«I’ve got a rocket and you’re going on it,
you’re never coming back».
—Goldfrapp
Por décadas se ha pensado que todas las mujeres venimos de un planeta desconocido, inhóspito y lleno de criaturas similares a nosotras con las que vivimos en constante conflicto. Somos seres malvados que buscamos dominar el planeta de los terrícolas y capturar cada rincón del espacio. Pisoteamos, agredimos y no podemos parar de quejarnos de todo. Así somos las mujeres en el imaginario colectivo y en aquel planeta del que, según algunos, todas provenimos.
Desafortunadamente, esto es verdad. Pertenecemos a un lugar completamente diferente en el que –en efecto– sólo entre nosotras podemos entendernos. Hay criaturas en las que no confiamos y otras a las que les damos nuestra entera lealtad y confianza, pero cuando alguien ajeno quiere adentrarse en nuestro mundo no dudamos en unirnos para salir adelante y defender el hogar que tanto asusta a otros. No obstante este mundo no es peligroso, al contrario; si algo no nos gusta, lo subimos a un cohete y lo lanzamos al infinito. Aquí todas las mujeres vivimos sin prejuicios y sin estereotipos, nadie puede decirnos qué hacer o qué no, porque cada persona en esta estrella es autónoma. Todas pensamos por nosotras mismas y tenemos cierta fascinación por el placer y la naturalidad femenina.
Este planeta es una mezcla de colores, ropa interior, labial, brillantina, comida y feminidad que proviene de la mente de Robin Eisenberg, una ilustradora que tuvo la maravillosa idea de llevar a la mujer al espacio a través de sus diseños. Cada ilustración nos recuerda la fuerza que cada una de nosotras esconde la mayoría del tiempo. Entre trazos duros y contornos oscuros, Eisenberg plasma sentimientos netamente femeninos y, a la vez, cotidianos: como la calidez de un baño en tina, la importancia de una selfie con las amigas, lo sexy que es menearse al ritmo de una buena canción y lo bonito que luce un conjunto de lencería sobre la piel.
Ya sea con una cerveza en mano, con un par de velas o comiendo sushi en una nave espacial, Robin muestra mujeres de coloridos rostros, cabelleras alocadas y atuendos llenos de detalles que hacen de cada una de sus ilustraciones una obra de arte que suele compartir en Instagram y en su página web. Representando los sueños, el amor, la amistad y todo aquello que hacen de una mujer un ser completo, porque si pensabas que éramos iguales a cualquier ser humano, te equivocas. Tenemos la piel de color verde, rosa, morada, amarilla y naranja, el cabello es rojo, morado o negro y comemos con las manos, no nos depilamos y nos tocamos cuando tenemos la necesidad de hacerlo; pero lo mejor de toda esta situación, es que no lo escondemos. No hay necesidad de hacerlo. Eisenberg lo demuestra con dibujos de chicas divirtiéndose, bailando y siendo ellas mismas en compañía de sus mascotas y sus amigas, sin dejar de lado la belleza de ser mujer.
El interés de la ilustradora por el fluorescente y el neón sólo hace que cada dibujo sea mucho más sincero, genuino y con la esencia básica de la feminidad. Porque aceptémoslo, tenemos una fascinación por vernos a nosotras mismas desde afuera, basándonos en lo que los demás nos dicen; por ejemplo, que venimos de otro planeta. De hecho esa es una de las razones por las que Robin Eisenberg creó su propio universo ilustrado en el que nosotras, las mujeres, podemos identificarnos con sus alienígenas y no sólo fisicamente, sino también en las situaciones en las que están plasmadas.
Robin, no sólo dibuja bellas mujeres, sino también hace de sus diseños objetos como pines, parches, bolsas, ropa y litografías que se venden con locura desde su tienda on line, la cual es el portal directo a aquel planeta en el que todas podemos ser guapas alienígenas, sirenas, demonios o simples bailarinas enamoradas de la moda ochentera, del espacio y las estrellas. Pero sobretodo, enamoradas de nosotras mismas, las alienígenas que somos capaces de conquistar el planeta tierra, no sin antes sentirnos y sabernos libres de toda presión social. Somos, en definitiva, seres de otro planeta.
Si quieres conocer más de Robin Eisenberg, visita su cuenta de Instagram o visita su página web.
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¿Te han dicho loca? Seguramente se enamoraron de ti y estas son las razones por las que este tipo de mujeres son las más queridas. De hecho, siempre debes defender la idea de que todas debemos ser entendidas y amadas.