“En mi imaginación… cualquier cosa podría considerarse ropa”.
Más que una diseñadora de moda, Yeonju Sung es una artista cuyo trabajo se sitúa en los límites entre la realidad y la imaginación. Su ropa elaborada por frutos y vegetales no es poco sorpresiva, utiliza alimentos para dar vida a sus creaciones.
Las “prendas” de Yeonju no pretenden posicionarse dentro del circuito comercial, sólo utiliza la moda como pretexto para crear una nueva propuesta en el mundo del arte; aunque con ello influya directamente en la industria del vestido, pues mediante su trabajo, crea un interesante diálogo con ésta; y es que sus prendas ni protegen, ni duran y difícilmente se podrán guardar dentro de tu armario.
La belleza de su obra adquiere un significado diferente más que por la apariencia de la misma; la estética, según su creadora, se origina a partir de los cambios que sufre la materia en cuanto al paso del tiempo y al entorno que la rodea: los cambios de color, de textura y hasta el mismo aroma que se despide son factores que engendran dicho encanto.
Exagerando la naturaleza de la moda, Yeonju Sung crea piezas tomando de ésta su carácter efímero y fugaz, y explotándola al máximo con la vestimenta comestible.
Mediante las serie fotográfica Wereable Foods, Yeonju da permanencia a su trabajo y le concede la oportunidad de mantenerse en la memoria, pues, al estar hecho de elementos orgánicos, no podrá conservarse. La fotografía captura esa ilusión; la que se asemeja a la de la industria, en la que lo observable es pasajero y a pesar de parecer tangible, es completamente fantástico.