El enorme Georges Bataille, escritor y pensador francés, fue un apasionado filósofo que se dedicó a analizar los enigmas del erotismo y la muerte. De acuerdo con su análisis, entre ellos habitaba esa hechizante fuerza que seduce al ser humano sin miramientos: la sensualidad. Para Bataille, quien dedicó parte de su obra a desentrañar la unión entre el placer y el dolor, el erotismo era una encrucijada de la que ningún hombre podía escapar. Su novela y crítica se basó en la disolución de todas las formas en las que la humanidad encuentra y pierde su libertad a través del erotismo.
Para Bataille la sensualidad fue esa energía intangible con que la sociedad logró romper las cadenas que la ataban. Su obra fue tan transgresora como la idea de que el ser humano no era nada más que un hedonista con destino a la muerte. De acuerdo al filósofo lo sensual es todo aquello que nos atrae y sugiere; es decir, la fascinación ante la vida y la muerte. El placer a través del erotismo se ha postulado, desde siempre, como la experiencia más deseable del ser humano.
La razón por la que la sensualidad se ha vuelto tan atractiva se debe a que en ella se conjuntan la belleza y la oscuridad. El bien y el mal, lo deseado y lo prohibido, se mezclan en aquello que consideramos sensual. Por ello, los tatuajes más evidentes son los que nos resultan más atractivos. Un tatuaje en el hombro no sólo refleja belleza, también desborda una sensualidad cautivante sin ningún esfuerzo.
Otra de las razones por las que los tatuajes en los hombros son los más sensuales de este arte, es la singularidad que estos diseños le dan al cuerpo femenino. Diferenciarte y contrastar entre los demás siempre será admirable, pero sobre todo fascinante para los ojos de otros. Además de lo seductora que resulte la tinta sobre la piel de tus hombros, el mensaje que estos tatuajes envían habla de lo interesante que es tu pensamiento. Una mujer con los hombros tatuados posee una mente tan abierta y segura como para saber que los estereotipos realmente no significan nada.
Los tatuajes en los hombros son una dolorosa decisión y eso los vuelve aún más seductores. No hay nada más interesante que alguien que decidió hacer a un lado el dolor y el miedo para hacer con su cuerpo una obra de arte. Las mujeres que llevan algún trazo sobre una de las zonas más sensuales de su cuerpo, los hombros, conocen el significado de un compromiso con ellas mismas. Un tatuaje es para toda la vida y sólo las más valientes se atreven a llevarlo en una zona tan expuesta como ésa; valor que vuelve tan cautivantes estos diseños.
La piel es el lienzo en el que tenemos oportunidad de plasmar nuestros deseos prohibidos, sueños húmedos y secretos más eróticos. Sobre los hombros, en las comisuras de la clavícula o alrededor del cuello, se puede extender la tinta que nos impregnará de sensualidad.
En diseños orgánicos, de muchas sombras o de detalles surrealistas, la lujuria se convierte en parte de nuestro cuerpo. Los tatuajes en el hombro desbordan sensualidad sin ningún esfuerzo, pues nos liberan de aquello que ata nuestra libertad para ser tan irresistibles como queramos.
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