Hablar de México se traduce en cultura e historia. Desde el inicio hasta el presente ha estado cargado de inspiraciones que han sido utilizadas en diversas artes. El mundo ha sido testigo de la evolución de un país que entre conquistas, revoluciones y negligencias ha salido adelante. El por qué llama la atención; es un enigma cargado de respuestas, pero las propuestas enfocadas a éste tienen una carga poética que invita a la reflexión.
Traducir todo el poder y simbolismo de un país tan versátil es un trabajo que la marca Pineda Covalín a sabido realizar de manera ejemplar. El diseño está cargado de significados que representan un tema determinado desde un enfoque estético.
Los diseñadores Cristina y Ricardo Covalín comenzaron a partir de que ella se involucró con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a través de un proyecto de accesorios inspirada en iconografía prehispánica. Al finalizar invitó a Ricardo a formar la marca. La idea era clara, la motivación era latente pero el presupuesto era el problema. Con los pies sobre la Tierra y un sueño cargado de identidad iniciaron como marca. Apoyados con prestamos familiares, como capital inicial, comenzaron a contar la historia de un país traducida en accesorios.
Desde el inicio buscaban llevar la belleza del arte prehispánico de forma sofisticada y vanguardista, no sólo a México sino al mundo. La propuesta, hasta entonces, – iniciaron en 1995- era fresca, propositiva y vanguardista. El hecho de llevar mariposas monarcas o estampados huicholes en accesorios de seda colocó los símbolismos mexicanos en el status de exclusivos. Entre bolsas, corbatas, prendas y una línea de accesorios para el hogar han logrado posicionarse en el gusto del público.
Su objetivo como marca es difundir, de manera digna, la riqueza cultural mexicana. Los colores, las formas, los textiles y los estampados narran una historia que envuelve a quien los usa dándole un toque de mexicanidad. Su éxito contando historias ha sido tal que actualmente tienen presencia en América, Europa y Asia, donde demuestran que México no es sólo una inspiración, sino una forma de expresar.