es una de las pocas variables que permanecen constantes. La artista utiliza vivencias, objetos y experiencias como inspiración para la creación de sus obras.
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Muchas veces, cuando las palabras no son suficientes, las imágenes son la expresión necesaria que incluso pueden curar un corazón roto o revelar los más oscuros secretos de la sexualidad femenina.