Estar enamorado es como estar borracho. Lo dice la ciencia a partir de los resultados de una investigación realizada por la Universidad de Birmingham, publicada en Neuroscience & Biobehavioral Reviews.
«Agrupamos las investigaciones existentes tanto sobre los efectos de la oxitocina como sobre los efectos del alcohol y comparamos las increíbles similitudes de ambos compuestos. Por lo visto, cada sustancia actúa en diferentes receptores cerebrales, pero causan efectos comunes sobre la transmisión GABA en la corteza prefrontal y las estructuras límbicas. Estos circuitos neuronales controlan la forma en que percibimos el estrés o la ansiedad, especialmente en situaciones sociales tales como entrevistas; incluso nos dan coraje para pedir una cita a alguien. Tomar compuestos como la oxitocina o el alcohol puede hacer que estas situaciones parezcan menos desalentadoras».
La resaca es una de las experiencias más crueles de este mundo, y así como hay cruda luego de beber alcohol, también la hay tras una ruptura amorosa. Sin embargo, la creencia de que sólo las mujeres sufren por amor tampoco es del todo cierta. Las siguientes ilustraciones nos demuestran y nos recuerdan el subibaja en el que se convierte la vida de los chicos días después de terminar con alguien.
Todo pierde sentido, las cosas que antes te llenaban de felicidad ahora apenas te parecen atractivas. Los minutos se convierten en horas, las horas en días y los días en pausas insufribles.
De pronto te das cuenta de que no sólo pierdes a una novia, también pierdes a la amiga con la que reías hasta que te dolía el estómago, misma con la que podías ser auténtico y con la que no necesitabas filtros. Las cosas ahora parecen menos divertidas.
Quizá ella ya esté con alguien más, piensas. Entonces intentas volver al ruedo y decides salir con alguien más, pero alguien más no es ella.
No, definitivamente te das cuenta de que ninguna será como ella.
Agradeces las motivaciones de tus amigos para “recuperarte” y “ponerte en forma”. Lo harías si no fuera por el enorme peso que sientes en cada parte del cuerpo y la tristeza que imposibilita tu movimiento. Ese peso es el recuerdo de ella, son las memorias que no te dejan en paz un solo minuto.
Lo vuelves a intentar… ¿cómo te darías por vencido tan fácilmente? Piensas que es momento de dejar todo a un lado, de volver a comenzar, de encontrar nuevos horizontes. Te decides y sales a buscar tu felicidad, pero –inconscientemente– sólo intentas encontrarla a ella.
Aunque lo evitas los recuerdos te alcanzan, parecen tener voz propia. Te es imposible ver, escuchar y hacer cualquier cosa sin recordarla a ella. Todos los objetos a tu alrededor parecen conspirar en tu contra para que nunca la olvides.
Y ahí vas de nuevo, intentándolo todo para lograrlo esta vez. Te esfuerzas al máximo pero tu cerebro y su oculta obsesión de estar con ella tiene otros planes para ti.
Eres pésimo cuando intentas engañarte a ti mismo. Aunque lo niegues, quieres que ese teléfono suene y que sea su nombre el que aparezca en tu pantalla. Pero nada, para tu sorpresa, desde hace días no recibes un sólo emoji desde su teléfono, ningún mensaje de “buenos días”, mucho menos un “te extraño, muero por verte” o “regresa conmigo”.
No se trata de una película de terror, pero casi. Como un fantasma ella aparece en todo momento junto a ti, y justo cuando despiertas te das cuenta de que jamás volverá a estar a tu lado.
Todas estas ilustraciones pertenecen a un trabajo en conjunto entre Brandon Shefield y Dame Lee. Además de colegas ellos son grandes amigos y los creadores de estas tiras cursis, pero muy reales. Él se encargó de la historia—tras la ruptura amorosa con su novia de dos años— y ella la dibujó a la perfección.
«Noté que habían ciertos patrones en la manera que me sentía mientras avanzaban los días. Pero también me di cuenta de que aun si mis heridas emocionales eran específicas para mí, la manera en la que estaba actuando era similar en otros amigos que habían pasado por esto», explicó en una entrevista para otro medio.
Estas ilustraciones tienen una extraña manera de entristecernos y hacernos reír al mismo tiempo. Nos hacen recordar el duelo tras una separación y lo predecibles que somos al intentar lidiar con el dolor. Como dice la ciencia, enamorarte es como estar borracho; es algo que querrás hacer una y otra vez aunque sepas lo mal que la pasarás después. Finalmente sabemos que el amor se vive a través de diversas fases: desde ser la pareja perfecta hasta mandarse mensajes de desamor y tristeza.
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Imágenes de la serie NoGirlfriend Comic traducidas por Upsocl.