Explorar los confines de la mente humana puede ser uno de los ejercicios más perturbadores, realizarlo implica enfrentarte contigo mismo y mirar a los ojos todos los temores que te han amenazado a lo largo de tu vida. Indagar en la psique es como entrar en una cueva oscura donde un grupo de personas susurran tus secretos más oscuros.
Algunos evitan encontrarse cara a cara con esa misteriosa penumbra que invade sus cabezas, están conscientes de que una vez dentro de sí mismos será difícil volver a llevar sus vidas igual que antes. De alguna manera, es como si verte al espejo te introdujera a un estado de inestabilidad en el que la delgada línea que divide la fantasía de la realidad se desdibujara.
Syd Barret, fundador de la banda Pink Floyd, pasó sus últimos días viviendo en ese limbo mental que muchos atribuyen a su excesivo uso de LSD. Sin embargo, la droga pudo haber sido sólo un factor para que sus problemas de bipolaridad y esquizofrenia llegasen a un punto irreversible. En sus trabajos como solista se pueden percibir algunos rasgos de esa personalidad introvertida e inestable, canciones como ‘Milky Way’ y ‘Birdie Hop’ son verdaderos himnos a la ausencia de realidad que invadía su cerebro.
En ocasiones, una mente trastornada manda mensajes de auxilio que se manifiestan de diferentes formas, desde movimientos, hasta conductas involuntarias, llegan a influir negativamente en la vida de los afectados. Cuando alguien sufre patologías psicológicas, sin importar el tipo o qué tan avanzadas estén, automáticamente es tratado de forma diferente. Es como si su calidad de ser humano terminase con un diagnóstico, lo cual es realmente alarmante, pues al no poder desarrollarse con normalidad dentro de la sociedad sus problemas aumentan.
Qieer Wang es una ilustradora que a través de sus trazos les pone rostro y cuerpo a los trastornos mentales más comunes. Su intención no es la de atraer a los espectadores por medio del morbo, sino la de crear consciencia acerca de lo que estas personas sienten y sufren al tener que vivir con esta carga.
Hay quienes piensan que las personas con trastorno obsesivo compulsivo tienden a exagerar al realizar sus actividades diarias. De hecho, dudan el hecho de que no puedan evitar esas desquiciadas repeticiones de lavar cuatro veces su ropa por el derecho y cuatro por el revés; sin embargo, no saben que dentro de su cabeza hay algo insoportable que comienza a atormentarlos si no realizan el procedimiento.
Con regularidad estos problemas tienden a desconectar la mente del afectado del resto de su cuerpo, en ese momento, enfocarse en cualquier objetivo parece un tarea sumamente difícil y es cuando aparecen los episodios de ansiedad más terribles. El cuerpo parece moverse por sí solo y sin razón aparente realiza actividades diferentes a las que en teoría debería estar realizando, no es ridículo sino parte de las reacciones de una gran inestabilidad.
Lo verdaderamente alarmante en relación con estos trastornos es que la gente ha comenzado a normalizarlos, incluso a pensar que sus síntomas son cosa de juego. ¿Quién no ha visto a una persona totalmente sana asumiéndose como bipolar? Estas conductas provocan que quienes en realidad han sido diagnosticados con estas patologías, dejen de ser tomados en serio por la sociedad.
Sin afán de restarle importancia a los demás, los desórdenes que influyen directamente en la personalidad de los pacientes son de los más peligrosos. Estos les afectan en muchos niveles, pues los segrega de la sociedad y, en ocasiones, los lleva a crisis de las que no logran regresar.
Este rechazo social genera, a su vez, episodios de depresión que algunas veces conduce a los pacientes al suicidio. Para ellos esa es la única forma de huir de los problemas y prejuicios que se generan a raíz de estos padecimientos. Ante una situación tan grave, personas como Qieer Wang han decidido actuar desde sus trincheras y su pluma para tratar que la sociedad tome consciencia sobre la gravedad de la problemática. No es justo que a quienes padecen un trastorno mental se les condene por un modo de vida que ellos no decidieron llevar.
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Puedes conocer más sobre el trabajo de Qieer Wang en su Instagram o en su página Web.